Zapatero no admite ningún error pero dice que el atentado fue el 'punto y final' del diálogo

07-01-07



ETA VUELVE A MATAR / La postura del Gobierno

Zapatero no admite ningún error pero dice que el atentado fue el 'punto y final' del diálogo


El presidente insiste en su empeño de acabar con el terrorismo y garantiza que «no combatirá con el PP» El Rey apuesta por la «unidad», por la Justicia y por las
Fuerzas de Seguridad para acabar con ETA
MARISA CRUZ

MADRID.- El presidente del Gobierno no admite haber cometido errores a lo largo de los nueve meses que ha durado el llamado proceso de paz. Zapatero recalca que la única «equivocación» la ha cometido ETA al reventar con cientos de kilos de explosivo el aparcamiento de la T-4 de Barajas y acabar con la vida de dos trabajadores ecuatorianos, y afirma que esta equivocación ha sido tan «grave» que con ella el diálogo, que era la «base» del proceso, «ha llegado a su punto y final».

Con estas últimas palabras pronunciadas ante los periodistas durante la celebración de la Pascua Militar, el presidente avanzaba por fin hacia la declaración que le ha exigido insistentemente el PP y que no era otra que la de dar por definitivamente roto el proceso. A lo largo de la última semana Zapatero ha introducido paulatinamente matices semánticos en su discurso. Así, pasó del verbo «suspender», a reiterar su «determinación y energía por seguir buscando la paz» y, ahora, a reconocer que el proceso ha terminado, que ha llegado a su «punto final» y que no se trata sólo de «acabar una página o un capítulo», sino de cerrar definitivamente el libro.

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No obstante, consciente de que reconocer fallos en estos momentos implica apuntar con el dedo a la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los servicios de información, Zapatero hizo hincapié en que el Ejecutivo «siempre ha dispuesto de toda la información que razonablemente se puede tener» y que ésta no era escasa porque los servicios de información habían sido reforzados.

El presidente, que reconoció estar pasando unos días «amargos», salía así al paso de las declaraciones del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, quien llegó a referirse a la «falta de información e interlocución» como una de las causas por las que el atentado no pudo prevenirse. Según Zapatero, las palabras de su número dos en el partido habían sido «malinterpretadas».

La conversación que el presidente del Gobierno mantuvo ayer con los periodistas fue sólo un anticipo de su comparecencia en el Congreso, previsiblemente el próximo día 15, para explicar «cómo ve las cosas» y «cómo se afrontará la tarea» a partir de ahora.

Asegura que va a seguir en su «empeño de acabar con la violencia» e insiste en que «sólo se consigue si se intenta». También repite que el atentado no cambia ni su «determinación», ni su «energía», ni su «convencimiento» de que «es posible lograr el fin de la violencia y ganar la paz». «Yo tengo tanto rechazo a la violencia, me ocasiona tanto estupor, que estoy dispuesto a empeñar todo lo que sea necesario para acabar con ella. Y ya sé» -admitió- «que ésta es una tarea muy arriesgada en términos políticos, pero éste es mi compromiso con los ciudadanos, que saben que siempre he estado en primera línea, dando la cara. No hay horas, no hay esfuerzos que vaya a regatear a esta tarea», afirmó Zapatero.

¿Y cuál será la estrategia para lograrlo después de haber constatado que el proceso de diálogo ha llegado al punto y final? Las precisiones a este interrogante se las guarda el presidente para exponerlas ante el Parlamento. Ayer, a lo más que llegó fue a recordar que el único camino lo marcan los «principios democráticos».

En este análisis, el jefe del Gobierno se vio plenamente respaldado por el Rey. Don Juan Carlos apostó decididamente por la «unidad» para acabar con el terrorismo y destacó su confianza plena en «la sólida acción de la Justicia, la eficaz actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y el reforzamiento de la cooperación internacional»

Zapatero por su parte se negó a entrar en el terreno de las «especulaciones» y dejó en blanco las preguntas acerca de hipotéticas escisiones de ETA o de contactos fallidos por parte del Gobierno. En su opinión, lo que ha sucedido no es sino un ejemplo más de que «el terrorismo actúa para buscar sus fines de la manera más vil».

Tampoco quiso aventurar si, a largo o medio plazo, será posible de nuevo abrir una vía de diálogo con la banda. «Ése», dijo, «es un debate para otro momento». «Ahora», añadió, «ETA ha cometido un grave error y debe saber que ese camino no conduce a nada».

El presidente también dirigió sus reflexiones al primer partido de la oposición al que reprocha su falta de apoyo. En opinión de Zapatero, la actitud del PP responde a una «estrategia», ya que se ha mantenido invariable antes del alto el fuego, durante el mismo e, incluso, después del atentado. «Yo lo lamento», señaló.

«La unidad», dijo ayer el presidente, «siempre es muy positiva». «Más allá de los momentos, de los textos y de las firmas», aseguró haciendo referencia al pacto contra el terrorismo y por las libertades, «lo realmente importante es la actitud y la voluntad, porque las actitudes son fruto del deber democrático de colaborar».

En este punto garantizó que en ningún caso se prestará a la confrontación política. «No voy a combatir con el PP» en este terreno, aseguró. «Mi único combate es contra la violencia y de ahí no me van a sacar». Finalmente, el jefe del Gobierno expresó su deseo de que la manifestación del día 13 convocada por la Federación Nacional de Asociaciones de Ecuatorianos de España, CCOO y UGT, recabe el máximo de apoyos y de presencias.

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