Mariano Rajoy rebaja a la categoría de «tregua» la iniciativa de ETA y la compara con la del 98
26-05-06
ALTO EL FUEGO
Mariano Rajoy rebaja a la categoría de «tregua» la iniciativa de ETA y la compara con la del 98
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
ALTO EL FUEGO
Mariano Rajoy rebaja a la categoría de «tregua» la iniciativa de ETA y la compara con la del 98
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- Un Mariano Rajoy claro, contundente y muy poco ambiguo fijó ayer posición política en materia antiterrorista. Cumplidos dos meses del alto el fuego permanente de ETA, el presidente del PP revalidó su compromiso de apoyo al Gobierno en el proceso de verificación de intenciones de la banda terrorista.
(.../...)
Sin embargo, el líder popular puso todos los acentos, comas y puntos y aparte precisos a las incidencias surgidas en estos dos meses, hasta el punto de rebajar, por primera vez, el llamado proceso a la categoría de «tregua» y de compararla, totalmente, a la declarada por ETA en 1998, cuando gobernaba el PP.
Rajoy ayer fue taxativo: «El presidente del Gobierno nos pidió a los dirigentes políticos que fuéramos a La Moncloa y allí le dije dos cosas que hoy mantengo: que este partido apoya al Gobierno sólo para derrotar a ETA -para esto es la autorización, insistió luego- y para que verifique la decisión irreversible de la organización terrorista de abandonar las armas».
Y aún afinó más. Empleando el léxico propio de su secretario general, Angel Acebes, el presidente del PP sentenció que «el Gobierno no tiene el aval para negociar nada con ETA». «Si negociamos con una organización terrorista», explicó, «el terrorismo se convertirá en un arma política».
Cerrando con ello el capítulo de los principios, Rajoy fijó también posición sobre las dos incidencias más trascendentes que, según trasladó, se han producido a lo largo de estos dos primeros meses de proceso.
Así, expresó primero su queja al Gobierno sobre la falta de información al PP, pese a lo publicitado en este sentido por La Moncloa.El presidente del PP recordó en este sentido su anterior «responsabilidad» en el Ministerio del Interior y en la Vicepresidencia del Gobierno de José María Aznar -al que nombró ayer dos veces- para asegurar que «compartimos con la oposición información, objetivos y seguimiento» de la tregua del 98.
En segundo lugar, exigió al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero una «reacción jurídica y política» al último movimiento de la formación ilegalizada, Batasuna. En línea con lo expresado la víspera por el secretario ejecutivo de Libertades Públicas y Seguridad del PP, Ignacio Astarloa, Rajoy «exigió» ayer la actuación del fiscal general del Estado contra los organizadores y participantes de la reunión de Batasuna en Pamplona, tras la que, dijo, «un grupo terrorista se presentó diciendo quiénes son sus negociadores».
El presidente popular calificó también de «inaceptable» dicha situación en términos políticos, y «exigió» igualmente al Gobierno que «reaccione» y niegue públicamente a Batasuna sus pretensiones políticas. «Si no, puede ocurrir», añadió en referencia a algunos programas radiofónicos, «que gente con poco criterio compare a esta gente con partidos democráticos».
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Sin embargo, el líder popular puso todos los acentos, comas y puntos y aparte precisos a las incidencias surgidas en estos dos meses, hasta el punto de rebajar, por primera vez, el llamado proceso a la categoría de «tregua» y de compararla, totalmente, a la declarada por ETA en 1998, cuando gobernaba el PP.
Rajoy ayer fue taxativo: «El presidente del Gobierno nos pidió a los dirigentes políticos que fuéramos a La Moncloa y allí le dije dos cosas que hoy mantengo: que este partido apoya al Gobierno sólo para derrotar a ETA -para esto es la autorización, insistió luego- y para que verifique la decisión irreversible de la organización terrorista de abandonar las armas».
Y aún afinó más. Empleando el léxico propio de su secretario general, Angel Acebes, el presidente del PP sentenció que «el Gobierno no tiene el aval para negociar nada con ETA». «Si negociamos con una organización terrorista», explicó, «el terrorismo se convertirá en un arma política».
Cerrando con ello el capítulo de los principios, Rajoy fijó también posición sobre las dos incidencias más trascendentes que, según trasladó, se han producido a lo largo de estos dos primeros meses de proceso.
Así, expresó primero su queja al Gobierno sobre la falta de información al PP, pese a lo publicitado en este sentido por La Moncloa.El presidente del PP recordó en este sentido su anterior «responsabilidad» en el Ministerio del Interior y en la Vicepresidencia del Gobierno de José María Aznar -al que nombró ayer dos veces- para asegurar que «compartimos con la oposición información, objetivos y seguimiento» de la tregua del 98.
En segundo lugar, exigió al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero una «reacción jurídica y política» al último movimiento de la formación ilegalizada, Batasuna. En línea con lo expresado la víspera por el secretario ejecutivo de Libertades Públicas y Seguridad del PP, Ignacio Astarloa, Rajoy «exigió» ayer la actuación del fiscal general del Estado contra los organizadores y participantes de la reunión de Batasuna en Pamplona, tras la que, dijo, «un grupo terrorista se presentó diciendo quiénes son sus negociadores».
El presidente popular calificó también de «inaceptable» dicha situación en términos políticos, y «exigió» igualmente al Gobierno que «reaccione» y niegue públicamente a Batasuna sus pretensiones políticas. «Si no, puede ocurrir», añadió en referencia a algunos programas radiofónicos, «que gente con poco criterio compare a esta gente con partidos democráticos».
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