Uno de los policías detenidos por la trama de la Goma 2, clave en las investigaciones del 11-M
3-12-06
Uno de los policías detenidos por la trama de la Goma 2, clave en las investigaciones del 11-M
Estuvo presente cuando Trashorras contó que 'El Chino' le había dicho que era amigo de uno de los etarras arrestados en Cuenca con 500 kilos de explosivos, y participó en la captura de Jamal Zougam
FERNANDO LAZARO
Uno de los policías detenidos por la trama de la Goma 2, clave en las investigaciones del 11-M
Estuvo presente cuando Trashorras contó que 'El Chino' le había dicho que era amigo de uno de los etarras arrestados en Cuenca con 500 kilos de explosivos, y participó en la captura de Jamal Zougam
FERNANDO LAZARO
MADRID.- El juez Del Olmo autorizó la detención de uno de los policías clave en las investigaciones sobre la matanza del 11-M. Se trata de uno de los cuatro agentes arrestados el pasado viernes por Asuntos Internos por su presunta implicación en la trama de la Goma 2 ECO localizada en Leganés (Madrid) en agosto.
Según explicaron fuentes de los servicios de Información, hasta principios de 2005 Antonio Jesús P. estuvo destinado en la Comisaría General de Información, en concreto en la Unidad Central de Información Exterior. Entre los expertos antiterroristas se le considera un «excelente profesional».
Sus aportaciones para esclarecer la trama del 11-M fueron claves. De hecho, fruto de sus gestiones se logró identificar y aportar datos contra algunos de los ahora procesados, como es el caso de José Emilio Suárez Trashorras, ex minero acusado de proporcionar los explosivos a los autores de la masacre.
(.../...)
El policía participó en las reuniones que varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía y miembros del CNI mantuvieron con el ex minero y con su ex mujer, Carmen Toro, antes de detenerlo. Y fue uno de los que escuchó al ex minero contar lo que Jamal Ahmidan, El Chino, le dijo en su día: que uno de los etarras detenidos en Cuenca con una furgoneta cargada con 500 kilos de explosivos era amigo suyo.
Tras la información publicada por EL MUNDO sobre este extremo, el juez del Olmo requirió un informe a la Comisaría General de Información sobre los datos aportados por el ex minero antes de ser detenido. Interior remitió al juez un informe elaborado por el comisario Gamonal, que también estuvo presente en esos encuentros, en el que se negaba que Suárez Trashorras hubiera relacionado a El Chino con los etarras de Cañaveras. El CNI emitió también un informe en la misma línea negativa. Pero nadie, ni la Policía ni el juez, reclamó el testimonio de este agente.
Fue el propio Suárez Trashorras quien, el pasado mes de septiembre, en la entrevista con EL MUNDO, confirmó que en aquella conversación con policías y miembros del CNI habló de la confidencia de El Chino. «Comuniqué a la Policía y al CNI que Jamal era amigo de uno de los etarras de Cañaveras», indicó.
El agente detenido también intervino directamente en las primeras actuaciones policiales tras la matanza. De hecho, participó en el desmantelamiento de la llamada célula de Lavapiés, que supuso la captura de Jamal Zougam.
Como informó ayer El País, el policía fue uno de los que tuvo relación con el confidente policial conocido como Cartagena, quien aportó datos muy significativos sobre implicados en el 11-M meses antes de la masacre. Su testimonio, pues, sería muy ilustrativo durante el juicio del 11-M para conocer con detalle la investigación oficial.
De momento, pesa sobre él y sobre otro de los detenidos la acusación de haber cometido un delito de revelación de secretos del sumario por hablar con EL MUNDO. A ambos, junto con los otros cinco arrestados, se les tomó ayer declaración.
Según explicaron fuentes de los servicios de Información, hasta principios de 2005 Antonio Jesús P. estuvo destinado en la Comisaría General de Información, en concreto en la Unidad Central de Información Exterior. Entre los expertos antiterroristas se le considera un «excelente profesional».
Sus aportaciones para esclarecer la trama del 11-M fueron claves. De hecho, fruto de sus gestiones se logró identificar y aportar datos contra algunos de los ahora procesados, como es el caso de José Emilio Suárez Trashorras, ex minero acusado de proporcionar los explosivos a los autores de la masacre.
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El policía participó en las reuniones que varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía y miembros del CNI mantuvieron con el ex minero y con su ex mujer, Carmen Toro, antes de detenerlo. Y fue uno de los que escuchó al ex minero contar lo que Jamal Ahmidan, El Chino, le dijo en su día: que uno de los etarras detenidos en Cuenca con una furgoneta cargada con 500 kilos de explosivos era amigo suyo.
Tras la información publicada por EL MUNDO sobre este extremo, el juez del Olmo requirió un informe a la Comisaría General de Información sobre los datos aportados por el ex minero antes de ser detenido. Interior remitió al juez un informe elaborado por el comisario Gamonal, que también estuvo presente en esos encuentros, en el que se negaba que Suárez Trashorras hubiera relacionado a El Chino con los etarras de Cañaveras. El CNI emitió también un informe en la misma línea negativa. Pero nadie, ni la Policía ni el juez, reclamó el testimonio de este agente.
Fue el propio Suárez Trashorras quien, el pasado mes de septiembre, en la entrevista con EL MUNDO, confirmó que en aquella conversación con policías y miembros del CNI habló de la confidencia de El Chino. «Comuniqué a la Policía y al CNI que Jamal era amigo de uno de los etarras de Cañaveras», indicó.
El agente detenido también intervino directamente en las primeras actuaciones policiales tras la matanza. De hecho, participó en el desmantelamiento de la llamada célula de Lavapiés, que supuso la captura de Jamal Zougam.
Como informó ayer El País, el policía fue uno de los que tuvo relación con el confidente policial conocido como Cartagena, quien aportó datos muy significativos sobre implicados en el 11-M meses antes de la masacre. Su testimonio, pues, sería muy ilustrativo durante el juicio del 11-M para conocer con detalle la investigación oficial.
De momento, pesa sobre él y sobre otro de los detenidos la acusación de haber cometido un delito de revelación de secretos del sumario por hablar con EL MUNDO. A ambos, junto con los otros cinco arrestados, se les tomó ayer declaración.
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