Otegi se jacta de que el PSE 'está en buen camino' y pide 'más compromisos'
4-06-06
ALTO EL FUEGO
Otegi se jacta de que el PSE 'está en buen camino' y pide 'más compromisos'
Zapatero reprocha ahora a Rajoy que no le llamara por teléfono antes de retirarle su apoyo
MARCOS IRIARTE
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Otegi se jacta de que el PSE 'está en buen camino' y pide 'más compromisos'
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MARCOS IRIARTE
DURANGO.- El líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, no disimuló ayer su euforia. Tras jactarse de que la izquierda abertzale haya logrado «derrotar todas y cada una de las estrategias represivas» desplegadas contra ella, aseguró que el proceso «está en el buen camino».
(.../...)
Según dijo, esto es así por el «compromiso» adoptado por el PSE al reconocer a su formación «como un interlocutor político».«Eso sí», advirtió, «todavía no han desaparecido los riesgos» y son necesarios «más compromisos».
Arnaldo Otegi, protagonista indiscutible del acto que el sindicato abertzale LAB celebró ayer en la localidad vizcaína de Durango, no dudó en aplaudir el giro que, a sus ojos, se ha producido en los últimos días en torno al eventual proceso de paz.
A su juicio, el escenario es hoy «mucho mejor» que hace una semana, después de que los socialistas vascos hayan hecho públicos «su reconocimiento de la interlocución de la izquierda abertzale» así como su voluntad de «poner en marcha» la mesa de partidos «en los próximos meses».
«Está bien, está en el buen camino, porque eso significa que hay compromiso con el proceso democrático, que es lo que interesa a la izquierda abertzale», sentenció Arnaldo Otegi.
El líder de Batasuna destacó que uno de los aspectos más «positivos» del anuncio realizado por Patxi López el pasado martes, tras acabar la primera jornada del Debate sobre el estado de la Nación, es que el «PSE reconoce la necesidad del debate político» en torno a la mesa de partidos, «reconociendo incluso que es necesario buscar acuerdos para el futuro de este país superando los conflictos del pasado».
Pero el portavoz de la ilegalizada Batasuna fue más allá: consideró que el hecho de que el PSE vaya a oficializar sus contactos con ellos, así como el hecho de que hayan quedado en libertad los ocho miembros de la Mesa Nacional de Batasuna que esta semana fueron citados en la Audiencia Nacional acusados de burlar su ilegalización, «demuestran» que la izquierda abertzale ha conseguido «derrotar todas y cada una de las estrategias políticas y represivas» desplegadas contra ella; unas estrategias, a su juicio, encaminadas a «cerrar definitivamente la puerta a la autodeterminación de los vascos».
Así, Otegi quiso compartir esta «victoria» con «todos aquellos que hemos dejado por el camino y que están en las cárceles o en el exilio». «A ellos», proclamó, «también les corresponde ser los protagonistas de esta victoria».
Pero el tono triunfalista de la intervención de Otegi pronto se tornó en advertencia: «Hoy podemos decir que estamos mucho mejor, pero todavía no han desaparecido los riesgos, sigue existiendo la represión».
El líder de Batasuna consideró que los pasos dados hasta ahora por el PSOE no son suficientes para afianzar el camino hacia la paz -la situación sigue siendo «grave», apuntó en euskara- y le exigió que adopte «más compromisos con el proceso», así como que ponga fin a esa política de «represión» que, a sus ojos, está desplegada contra la izquierda abertzale.
Su exigencia no estaba dirigida únicamente hacia el PSOE, como demostró con una alusión directa al PNV: «Hacen falta más compromisos con el proceso y menos represión. Pero no me refiero sólo a la represión que se dirige desde el Estado a través de la Audiencia Nacional y las fuerzas de ocupación, también exigimos menos represión y más compromiso a ésos que utilizan la Ertzaintza para golpear a los jóvenes en este país». «Eso, en este país, sobra y estorba», apostilló.
En la misma línea se expresó también el secretario general del sindicato LAB y miembro de la Mesa Nacional de Batasuna, Rafa Díez Usabiaga, quien tomó la palabra inmediatamente después de Otegi. «Los avances son innegables», apuntó, «pero pronto aparecerán nuevos riesgos en el horizonte».
Y es que Díez Usabiaga quiso advertir a su militancia de que, aunque «los avances son objetivos», algunos sectores «están ya hoy cocinando terapias nuevas para intentar condicionar lo que es la columna vertebral del futuro de este país»; una columna vertebral erigida sobre dos pilares: la territorialidad y el derecho de autodeterminación.
Al igual que Otegi, el líder sindical celebró que la izquierda abertzale haya sido capaz de burlar su ilegalización: «Hemos neutralizado los instrumentos jurídico políticos que pretendían diluir» el camino hacia «el derecho de la sociedad vasca a decidir libre y democráticamente su futuro» y consideró que, «llegados a este punto», no se puede consentir que nadie «juegue o especule» con la «ilusión» de la sociedad vasca ante esta «oportunidad histórica».
Otegi y Díez Usabiaga lanzaron ayer estas reflexiones desde el atril de un acto político organizado en la localidad vizcaína de Durango por el sindicato LAB en el que se homenajeó al fallecido Jon Idígoras y que fue precedido de una manifestación secundada por unas 2.000 personas, convocada contra las supuestas «agresiones» que, según la izquierda abertzale, sufre el proceso de paz.
Bajo el lema Konponbide democratikoa orain. Erasorik ez (Una solución democrática ahora. No a las agresiones), la marcha transcurrió sin incidentes mientras los participantes corearon gritos a favor del acercamiento de los presos, la amnistía y la independencia del pueblo vasco. Tanto la manifestación como el acto político posterior contaron con una nutrida representación de la ilegalizada Batasuna. Además de los mencionados Otegi y Díez Usabiaga, acudieron los miembros de la Mesa Nacional Rufino Etxebarria, Eusebio Lasa, Karmelo Landa, Juan José Petrikorena e Imanol Iparragirre. Además, participaron la parlamentaria del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV-EHAK), Maite Aranburu, y la abogada de Batasuna Arantza Zulueta.
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Según dijo, esto es así por el «compromiso» adoptado por el PSE al reconocer a su formación «como un interlocutor político».«Eso sí», advirtió, «todavía no han desaparecido los riesgos» y son necesarios «más compromisos».
Arnaldo Otegi, protagonista indiscutible del acto que el sindicato abertzale LAB celebró ayer en la localidad vizcaína de Durango, no dudó en aplaudir el giro que, a sus ojos, se ha producido en los últimos días en torno al eventual proceso de paz.
A su juicio, el escenario es hoy «mucho mejor» que hace una semana, después de que los socialistas vascos hayan hecho públicos «su reconocimiento de la interlocución de la izquierda abertzale» así como su voluntad de «poner en marcha» la mesa de partidos «en los próximos meses».
«Está bien, está en el buen camino, porque eso significa que hay compromiso con el proceso democrático, que es lo que interesa a la izquierda abertzale», sentenció Arnaldo Otegi.
El líder de Batasuna destacó que uno de los aspectos más «positivos» del anuncio realizado por Patxi López el pasado martes, tras acabar la primera jornada del Debate sobre el estado de la Nación, es que el «PSE reconoce la necesidad del debate político» en torno a la mesa de partidos, «reconociendo incluso que es necesario buscar acuerdos para el futuro de este país superando los conflictos del pasado».
Pero el portavoz de la ilegalizada Batasuna fue más allá: consideró que el hecho de que el PSE vaya a oficializar sus contactos con ellos, así como el hecho de que hayan quedado en libertad los ocho miembros de la Mesa Nacional de Batasuna que esta semana fueron citados en la Audiencia Nacional acusados de burlar su ilegalización, «demuestran» que la izquierda abertzale ha conseguido «derrotar todas y cada una de las estrategias políticas y represivas» desplegadas contra ella; unas estrategias, a su juicio, encaminadas a «cerrar definitivamente la puerta a la autodeterminación de los vascos».
Así, Otegi quiso compartir esta «victoria» con «todos aquellos que hemos dejado por el camino y que están en las cárceles o en el exilio». «A ellos», proclamó, «también les corresponde ser los protagonistas de esta victoria».
Pero el tono triunfalista de la intervención de Otegi pronto se tornó en advertencia: «Hoy podemos decir que estamos mucho mejor, pero todavía no han desaparecido los riesgos, sigue existiendo la represión».
El líder de Batasuna consideró que los pasos dados hasta ahora por el PSOE no son suficientes para afianzar el camino hacia la paz -la situación sigue siendo «grave», apuntó en euskara- y le exigió que adopte «más compromisos con el proceso», así como que ponga fin a esa política de «represión» que, a sus ojos, está desplegada contra la izquierda abertzale.
Su exigencia no estaba dirigida únicamente hacia el PSOE, como demostró con una alusión directa al PNV: «Hacen falta más compromisos con el proceso y menos represión. Pero no me refiero sólo a la represión que se dirige desde el Estado a través de la Audiencia Nacional y las fuerzas de ocupación, también exigimos menos represión y más compromiso a ésos que utilizan la Ertzaintza para golpear a los jóvenes en este país». «Eso, en este país, sobra y estorba», apostilló.
En la misma línea se expresó también el secretario general del sindicato LAB y miembro de la Mesa Nacional de Batasuna, Rafa Díez Usabiaga, quien tomó la palabra inmediatamente después de Otegi. «Los avances son innegables», apuntó, «pero pronto aparecerán nuevos riesgos en el horizonte».
Y es que Díez Usabiaga quiso advertir a su militancia de que, aunque «los avances son objetivos», algunos sectores «están ya hoy cocinando terapias nuevas para intentar condicionar lo que es la columna vertebral del futuro de este país»; una columna vertebral erigida sobre dos pilares: la territorialidad y el derecho de autodeterminación.
Al igual que Otegi, el líder sindical celebró que la izquierda abertzale haya sido capaz de burlar su ilegalización: «Hemos neutralizado los instrumentos jurídico políticos que pretendían diluir» el camino hacia «el derecho de la sociedad vasca a decidir libre y democráticamente su futuro» y consideró que, «llegados a este punto», no se puede consentir que nadie «juegue o especule» con la «ilusión» de la sociedad vasca ante esta «oportunidad histórica».
Otegi y Díez Usabiaga lanzaron ayer estas reflexiones desde el atril de un acto político organizado en la localidad vizcaína de Durango por el sindicato LAB en el que se homenajeó al fallecido Jon Idígoras y que fue precedido de una manifestación secundada por unas 2.000 personas, convocada contra las supuestas «agresiones» que, según la izquierda abertzale, sufre el proceso de paz.
Bajo el lema Konponbide democratikoa orain. Erasorik ez (Una solución democrática ahora. No a las agresiones), la marcha transcurrió sin incidentes mientras los participantes corearon gritos a favor del acercamiento de los presos, la amnistía y la independencia del pueblo vasco. Tanto la manifestación como el acto político posterior contaron con una nutrida representación de la ilegalizada Batasuna. Además de los mencionados Otegi y Díez Usabiaga, acudieron los miembros de la Mesa Nacional Rufino Etxebarria, Eusebio Lasa, Karmelo Landa, Juan José Petrikorena e Imanol Iparragirre. Además, participaron la parlamentaria del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV-EHAK), Maite Aranburu, y la abogada de Batasuna Arantza Zulueta.
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