Marlaska impide por la fuerza que la ilegal Batasuna dé una rueda de prensa
8-06-06
ALTO EL FUEGO / El magistrado recuerda que la formación tiene suspendidas sus actividades / Prohibió el acto tras ser avisado de su convocatoria por las Fuerzas de Seguridad y sin consultar a la Fiscalía de la Audiencia
Marlaska impide por la fuerza que la ilegal Batasuna dé una rueda de prensa
Envió a la Policía Nacional al acto celebrado en Pamplona sin consultar al fiscal
M. IRIARTE / M. MARRACO
ALTO EL FUEGO / El magistrado recuerda que la formación tiene suspendidas sus actividades / Prohibió el acto tras ser avisado de su convocatoria por las Fuerzas de Seguridad y sin consultar a la Fiscalía de la Audiencia
Marlaska impide por la fuerza que la ilegal Batasuna dé una rueda de prensa
Envió a la Policía Nacional al acto celebrado en Pamplona sin consultar al fiscal
M. IRIARTE / M. MARRACO
BILBAO/MADRID.- Batasuna se quedó ayer con la palabra en la boca.Tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía impidieron por la fuerza, en virtud de una orden del juez Fernando Grande-Marlaska, que la formación ilegalizada ofreciera una rueda de prensa en el Hotel Tres Reyes de Pamplona.
(.../...)
En el acto, convocado a las 11.00 horas, Pernando Barrena se disponía a presentar el documento de Batasuna Propuesta de Bases para afianzar el proceso democrático en Nafarroa.
Para adoptar su decisión, el magistrado de la Audiencia Nacional se basa en la suspensión de actividades de Batasuna que acordó el pasado 17 de enero. También hace referencia a su auto del pasado día 1, tras la última comparecencia judicial de Arnaldo Otegi, en el que «se hace constar cómo dicha organización ilegalizada sigue actuando en la vida pública».
El magistrado señala en su auto de ayer que, pese a la ilegalización del Tribunal Supremo y la suspensión de la Audiencia Nacional, los dirigentes de Batasuna siguen actuando «en su calidad de mahaikides de la Mesa Nacional, extremo reconocido por Joseba Permach en entrevista a Radio Euskadi de fecha 25.05.06, y nunca en ejercicio de derechos civiles y políticos individuales».
Tras recibir a primera hora de la mañana un informe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI), de la Policía Nacional, a instancias de la Delegación del Gobierno en Navarra, sobre la convocatoria de este acto, Grande-Marlaska dictó una resolución en la que ordenaba que se adoptaran «las medidas necesarias para impedir la celebración del acto» y que, caso de haberse iniciado, se tomasen «las medidas para su suspensión, levantado la oportuna acta».
Y así fue. Cuando apenas había comenzado a hablar ante una decena de periodistas el miembro de la Mesa Nacional de Batasuna Juan Kruz Aldasoro, tres agentes de la Policía Nacional, uno de ellos vestido de paisano, irrumpieron en la sala y enseñaron a Pernando Barrena -y le entregaron copia- el acta de suspensión ordenada por el juez. Barrena y Aldasoro, que no salían de su asombro, abandonaron las instalaciones del hotel sin que se produjeran mayores incidentes y citaron a la prensa en la calle, a escasos metros, para dar su opinión sobre lo ocurrido.
Tanto Barrena como Aldasoro comparecieron la semana pasada ante Grande-Marlaska por su pertenencia a la nueva dirección de Batasuna, al igual que otros seis dirigentes abertzales, Otegi entre ellos.Excepto en el caso de Joseba Permach, todos quedaron en libertad sin nuevas medidas cautelares.
Ayer, Grande-Marlaska ordenó que se impidiese el acto sin consultar previamente a la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
El lugar escogido por Batasuna para su rueda de prensa -el Hotel Tres Reyes- es, precisamente, el que empleó para presentar su nueva Mesa Nacional y, posteriormente, su grupo de negociadores.En el caso de ayer, el alquiler del salón Velate había sido hecho a nombre del propio Pernando Barrena.
Es la primera vez que la Policía interrumpe una rueda de prensa de la formación ilegalizada y obliga a sus dirigentes a dispersarse por vulnerar su suspensión de sus actividades. Y eso que la Delegación del Gobierno en Navarra, según precisaron ayer a este periódico fuentes internas, ha pasado informes a la Audiencia Nacional «de todos y cada uno» de los actos organizados por Batasuna o sus dirigentes en Navarra -ya fueran manifestaciones o ruedas de prensa-, tal y como estableció Grande-Marlaska en su auto del pasado 17 de enero en el que prorrogó por dos años la suspensión de actividades de Batasuna que decretó de inicio el juez Baltasar Garzón.
Desde entonces, la formación ilegalizada sí que ha visto mermada su actividad pública en Navarra, con 36 actos prohibidos e impedidos por la Policía, según recordaron ayer en la Delegación del Gobierno, al menos desde que Vicente Ripa ocupa el puesto de delegado.
Que la Delegación del Gobierno en Navarra informa a la Audiencia Nacional de las actividades de Batasuna no era ningún secreto.El propio Ripa lo anunció públicamente hace dos semanas tras la rueda de prensa en la que la formación ilegalizada presentó a los seis miembros de su «comisión negociadora» para la eventual mesa de partidos.
Pero que Batasuna convoca actos con su nombre a plena luz del día tampoco es ningún secreto. Sólo un día antes de lo ocurrido ayer en Pamplona, Arnaldo Otegi compareció junto al líder del Sinn Fein, Gerry Adams, en un hotel bilbaíno. Desde allí, Adams lanzó una reflexión casi premonitoria de lo que iba a ocurrir ayer: «Tal y como tengo entendido, según la ley española, a día hoy todo el mundo aquí está cometiendo un delito. (...) ¿Está diciendo alguien que los participantes en esta conferencia de prensa deberían ser detenidos y llevados a la cárcel?», se preguntó.Sólo unas horas después, Grande-Marlaska dictaba una resolución judicial para impedir el siguiente acto de Batasuna.
La formación ilegalizada ha convocado una manifestación en Pamplona el próximo día 17 para exigir la constitución de una mesa de partidos. La asociación Dignidad y Justicia instó ayer al juez a que impida su celebración.
En el mismo escrito, esta asociación solicita «que se requiera al Partido Socialista de Euskadi a fin de que se abstenga de mantener reuniones de índole político con la organización ilegalizada Batasuna».
En los sucesivos autos dictados desde el pasado 17 de enero sobre la cuestión, Grande-Marlaska ha pedido insistentemente a las Fuerzas de Seguridad que impidan todos los actos de Batasuna de que tengan noticia sin necesidad de consultarle previamente en cada ocasión.
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En el acto, convocado a las 11.00 horas, Pernando Barrena se disponía a presentar el documento de Batasuna Propuesta de Bases para afianzar el proceso democrático en Nafarroa.
Para adoptar su decisión, el magistrado de la Audiencia Nacional se basa en la suspensión de actividades de Batasuna que acordó el pasado 17 de enero. También hace referencia a su auto del pasado día 1, tras la última comparecencia judicial de Arnaldo Otegi, en el que «se hace constar cómo dicha organización ilegalizada sigue actuando en la vida pública».
El magistrado señala en su auto de ayer que, pese a la ilegalización del Tribunal Supremo y la suspensión de la Audiencia Nacional, los dirigentes de Batasuna siguen actuando «en su calidad de mahaikides de la Mesa Nacional, extremo reconocido por Joseba Permach en entrevista a Radio Euskadi de fecha 25.05.06, y nunca en ejercicio de derechos civiles y políticos individuales».
Tras recibir a primera hora de la mañana un informe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI), de la Policía Nacional, a instancias de la Delegación del Gobierno en Navarra, sobre la convocatoria de este acto, Grande-Marlaska dictó una resolución en la que ordenaba que se adoptaran «las medidas necesarias para impedir la celebración del acto» y que, caso de haberse iniciado, se tomasen «las medidas para su suspensión, levantado la oportuna acta».
Y así fue. Cuando apenas había comenzado a hablar ante una decena de periodistas el miembro de la Mesa Nacional de Batasuna Juan Kruz Aldasoro, tres agentes de la Policía Nacional, uno de ellos vestido de paisano, irrumpieron en la sala y enseñaron a Pernando Barrena -y le entregaron copia- el acta de suspensión ordenada por el juez. Barrena y Aldasoro, que no salían de su asombro, abandonaron las instalaciones del hotel sin que se produjeran mayores incidentes y citaron a la prensa en la calle, a escasos metros, para dar su opinión sobre lo ocurrido.
Tanto Barrena como Aldasoro comparecieron la semana pasada ante Grande-Marlaska por su pertenencia a la nueva dirección de Batasuna, al igual que otros seis dirigentes abertzales, Otegi entre ellos.Excepto en el caso de Joseba Permach, todos quedaron en libertad sin nuevas medidas cautelares.
Ayer, Grande-Marlaska ordenó que se impidiese el acto sin consultar previamente a la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
El lugar escogido por Batasuna para su rueda de prensa -el Hotel Tres Reyes- es, precisamente, el que empleó para presentar su nueva Mesa Nacional y, posteriormente, su grupo de negociadores.En el caso de ayer, el alquiler del salón Velate había sido hecho a nombre del propio Pernando Barrena.
Es la primera vez que la Policía interrumpe una rueda de prensa de la formación ilegalizada y obliga a sus dirigentes a dispersarse por vulnerar su suspensión de sus actividades. Y eso que la Delegación del Gobierno en Navarra, según precisaron ayer a este periódico fuentes internas, ha pasado informes a la Audiencia Nacional «de todos y cada uno» de los actos organizados por Batasuna o sus dirigentes en Navarra -ya fueran manifestaciones o ruedas de prensa-, tal y como estableció Grande-Marlaska en su auto del pasado 17 de enero en el que prorrogó por dos años la suspensión de actividades de Batasuna que decretó de inicio el juez Baltasar Garzón.
Desde entonces, la formación ilegalizada sí que ha visto mermada su actividad pública en Navarra, con 36 actos prohibidos e impedidos por la Policía, según recordaron ayer en la Delegación del Gobierno, al menos desde que Vicente Ripa ocupa el puesto de delegado.
Que la Delegación del Gobierno en Navarra informa a la Audiencia Nacional de las actividades de Batasuna no era ningún secreto.El propio Ripa lo anunció públicamente hace dos semanas tras la rueda de prensa en la que la formación ilegalizada presentó a los seis miembros de su «comisión negociadora» para la eventual mesa de partidos.
Pero que Batasuna convoca actos con su nombre a plena luz del día tampoco es ningún secreto. Sólo un día antes de lo ocurrido ayer en Pamplona, Arnaldo Otegi compareció junto al líder del Sinn Fein, Gerry Adams, en un hotel bilbaíno. Desde allí, Adams lanzó una reflexión casi premonitoria de lo que iba a ocurrir ayer: «Tal y como tengo entendido, según la ley española, a día hoy todo el mundo aquí está cometiendo un delito. (...) ¿Está diciendo alguien que los participantes en esta conferencia de prensa deberían ser detenidos y llevados a la cárcel?», se preguntó.Sólo unas horas después, Grande-Marlaska dictaba una resolución judicial para impedir el siguiente acto de Batasuna.
La formación ilegalizada ha convocado una manifestación en Pamplona el próximo día 17 para exigir la constitución de una mesa de partidos. La asociación Dignidad y Justicia instó ayer al juez a que impida su celebración.
En el mismo escrito, esta asociación solicita «que se requiera al Partido Socialista de Euskadi a fin de que se abstenga de mantener reuniones de índole político con la organización ilegalizada Batasuna».
En los sucesivos autos dictados desde el pasado 17 de enero sobre la cuestión, Grande-Marlaska ha pedido insistentemente a las Fuerzas de Seguridad que impidan todos los actos de Batasuna de que tengan noticia sin necesidad de consultarle previamente en cada ocasión.
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