SOLIDAS RAZONES PARA CREER QUE EN LOS TRENES NO ESTALLO GOMA 2 ECO
26-02-07
Editorial
SOLIDAS RAZONES PARA CREER QUE EN LOS TRENES NO ESTALLO GOMA 2 ECO
Editorial
SOLIDAS RAZONES PARA CREER QUE EN LOS TRENES NO ESTALLO GOMA 2 ECO
A expensas de los matices que puedan incorporarse al informe definitivo que entregarán dentro de unos días al Tribunal del 11-M, EL MUNDO revela hoy que los peritos independientes -designados por las partes que requirieron el nuevo análisis de los explosivos- se inclinan por dar por sentado que el dinitrotolueno (DNT) hallado en los restos de los focos era un componente básico del explosivo que estalló en los trenes y no el resultado de ningún extraño proceso de «contaminación». Eso implica, naturalmente, que de su diagnóstico se deducirá que el explosivo empleado para causar la masacre no pudo ser Goma 2 ECO y, por lo tanto, no pudo ser el presuntamente robado por la trama asturiana en Mina Conchita.
No faltará quien diga que ésta es una opinión de parte, pero -al margen de su indiscutida capacitación técnica- si se pueden poner reparos a la objetividad de estos peritos, más aún podría cuestionarse la de los representantes de la Guardia Civil y la Policía, por estar sometidos a la cadena de mando y, sobre todo, por estar subordinados en el segundo caso al mismo comisario Santano cuyo enjuiciamiento por falsedad en la investigación del 11-M acaba de ser ratificado por la Audiencia de Madrid.
Lo esencial no es, pues, la personalidad de quien emita una opinión científica sino su fundamento argumental. Y lo que alegan estos peritos parece extraordinariamente sólido. Ante todo, está el hecho de que tres años después, pese al escaso tamaño de las muestras y a su lavado con agua y acetona en 2004, el DNT haya aparecido de forma nítida en todos los focos de los trenes en los que se han hallado restos de explosivos. Eso no puede ser fruto de la contaminación.
Los peritos independientes tienen, al parecer, pocas esperanzas de que con estos restos las pruebas cuantitativas logren determinar la proporción exacta de DNT que tenía el explosivo y, por eso, van a pedir al Tribunal nuevas muestras. A este respecto, resulta esencial averiguar dónde están los resultados concretos de los análisis realizados por los Tedax que Manzano resumió bajo el engañoso cajón de sastre de «componentes genéricos de las dinamitas». Y dónde está, o por qué no fue conservado, el líquido fruto de aquel lavado en el que se disolvieron buena parte de las sustancias que formaban el explosivo. ¿Alguien duda de que si hubieran avalado la tesis de la Goma 2 ECO formarían parte del sumario y estarían a disposición del Tribunal?
Frente a la teoría de la contaminación se alza el carácter «sobrevenido» de las huellas muy «minoritarias» de DNT encontradas ahora en los restos de explosivo entero ya analizados meticulosamente por la Policía Científica en 2004. Si entonces no estaban y ahora sí... sólo cabe preguntarse quién los ha custodiado durante el intervalo. Sobre todo si resulta que en el caso de Mocejón aparece DNT en la muestra de tres gramos que han manejado Manzano y Santano y no en la de más de 80 que permanecía en un sobre cerrado o en la que la Guardia Civil remitió directamente a la Audiencia.
Pero, además, hoy aportamos otro dato esencial: en ninguno de los periódicos controles de calidad de alta precisión realizados en la fábrica de Unión Española de Explosivos ha aparecido jamás DNT en la Goma 2 ECO. ¿Cómo logrará en estas condiciones el Ministerio Público convencer al Tribunal de que lo que estalló en los trenes fue Goma 2 ECO un poquito contaminada, teniendo en cuenta, sobre todo, que el principal motivo de que el resultado del análisis no vaya a ser inapelable es su propia complicidad -o al menos complacencia- con la negligencia -o la manipulación- policial? Seguro que a los tres magistrados no les bastará ningún «¡vale ya!».
No faltará quien diga que ésta es una opinión de parte, pero -al margen de su indiscutida capacitación técnica- si se pueden poner reparos a la objetividad de estos peritos, más aún podría cuestionarse la de los representantes de la Guardia Civil y la Policía, por estar sometidos a la cadena de mando y, sobre todo, por estar subordinados en el segundo caso al mismo comisario Santano cuyo enjuiciamiento por falsedad en la investigación del 11-M acaba de ser ratificado por la Audiencia de Madrid.
Lo esencial no es, pues, la personalidad de quien emita una opinión científica sino su fundamento argumental. Y lo que alegan estos peritos parece extraordinariamente sólido. Ante todo, está el hecho de que tres años después, pese al escaso tamaño de las muestras y a su lavado con agua y acetona en 2004, el DNT haya aparecido de forma nítida en todos los focos de los trenes en los que se han hallado restos de explosivos. Eso no puede ser fruto de la contaminación.
Los peritos independientes tienen, al parecer, pocas esperanzas de que con estos restos las pruebas cuantitativas logren determinar la proporción exacta de DNT que tenía el explosivo y, por eso, van a pedir al Tribunal nuevas muestras. A este respecto, resulta esencial averiguar dónde están los resultados concretos de los análisis realizados por los Tedax que Manzano resumió bajo el engañoso cajón de sastre de «componentes genéricos de las dinamitas». Y dónde está, o por qué no fue conservado, el líquido fruto de aquel lavado en el que se disolvieron buena parte de las sustancias que formaban el explosivo. ¿Alguien duda de que si hubieran avalado la tesis de la Goma 2 ECO formarían parte del sumario y estarían a disposición del Tribunal?
Frente a la teoría de la contaminación se alza el carácter «sobrevenido» de las huellas muy «minoritarias» de DNT encontradas ahora en los restos de explosivo entero ya analizados meticulosamente por la Policía Científica en 2004. Si entonces no estaban y ahora sí... sólo cabe preguntarse quién los ha custodiado durante el intervalo. Sobre todo si resulta que en el caso de Mocejón aparece DNT en la muestra de tres gramos que han manejado Manzano y Santano y no en la de más de 80 que permanecía en un sobre cerrado o en la que la Guardia Civil remitió directamente a la Audiencia.
Pero, además, hoy aportamos otro dato esencial: en ninguno de los periódicos controles de calidad de alta precisión realizados en la fábrica de Unión Española de Explosivos ha aparecido jamás DNT en la Goma 2 ECO. ¿Cómo logrará en estas condiciones el Ministerio Público convencer al Tribunal de que lo que estalló en los trenes fue Goma 2 ECO un poquito contaminada, teniendo en cuenta, sobre todo, que el principal motivo de que el resultado del análisis no vaya a ser inapelable es su propia complicidad -o al menos complacencia- con la negligencia -o la manipulación- policial? Seguro que a los tres magistrados no les bastará ningún «¡vale ya!».
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