‘Ni siquiera usted está por encima de la ley’
7-06-06
ALTO EL FUEGO / Duelo dialéctico / MARIANO RAJOY
RAJOY ACORRALA A ZAPATERO EN UNA VIBRANTE SESIÓN PARLAMENTARIA SOBRE LA NEGOCIACIÓN CON ETA
‘Ni siquiera usted está por encima de la ley’
El líder del PP «rompe toda relación con el Gobierno» y le «retira el apoyo» mientras no renuncie a la «ignominiosa reunión con la ilegalizada Batasuna.
Los 'populares' creen que el líder socialista «ganó tiempo» ayer «sin renunciar» a
su proyecto
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
ALTO EL FUEGO / Duelo dialéctico / MARIANO RAJOY
RAJOY ACORRALA A ZAPATERO EN UNA VIBRANTE SESIÓN PARLAMENTARIA SOBRE LA NEGOCIACIÓN CON ETA
‘Ni siquiera usted está por encima de la ley’
El líder del PP «rompe toda relación con el Gobierno» y le «retira el apoyo» mientras no renuncie a la «ignominiosa reunión con la ilegalizada Batasuna.
Los 'populares' creen que el líder socialista «ganó tiempo» ayer «sin renunciar» a
su proyecto
Mariano Rajoy anunció que su partido «rompe toda relación con el Gobierno» y que retira todo su apoyo para abordar el llamado proceso de paz mientras no renuncie a la «ignominiosa» reunión con la ilegalizada Batasuna.
El líder de la oposición hizo este anuncio en el Pleno del Congreso, en una vibrante sesión parlamentaria en la que se rechazó, con el voto de todos los demás grupos, una
moción del PP que pretendía limitar el diálogo con ETA.
«Ni siquiera usted está por encima de la ley», le dijo a José Luis Rodríguez Zapatero. Rajoy acorraló al presidente del Gobierno y éste habló de «rectificar » y de «aclarar malos entendidos», pero no renunció a la cita con Batasuna del secretario general del
PSE, Patxi López. Según dijo el presidente, que se celebre esa reunión «no supone pagar precio político », ni «vulnera ningún precepto ». Zapatero no se dio por enterado
del anuncio de ruptura y aseguró que aunque estaba en condiciones de pedir ya ayer el aval del Congreso para dialogar con ETA, retrasaba el hacerlo para intentar recuperar el consenso con todos los partidos.
El líder de la oposición hizo este anuncio en el Pleno del Congreso, en una vibrante sesión parlamentaria en la que se rechazó, con el voto de todos los demás grupos, una
moción del PP que pretendía limitar el diálogo con ETA.
«Ni siquiera usted está por encima de la ley», le dijo a José Luis Rodríguez Zapatero. Rajoy acorraló al presidente del Gobierno y éste habló de «rectificar » y de «aclarar malos entendidos», pero no renunció a la cita con Batasuna del secretario general del
PSE, Patxi López. Según dijo el presidente, que se celebre esa reunión «no supone pagar precio político », ni «vulnera ningún precepto ». Zapatero no se dio por enterado
del anuncio de ruptura y aseguró que aunque estaba en condiciones de pedir ya ayer el aval del Congreso para dialogar con ETA, retrasaba el hacerlo para intentar recuperar el consenso con todos los partidos.
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- El desplante de la socialista Gotzone Mora al presidente del Gobierno y el desaire de los representantes de las asociaciones de víctimas en su salida de la grada de invitados fue, para los populares, el colofón de una tarde previsible, triste, pero histórica, solemne y redonda.
(.../...)
Los escaños formaban ayer un paisaje uniforme, monolítico, en el respaldo a un orador al que volvían a aplaudir con orgullo como su líder. Una semana después del Debate sobre el estado de la Nación, Rajoy se tomaba la revancha, y su gente lo celebraba con la conciencia de que sea cual sea el resultado final de la guerra del proceso de paz, el PP, -«y con él, la mayoría de los españoles», decía uno de sus dirigentes- ganó ayer la batalla.
Las últimas palabras de su réplica a Zapatero marcaron la diferencia y sirvieron de frontera con el «pasado», cuyo recuerdo, en relación con la tregua de 1998, alentó una vez más el presidente. «Usted ha hecho caso omiso de las sentencias de los tribunales», afirmó Rajoy para recordar que en el año 98 Batasuna era legal. «Usted olvida la Ley», continuó, «no ha citado la Ley ni una sola vez en su intervención. Usted no es la Ley. Usted está sometido a la Ley como el resto de los españoles». «Ni siquiera usted está por encima de la Ley, señor presidente», terminó por afearle entre aplausos.
Para ese momento, los hombres próximos a Rajoy ya habían tomado la temperatura a Rodríguez Zapatero y habían concluido que en su intervención -por la que los más próximos al líder apostaban desde el inicio- sólo se dedicó a «ganar tiempo», con sus invitaciones al consenso, «sin renunciar» a sus planes.
«No se ha atrevido», decía un miembro de la cúpula, «a pedir al Congreso la autorización para hablar con ETA». «Pero no por nosotros», explicaba, «sino porque es consciente de que la opinión pública y los medios no están con él». «No quería», decía otro dirigente, «movilizar la protesta de las víctimas del próximo sábado».
Rajoy, por su parte, aludió a las víctimas, a Navarra y a la ley, en la defensa de su propuesta de Resolución. Pero, además, justificó su «ruptura» con el Gobierno en la propia elección de Zapatero, que ha preferido a Batasuna en contra del PP. Además, se entretuvo en explicar lo «difícil» que el presidente se lo ha puesto para mantenerle su apoyo en estos dos meses. «Yo, personalmente, he sufrido numerosas críticas por ello», confesó.
Justificaciones aparte, Rajoy fue contundente e implacable: «La única mesa que ETA necesita es aquella en la que vaya a depositar sus armas», dijo. «Mientras esta ignominia no se rectifique», prometió, «el PP rompe toda relación con el Gobierno».
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Los escaños formaban ayer un paisaje uniforme, monolítico, en el respaldo a un orador al que volvían a aplaudir con orgullo como su líder. Una semana después del Debate sobre el estado de la Nación, Rajoy se tomaba la revancha, y su gente lo celebraba con la conciencia de que sea cual sea el resultado final de la guerra del proceso de paz, el PP, -«y con él, la mayoría de los españoles», decía uno de sus dirigentes- ganó ayer la batalla.
Las últimas palabras de su réplica a Zapatero marcaron la diferencia y sirvieron de frontera con el «pasado», cuyo recuerdo, en relación con la tregua de 1998, alentó una vez más el presidente. «Usted ha hecho caso omiso de las sentencias de los tribunales», afirmó Rajoy para recordar que en el año 98 Batasuna era legal. «Usted olvida la Ley», continuó, «no ha citado la Ley ni una sola vez en su intervención. Usted no es la Ley. Usted está sometido a la Ley como el resto de los españoles». «Ni siquiera usted está por encima de la Ley, señor presidente», terminó por afearle entre aplausos.
Para ese momento, los hombres próximos a Rajoy ya habían tomado la temperatura a Rodríguez Zapatero y habían concluido que en su intervención -por la que los más próximos al líder apostaban desde el inicio- sólo se dedicó a «ganar tiempo», con sus invitaciones al consenso, «sin renunciar» a sus planes.
«No se ha atrevido», decía un miembro de la cúpula, «a pedir al Congreso la autorización para hablar con ETA». «Pero no por nosotros», explicaba, «sino porque es consciente de que la opinión pública y los medios no están con él». «No quería», decía otro dirigente, «movilizar la protesta de las víctimas del próximo sábado».
Rajoy, por su parte, aludió a las víctimas, a Navarra y a la ley, en la defensa de su propuesta de Resolución. Pero, además, justificó su «ruptura» con el Gobierno en la propia elección de Zapatero, que ha preferido a Batasuna en contra del PP. Además, se entretuvo en explicar lo «difícil» que el presidente se lo ha puesto para mantenerle su apoyo en estos dos meses. «Yo, personalmente, he sufrido numerosas críticas por ello», confesó.
Justificaciones aparte, Rajoy fue contundente e implacable: «La única mesa que ETA necesita es aquella en la que vaya a depositar sus armas», dijo. «Mientras esta ignominia no se rectifique», prometió, «el PP rompe toda relación con el Gobierno».
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