La policía no buscó coches sospechosos en Alcalá tras localizar la furgoneta el 11-M
27-07-04
11-M LA INVESTIGACION / LOS NUEVOS INDICIOS
La policía no buscó coches sospechosos en Alcalá tras localizar la furgoneta el 11-M
11-M LA INVESTIGACION / LOS NUEVOS INDICIOS
La policía no buscó coches sospechosos en Alcalá tras localizar la furgoneta el 11-M
El 15-J, dos días después del hallazgo del otro vehículo, la Brigada de Información de Madrid envió un escrito al juez de guardia afirmando que el contenido del coche era «intrascendente»
FERNANDO LAZARO
MADRID.- La actuación de la policía tras la localización de la famosa furgoneta aparcada en las cercanías de la estación de Alcalá de Henares el mismo día de los atentados no fue, precisamente, afortunada. «No es comprensible que ese mismo día, otro de los vehículos de los terroristas no fuera localizado después de que ya hubiera aparecido la furgoneta». Son muchos los mandos policiales que han mostrado una enorme sorpresa por el hecho de que hasta el día 13 de junio no apareciera el Skoda Fabia de los islamistas, «y porque avisó una vecina», añaden.
(.../...)
Según expertos en la lucha antiterrorista, el día 11 de marzo, tras el hallazgo de la furgoneta, se debió poner en marcha un despliegue especial en toda la zona, en todo lo que eran las inmediaciones de la estación de Alcalá, para buscar más vehículos sospechosos. «Se debían buscar más coches robados en aquella zona, una vez que se había confirmado que desde esa estación partieron los terroristas». De esta forma, el segundo vehículo de los terroristas hubiera sido descubierto casi con toda seguridad.
Los expertos policiales también muestran sorpresa ante el hecho de que, tras la denuncia de la vecina, los agentes no fueran conscientes de la posibilidad de que ese vehículo tuviera algo que ver con los atentados de Madrid, debido a la cercanía a la estación y a la zona donde estaba la furgoneta.
Toma de huellas
Sorpresa provocó también entre los expertos el hecho de que un coche localizado en la zona de influencia de los terroristas se devolviera a su dueño sin inspeccionarlo. Consideran que los agentes que llegaron a la zona deberían haber tomado las huellas, dentro del protocolo que se sigue con los vehículos robados.
Según precisaron fuentes de la investigación, tras la denuncia de la vecina de Alcalá, agentes de la Comisaría Provincial de esta localidad comprobaron que, efectivamente, estaba denunciado como robado y avisaron de su localización a la compañía de alquiler de coches Hertz, propietaria del vehículo.
Desde el principio, se trató el asunto como un caso de delincuencia común, nunca de terrorismo. Por este motivo, los agentes remitieron las diligencias correspondientes a los juzgados de Alcalá. El robo había sido denunciado hace casi un año por la compañía tras su desaparición en Alicante. Este vehículo estaba aparcado también en las inmediaciones de la estación de Alcalá, a apenas 30 metros de la furgoneta Renault Kangoo.
El mismo 13-J, o a primera hora del día 14, el vehículo fue entregado a esta compañía en un almacén de San Blas. Fue en las labores de limpieza, ya el día 15, donde se encontró la maleta. Además de varias prendas y artículos de aseo, los empleados localizaron dos cintas magnetofónicas y una funda de pistola. Por este motivo, telefonearon al 091. La sala de operaciones envió una patrulla y los policías del zeta notificaron a sus superiores el hallazgo de los empleados. Ante este hecho, el jefe de sala decidió advertir a la Brigada Provincial de Información, encargada de la lucha antiterrorista en Madrid y dependiente de la Jefatura Superior de Policía de esta comunidad. Los agentes de la Brigada se personaron en la zona y vieron los objetos que había en la maleta. En las diligencias elaboradas por estos agentes y remitidas al juzgado de guardia de Plaza de Castilla, califican de «contenido intrascendente» los enseres de la maleta. Informan al juez de que, además de la funda para pistola, ropa y útiles de aseo, había dos cintas, «una de ellas con música árabe».
Además de remitir el escrito al juez, deciden enviar el contenido de la maleta a la Comisaría General de la Policía Científica para que sea analizada. Es en estas dependencias donde se relaciona el hallazgo de este vehículo con los atentados del 11-M. Se reclama de nuevo el vehículo. Un portavoz de Hertz aclaró a EL MUNDO que, actualmente, dicho coche está en poder de la policía.
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Rastreo extenso, extraño relevo
En Alcalá, el dispositivo policial tras los atentados del 11-M no fue intenso, pero los responsables policiales sí hicieron una amplia labor de peinado en aquellos puntos en los que se produjeron las explosiones. Según explicaron a este periódico fuentes policiales, durante las primeras horas, efectivos de los servicios de información rastrearon en las cercanías de las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, y en la calle Téllez, a la búsqueda de coches sospechosos. Esa labor fue realizada a gran velocidad por los agentes ante las sospechas de que los terroristas hubieran colocado más explosivos en vehículos por la zona. Los especialistas barajaban la posibilidad de que los hubieran colocado en los lugares donde más acumulación de gente se podría producir durante las primeras horas.
El peinado realizado por los efectivos policiales no aportó resultado a las pesquisas, ya que no se encontró ningún vehículo más relacionado con los autores de los atentados.
Por otra parte, fuentes de la investigación precisaron a este periódico que, en fechas próximas a que se localizara el segundo vehículo utilizado por los terroristas, un Skoda Fabia, se produjo un relevo significativo en la Jefatura Superior de Policía de Madrid. El vehículo fue localizado el pasado 13 de junio. En esa semana, el jefe de Madrid, Miguel Angel Fernández Rancaño, decidió relevar en el cargo al hasta entonces responsable de la investigación del 11-M, el comisario de la Brigada Provincial de Información.
Desde la Jefatura se aseguró que ese relevo se producía a petición del propio comisario. Otras fuentes aseguran que la relación entre ambos no era buena, ya que el mando antiterrorista informaba de sus investigaciones a la Comisaría General de Información.
FERNANDO LAZARO
MADRID.- La actuación de la policía tras la localización de la famosa furgoneta aparcada en las cercanías de la estación de Alcalá de Henares el mismo día de los atentados no fue, precisamente, afortunada. «No es comprensible que ese mismo día, otro de los vehículos de los terroristas no fuera localizado después de que ya hubiera aparecido la furgoneta». Son muchos los mandos policiales que han mostrado una enorme sorpresa por el hecho de que hasta el día 13 de junio no apareciera el Skoda Fabia de los islamistas, «y porque avisó una vecina», añaden.
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Según expertos en la lucha antiterrorista, el día 11 de marzo, tras el hallazgo de la furgoneta, se debió poner en marcha un despliegue especial en toda la zona, en todo lo que eran las inmediaciones de la estación de Alcalá, para buscar más vehículos sospechosos. «Se debían buscar más coches robados en aquella zona, una vez que se había confirmado que desde esa estación partieron los terroristas». De esta forma, el segundo vehículo de los terroristas hubiera sido descubierto casi con toda seguridad.
Los expertos policiales también muestran sorpresa ante el hecho de que, tras la denuncia de la vecina, los agentes no fueran conscientes de la posibilidad de que ese vehículo tuviera algo que ver con los atentados de Madrid, debido a la cercanía a la estación y a la zona donde estaba la furgoneta.
Toma de huellas
Sorpresa provocó también entre los expertos el hecho de que un coche localizado en la zona de influencia de los terroristas se devolviera a su dueño sin inspeccionarlo. Consideran que los agentes que llegaron a la zona deberían haber tomado las huellas, dentro del protocolo que se sigue con los vehículos robados.
Según precisaron fuentes de la investigación, tras la denuncia de la vecina de Alcalá, agentes de la Comisaría Provincial de esta localidad comprobaron que, efectivamente, estaba denunciado como robado y avisaron de su localización a la compañía de alquiler de coches Hertz, propietaria del vehículo.
Desde el principio, se trató el asunto como un caso de delincuencia común, nunca de terrorismo. Por este motivo, los agentes remitieron las diligencias correspondientes a los juzgados de Alcalá. El robo había sido denunciado hace casi un año por la compañía tras su desaparición en Alicante. Este vehículo estaba aparcado también en las inmediaciones de la estación de Alcalá, a apenas 30 metros de la furgoneta Renault Kangoo.
El mismo 13-J, o a primera hora del día 14, el vehículo fue entregado a esta compañía en un almacén de San Blas. Fue en las labores de limpieza, ya el día 15, donde se encontró la maleta. Además de varias prendas y artículos de aseo, los empleados localizaron dos cintas magnetofónicas y una funda de pistola. Por este motivo, telefonearon al 091. La sala de operaciones envió una patrulla y los policías del zeta notificaron a sus superiores el hallazgo de los empleados. Ante este hecho, el jefe de sala decidió advertir a la Brigada Provincial de Información, encargada de la lucha antiterrorista en Madrid y dependiente de la Jefatura Superior de Policía de esta comunidad. Los agentes de la Brigada se personaron en la zona y vieron los objetos que había en la maleta. En las diligencias elaboradas por estos agentes y remitidas al juzgado de guardia de Plaza de Castilla, califican de «contenido intrascendente» los enseres de la maleta. Informan al juez de que, además de la funda para pistola, ropa y útiles de aseo, había dos cintas, «una de ellas con música árabe».
Además de remitir el escrito al juez, deciden enviar el contenido de la maleta a la Comisaría General de la Policía Científica para que sea analizada. Es en estas dependencias donde se relaciona el hallazgo de este vehículo con los atentados del 11-M. Se reclama de nuevo el vehículo. Un portavoz de Hertz aclaró a EL MUNDO que, actualmente, dicho coche está en poder de la policía.
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Rastreo extenso, extraño relevo
En Alcalá, el dispositivo policial tras los atentados del 11-M no fue intenso, pero los responsables policiales sí hicieron una amplia labor de peinado en aquellos puntos en los que se produjeron las explosiones. Según explicaron a este periódico fuentes policiales, durante las primeras horas, efectivos de los servicios de información rastrearon en las cercanías de las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, y en la calle Téllez, a la búsqueda de coches sospechosos. Esa labor fue realizada a gran velocidad por los agentes ante las sospechas de que los terroristas hubieran colocado más explosivos en vehículos por la zona. Los especialistas barajaban la posibilidad de que los hubieran colocado en los lugares donde más acumulación de gente se podría producir durante las primeras horas.
El peinado realizado por los efectivos policiales no aportó resultado a las pesquisas, ya que no se encontró ningún vehículo más relacionado con los autores de los atentados.
Por otra parte, fuentes de la investigación precisaron a este periódico que, en fechas próximas a que se localizara el segundo vehículo utilizado por los terroristas, un Skoda Fabia, se produjo un relevo significativo en la Jefatura Superior de Policía de Madrid. El vehículo fue localizado el pasado 13 de junio. En esa semana, el jefe de Madrid, Miguel Angel Fernández Rancaño, decidió relevar en el cargo al hasta entonces responsable de la investigación del 11-M, el comisario de la Brigada Provincial de Información.
Desde la Jefatura se aseguró que ese relevo se producía a petición del propio comisario. Otras fuentes aseguran que la relación entre ambos no era buena, ya que el mando antiterrorista informaba de sus investigaciones a la Comisaría General de Información.
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