UNA FIEBRE DE CONDONACIONES CON UN UNICO BENEFICIARIO
09-06-06
Editorial
UNA FIEBRE DE CONDONACIONES CON UN UNICO BENEFICIARIO
Editorial
UNA FIEBRE DE CONDONACIONES CON UN UNICO BENEFICIARIO
Se diría que los banqueros padecen una fiebre contagiosa desde que Zapatero ganó las elecciones hace dos años. Esa fiebre que se extiende por las instituciones financieras se manifiesta mediante un síntoma inequívoco: que quienes la padecen condonan generosamente créditos al PSOE en unas condiciones que ya les gustaría a sus demás clientes.
EL MUNDO revela hoy que la caja vizcaína BBK perdonó al PSOE en marzo pasado una suma de 21 millones de euros, que correspondía a intereses vencidos y no pagados de varios préstamos del PSE y de Euzkadiko Ezquerra (EE), formación absorbida por los socialistas.
Estos créditos habían sido solicitados durante los años 80 -coincidiendo con la etapa en la que el PSOE montó Filesa para financiarse ilegalmente- y sencillamente no habían sido devueltos. Ahora el PSOE ha llegado a un acuerdo con la BBK para liquidarlos con una rebaja más que sustancial, ya que solamente ha desembolsado 3,5 millones, una cantidad muchísimo menor a la deuda contraída.
EL MUNDO informaba ayer de otro acuerdo muy similar con el Banco Santander, que también acaba de perdonar el pago de 12 millones de euros al PSOE tras 19 años de impago. La entidad financiera ha condonado los intereses acumulados a cambio del desembolso de 3,4 millones de euros. Pero, además de estos dos casos recientes, existe el conocido precedente de la condonación de intereses por valor de 7,1 millones de euros de La Caixa al PSC en diciembre de 2004, cuando la entidad catalana ya planeaba el asalto de Gas Natural sobre Endesa.
Los dirigentes socialistas argumentan que se trata de operaciones destinadas a regularizar deudas contraídas hace dos décadas y ello es cierto. Pero también lo es que el PSOE ha obtenido un descarado trato de favor, ya que las cajas y los bancos no acostumbran a perdonar los intereses a sus clientes. En el caso de La Caixa, existe el agravante del do ut des, que no aparece de forma evidente en los casos de la BBK y el Santander. Pero a nadie se le escapa que el PSOE debe un inmenso favor a estas dos entidades financieras, que tan generosamente se han comportado.
La condonación de deudas no sólo supone una flagrante violación de la Ley de Financiación de Partidos y de las reglas del fair play sino que además coloca a la formación política beneficiaria en clara ventaja sobre sus adversarios que pagan escrupulosamente sus deudas.
Los partidos en España han gastado históricamente mucho más de lo que ingresaban, lo que les ha obligado a un alto nivel de endeudamiento. El PSOE, por ejemplo, debe 63 millones de euros, mientras que el PP adeuda 30 millones.
Estas candidades tienen que ser devueltas sin favoritismo alguno de los bancos y menos de las cajas, en las que existe representación política de los partidos. Zapatero abogó por reformar la ley vigente, pero lo que hay que hacer es cumplirla. Es lo menos que se les puede exigir a quienes gobiernan y dicen trabajar por el interés de todos.
EL MUNDO revela hoy que la caja vizcaína BBK perdonó al PSOE en marzo pasado una suma de 21 millones de euros, que correspondía a intereses vencidos y no pagados de varios préstamos del PSE y de Euzkadiko Ezquerra (EE), formación absorbida por los socialistas.
Estos créditos habían sido solicitados durante los años 80 -coincidiendo con la etapa en la que el PSOE montó Filesa para financiarse ilegalmente- y sencillamente no habían sido devueltos. Ahora el PSOE ha llegado a un acuerdo con la BBK para liquidarlos con una rebaja más que sustancial, ya que solamente ha desembolsado 3,5 millones, una cantidad muchísimo menor a la deuda contraída.
EL MUNDO informaba ayer de otro acuerdo muy similar con el Banco Santander, que también acaba de perdonar el pago de 12 millones de euros al PSOE tras 19 años de impago. La entidad financiera ha condonado los intereses acumulados a cambio del desembolso de 3,4 millones de euros. Pero, además de estos dos casos recientes, existe el conocido precedente de la condonación de intereses por valor de 7,1 millones de euros de La Caixa al PSC en diciembre de 2004, cuando la entidad catalana ya planeaba el asalto de Gas Natural sobre Endesa.
Los dirigentes socialistas argumentan que se trata de operaciones destinadas a regularizar deudas contraídas hace dos décadas y ello es cierto. Pero también lo es que el PSOE ha obtenido un descarado trato de favor, ya que las cajas y los bancos no acostumbran a perdonar los intereses a sus clientes. En el caso de La Caixa, existe el agravante del do ut des, que no aparece de forma evidente en los casos de la BBK y el Santander. Pero a nadie se le escapa que el PSOE debe un inmenso favor a estas dos entidades financieras, que tan generosamente se han comportado.
La condonación de deudas no sólo supone una flagrante violación de la Ley de Financiación de Partidos y de las reglas del fair play sino que además coloca a la formación política beneficiaria en clara ventaja sobre sus adversarios que pagan escrupulosamente sus deudas.
Los partidos en España han gastado históricamente mucho más de lo que ingresaban, lo que les ha obligado a un alto nivel de endeudamiento. El PSOE, por ejemplo, debe 63 millones de euros, mientras que el PP adeuda 30 millones.
Estas candidades tienen que ser devueltas sin favoritismo alguno de los bancos y menos de las cajas, en las que existe representación política de los partidos. Zapatero abogó por reformar la ley vigente, pero lo que hay que hacer es cumplirla. Es lo menos que se les puede exigir a quienes gobiernan y dicen trabajar por el interés de todos.
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