«El PSE negociará públicamente con Batasuna aunque esté ilegalizada»

21-05-06

EL FUTURO DEL PAIS VASCO / La entrevista / JUAN JOSÉ IBARRETXE / 'Lehendakari'

«El PSE negociará públicamente con Batasuna aunque esté ilegalizada»

Asegura que «la postura de la sociedad vasca respecto a la exigencia del fin de la violencia es más fuerte que nunca pero siempre ha sido modélica», que sin el «derecho a decidir no hay solución» y que no hace falta cambiar la Constitución porque «la actualización de los derechos históricos vascos» es el modo de garantizarlo

M. RAMIREZ / A. ESCRIVA

VITORIA.- El lehendakari se muestra como una de las personas más esperanzadas de Euskadi en el proceso iniciado para el final del terrorismo. Tanto que pone la mano en el fuego por su irreversibilidad.Ibarretxe realiza esfuerzos titánicos para que no se relacionen las futuras negociaciones políticas con el anuncio de alto el fuego de ETA; atribuye todo el mérito de su anuncio a la sociedad vasca, lejos de olvidarse del su plan, idea procedimientos para recuperar su vigencia, y se resiste a perder protagonismo. Apela a la discreción, pero tras reunirse con el presidente Zapatero, da la impresión de estar en el secreto de asuntos que el resto ignoramos.
(.../...)

Pregunta.- ¿Cree que la entrevista concedida por ETA a Gara suscita dudas o que, como asegura el Gobierno, es de consumo interno?

Respuesta.- Lo importante no es la opinión de uno o de otro, sino la posición de la sociedad vasca. A mí me parece que tenemos una oportunidad maravillosa para construir la paz, para construir acuerdos políticos y eso me parece lo realmente relevante, no lo que diga ETA.

P.- Pero es ETA quien tiene que tomar la decisión de dejar de matar, que es lo fundamental en todo este asunto, porque la cuestión política en una democracia está resuelta, y, por lo tanto, lo que diga ETA sobre si va a asesinar o no, es relevante.

R.- Si, pero la única decisión pendiente es la de la sociedad vasca, que es la única protagonista de este proceso, es la que ha conseguido que se haya producido la declaración de alto el fuego permanente y es la que decidirá nuestro futuro.

P.- Pero la sociedad vasca siempre ha querido que ETA deje de matar y ETA no ha hecho caso. Y es ETA quien dice cuáles son las condiciones para dejar el terrorismo.

R.- No, el protagonismo es de la sociedad vasca.

P.- ETA sigue diciendo que hay una serie de nudos por desatar, la autodeterminación y la territorialidad, y deja abierta la irreversibilidad del alto el fuego. ¿Cuáles son los elementos que le llevan al optimismo?

R.- Estoy absolutamente convencido de que este es un camino que no tiene vuelta atrás porque la sociedad vasca no va a permitir nunca más ningún tipo de violencia.

P.- Lo que está usted afirmando implícitamente es que si ha habido violencia antes es porque la sociedad vasca lo permitía.

R.- Lo que existe es una posición absolutamente cerrada, globalmente más fuerte que nunca. Siempre hemos tenido una sociedad a la que es preciso alabar porque ha sido modélica en relación con la exigencia del fin de la violencia. No seré yo quien la ponga en tela de juicio.

P.- ¿La tutela que intenta ejercer ETA, no lastra ya de entrada la puesta en marcha de una mesa de partidos en la que se va a hablar de lo que ella pide?

R.- De política tenemos que hablar los partidos y ustedes me están preguntando de política en relación con ETA. Somos los partidos políticos los que ostentamos la legitimidad para hablar de política.

P.- Pero es que en el campo de juego de la política siempre han estado los partidos y el Parlamento, de modo que, si fuera por eso, no se necesitaría otro escenario. ¿A usted no le parece que la forma de que ETA no tutele nada es que se disuelva antes de que se hable de cualquier cuestión política y más si es en una mesa fuera del Parlamento?

R.- El problema político es muy anterior a la existencia de ETA.Haríais muy mal los medios de comunicación si trasladarais a España que el problema político del pueblo vasco está directamente ligado con la violencia. Si desaparece ETA y no resolvemos los problemas políticos, estos seguirán existiendo.

P.- Pero ¿por qué han descartado algo que parece lógico, como es la disolución previa de la banda?

R.- Porque se ha establecido un determinado camino y hay mayoría de partidos que estamos de acuerdo con ello. Punto.

P.- Lo de no mezclar la paz y la política se contradice con cuando decía que el plan Ibarretxe, el proyecto político de su Gobierno, iba a ser bueno para conseguir la paz.

R.- Para una solución política.

P.- ¿No habría que dejar transcurrir un tiempo entre una cosa y otra para que no parezca que se paga un precio?

R.- No. Son dos caminos que no deben mezclarse pero deben abordarse.Estamos ante un proceso de verificación y debemos de ser capaces de, tras el verano, poner en marcha el diálogo multipartito.

P.- Hay quienes piensan que es necesario para que haya una etapa de reconciliación, de regeneración moral, que no se aborden asuntos políticos hasta que, con los años, no se restañen las heridas.

R.- No hay que mezclar el camino de la paz, que tiene que tener su propio mecanismo, y la política. Un camino no puede hipotecar a otro.

P.- Pero eso es una especie de falacia. ¿Cómo no se van a mezclar dos caminos cuando ETA, que tiene unos objetivos políticos los mezcla y justifica que mata para conseguirlos?

R.- No es ninguna falacia. Ya le he contestado.

P.- Lo que está claro es que la propuesta de las dos mesas -una de ellas para discutir de asuntos políticos- es una propuesta que hacen ETA y Batasuna.

R.- Esa es la metodología de la que hemos hablado todos los partidos a lo largo de muchos años.

P.- Pero se pone en marcha cuando ETA y Batasuna la proponen en Anoeta.

R.- Si se revisan las propuestas que han hecho los diferentes lehendakaris, se verá que la metodología es algo que se repite.Pero lo verdaderamente importante es que estamos ante una oportunidad para conseguir la paz .

P.- ¿La paz, aunque haya cesiones políticas al asumir una metodología impulsada por ETA?

R.- Está mezclando otra vez, paz y política.

P.- Usted aseguró que si esto fracasa habría que dar paso a una nueva generación. ¿Qué significa esto, qué nuevos planteamientos debería realizar esta nueva generación?

R.- Dije exactamente lo que dije. Si somos incapaces de aprovechar esta oportunidad, estaríamos ante la necesidad de un recambio generacional de los agentes. Pero estoy convencido de que vamos a resolver la situación y alcanzar una relación amable entre Euskadi y España.

P.- Y por si acaso, ¿su relevo generacional quién sería?

R.- Ah, no lo sé. La vida es una carrera por etapas. Ya se verá.

P.- A pesar de su optimismo, ETA ha señalado que el proceso se podría pudrir. ¿Qué pasos ha de dar ya el Gobierno para conseguir que el proceso no se pudra?

R.- Nosotros estamos trasladando con toda lealtad los pasos que se deberían estar dando. Pero con discreción.

P.- Sus socios del tripartito, EB y EA, que dudan de que el presidente Zapatero vaya a abordar la solución del «conflicto vasco» reconociendo el derecho a decidir y le acusan de estar ganado tiempo. ¿usted también duda?

R.- Tengo claro por mis conversaciones con Zapatero que él sabe que, para arreglar el problema político que hay entre Euskadi y España, hay que acordar el derecho a decidir del pueblo vasco.Esa es la clave y, si no hay un acuerdo, seguirá habiendo una asignatura pendiente. Esto se sabe desde que en 1839 se produce la primera abolición foral por la fuerza. Lo que haga, lo veremos en el futuro.

P.- Después de su última reunión con el presidente, usted manifestó que el asunto que se había abordado de manera recurrente era el derecho a decidir. Pero la vicepresidenta aseguró que, para el Gobierno, este derecho es convocar una consulta como la del Estatuto de Cataluña y ni un paso más.

R.- La vicepresidenta no estuvo en la reunión.

P.- Fue la persona designada por el Ejecutivo para representarlo tras ese encuentro.

R.- Pero no estuvo en esa reunión.

P.- ¿Ustedes se conformarían con una reforma estatutaria como la catalana, ratificada por un referéndum?

R.- Cataluña es una nación y tiene su camino y Euskadi es una nación y tiene su camino.

P.- ¿Aceptarían una definición de nación como la que tiene Cataluña en el Preámbulo de su Estatuto?

R.- Nosotros tenemos nuestra definición de nación y así lo ha dicho el Parlamento vasco por mayoría: el pueblo vasco existe, y al pueblo vasco le asiste el derecho a decidir su propio futuro.

P.- El Gobierno ha puesto como condición que cualquier iniciativa esté dentro de la Constitución. ¿Dónde está el resquicio para llegar a un acuerdo?

R.- Nosotros nunca le echaremos en cara su planteamiento a ningún partido que ponga su idea sobre la mesa y desearíamos que PP y PSOE aceptaran los planteamientos de los demás. Y en última instancia hay un juez que decidirá qué ideas prosperan, que es la sociedad vasca. Creo que en el inicio de un proceso de diálogo no se pueden poner condiciones a los demás.

P.- Pero usted tiene la experiencia de que previamente a esa consulta al pueblo vasco, se ha tenido que someter el proyecto aprobado por la Cámara vasca -el plan Ibarretxe- al Parlamento español y no ha prosperado.

R.- Si ustedes creen que se ha cerrado esto con el no del Parlamento español, no han entendido nada. Nunca ha estado como en estos momentos sobre la mesa la necesidad de establecer una relación política entre Euskadi y España.

P.- El hecho es que no ha podido ser aplicado.

R.- Pero está en el centro del debate político. Esto no ha hecho sino comenzar. En el fondo, hemos trasladado a la opinión pública que existe un problema político que hay que negociar. ¿O creéis que el que un lehendakari vaya por primera vez a las Cortes a decir que el pueblo vasco existe y tiene derecho a decidir va a pasar desapercibido?

P.- Insisto: si ustedes siguen proponiendo cosas que el Gobierno y las Cortes consideran que están fuera de los márgenes, ¿cuál es la vía de salida a esa situación?

R.- Va a ser muy fácil. Yo pienso que si la Constitución ampara y respeta los derechos del pueblo vasco, está reconociendo los derechos preexistentes de un pueblo preexistente a la propia Constitución. La actualización y desarrollo de los derechos históricos es el instrumento jurídico que permite la incorporación del derecho de autodeterminación a la normativa. Ese es el camino.

P.- ¿Y el presidente le ha dicho que bien o que no?

R.- Les estoy diciendo que este tipo de cuestiones tiene que tener un nivel de discreción. Yo les puedo decir lo que pienso yo. Diré más, no estamos ante un problema jurídico, estamos ante un problema exclusivamente de voluntad política.

P.- Cuando habla del derecho a decidir, ¿podría explicar exactamente sobre qué?. ¿Implicaría la existencia de una especie de «doble llave» entre Euskadi y el Estado?

R.- Sobre todo, sobre todas las cuestiones en la vida. Para decidir de qué manera se quiere vivir. Aquí la clave es no entrar en la trampa de decir: con un voto más, con un voto menos... No, aquí la clave es: ¿usted admite acepta la decisión de la sociedad vasca? Pues si la acepta, pongámonos de acuerdo. Después, discutir sobre las condiciones técnicas en las que debe desarrollarse ese tipo de consulta es más sencillo.

P.- ¿El derecho a decidir es lo mismo que el derecho a la autodeterminación?

R.- Derecho a decidir es derecho a decidir. Hay muchas fórmulas.Lo que pasa es que hay que aclarar las cosas. En primer lugar hay que dejar claro que el derecho de autodeterminación no es un planteamiento nacionalista, es un planteamiento democrático.En segundo lugar, hay que decir que, mientras el PP dice claramente que aquí no hay más soberanía que la de España, el PSOE, que hace unos años defendía el derecho de autodeterminación, no se atreve y argumenta que la sociedad vasca está decidiendo todos los días. Eso no se puede aplicar en términos «de vivimos juntos, decidimos juntos» sino que significa: «Decidimos en Madrid lo que afecta a Euskadi y Euskadi puede decidir sobre lo que previamente nos hayamos cepillado en Madrid». Eso no es aceptable. Yo jamás formularé a la sociedad vasca una consulta democrática sobre un proyecto que previamente se hayan cepillado en Madrid.

P.- ¿Está proponiendo cambiar las normas para que el Parlamento de Madrid no tenga prevalencia sobre el vasco?

R.- No hace falta una reforma constitucional porque la Constitución incorpora esos derechos históricos como preexistentes. Esta no es la tesis del loco y pérfido lehendakari sino que la mantienen padres de la Constitución que incluso formaron parte de la ponencia en representación del PP, de la que fue expulsado el nacionalismo vasco.

P.- Respecto a la constitución de la mesa de partidos en otoño, Batasuna está ilegalizada y el PSOE dice que no se sienta con una formación ilegalizada, ¿cómo se soluciona?

R.- Batasuna, en cualquier formulación estará en esa mesa de diálogo multipartito, no tenga usted ninguna duda. En estos momentos estamos hablando todos con todos, excepto el PP. Si lo estamos haciendo en privado, no debiera ser un problema hacerlo público a menos que tengamos dos varas de medir. Voy a decir más: ese no será el problema y la única cuestión para poner en marcha esa mesa es que se den las condiciones, que son las que estamos hablando entre todos, para que tenga garantías de alcanzar acuerdos políticos. De hecho mi trabajo en estos momentos no solamente es impulsar que ese diálogo se produzca sino que, cuando lo haga, estén establecidas las garantías para alcanzar acuerdos.

P.- ¿Cómo podrá participar?

R.- Pues pregunte al PSOE o a la propia Batasuna. Yo no tengo ninguna duda. ¿Vosotras creéis que si se da el producto de la verificación ética en junio y se da un proceso de conversaciones con ETA de manera oficial, no se va a dar también un diálogo público con Batasuna?

P.- Pero ¿alguien del PSOE le ha dicho que esto se va a producir así?

R.- Bueno, vosotros tenéis que saber que ese diálogo se dará.

P.- Usted hizo de toda esta cuestión el punto fundamental de su legislatura pero hay un problema: los partidos ya han advertido de que esto es asunto suyo y no del Gobierno vasco, ¿esto no le deja al margen?

R.- Yo creo que la carrera de liderazgos está en tercera o cuarta derivada. Es un problema mediático y lo realmente importante como lehendakari, y mi objetivo, es impulsar el diálogo multipartito que nos permita definir la relación entre Euskadi y España. A partir de ahí, entre todos definiremos cuál es el papel de cada cual.

P.- ¿Considera posible a medio plazo algún tipo de colaboración política entre Navarra y la CAV? ¿Sería un órgano permanente, habría que unificarlas mediante un referéndum conjunto?

R.- No hay que adelantar acontecimientos. Sobre el órgano conjunto, ya hubo una propuesta firmada por los dos Gobiernos y sancionada por los dos Parlamentos. Fue el Senado el que se la cargó. Yo no entiendo los miedos de Sanz: no hay mayor garantía democrática que el que los navarros decidan.

P.- Se fijan ustedes ahora en Montenegro.

R.- Lo que decimos es que cuando Zapatero dice que el derecho a decidir no existe en Europa, no es verdad y está confundiendo a la opinión pública. Lo que pasa es que es posible que haya quien se moleste al ver que el derecho a decidir sirve para resolver un problema político en el corazón de Europa y además admitido por la propia Unión Europea.

P.- Europa dice que sí a Montenegro porque su Constitución coloca el principio de autodeterminación por encima del de su unidad con Serbia, al contrario que la nuestra.

R.- Por lo que sea, se está aplicando.

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