Zapatero da por verificado el alto el fuego y en junio anunciará a los partidos el inicio del diálogo con ETA
22-05-06
PROCESO DE PAZ / Ofrece a Batasuna volver a la legalidad con el compromiso de que sólo utilicen la palabra / Propondrá que se incluya un recuerdo a las víctimas del terrorismo en el Preámbulo de la Constitución
Zapatero da por verificado el alto el fuego y en junio anunciará a los partidos el inicio del diálogo con ETA
MANUEL SANCHEZ
PROCESO DE PAZ / Ofrece a Batasuna volver a la legalidad con el compromiso de que sólo utilicen la palabra / Propondrá que se incluya un recuerdo a las víctimas del terrorismo en el Preámbulo de la Constitución
Zapatero da por verificado el alto el fuego y en junio anunciará a los partidos el inicio del diálogo con ETA
MANUEL SANCHEZ
BARACALDO.- Ante casi 10.000 personas, en la más multitudinaria Fiesta de la Rosa que ha celebrado el Partido Socialista de Euskadi (PSE), y al cumplirse dos meses de la declaración del alto el fuego permanente de ETA, José Luis Rodríguez Zapatero dijo ayer en Baracaldo que da por verificada la voluntad de los terroristas de abandonar la violencia, «y el próximo mes comunicaré a las fuerzas políticas el inicio del proceso de diálogo para ver el fin de la banda terrorista ETA».
(.../...)
El anuncio, aunque esperado al haber recibido Zapatero hace 11 días el tercer informe policial que le confirmaba la ausencia de actividad terrorista, provocó una ovación cerrada de los comensales congregados en la inmensa sala de la Feria de Muestras de Baracaldo, lo que le llevó a añadir al presidente del Gobierno: «Lo vamos a hacer por razones del pasado pero, ante todo, por razones de futuro. Tenemos la obligación como responsables políticos de afrontar el problema de cara, no de mirar a otro lado».
Pero éste no fue el único anuncio que ayer llevó Zapatero a Euskadi, en uno de los mítines más esperados desde hace muchos años. El presidente del Gobierno mandó una seria oferta a Batasuna, anunció una nueva iniciativa política en favor de las víctimas del terrorismo, prometió buscar la unidad de todas las fuerzas políticas en este proceso y, además, fijó la duración del mismo que, en su opinión, será de entre tres y cuatro años.
Sobre Batasuna, Zapatero fue más claro que nunca, aunque sin llegar a nombrar a la ilegalizada formación abertzale en ningún momento. El líder del PSOE se limitó a decir, en un mensaje que todos los presentes entendieron: «Si aquéllos que han abrazado la violencia dan un paso, la democracia sabrá dar sus pasos.Todas las ideas y todas las sensibilidades políticas tienen derecho a ser expresadas, a ser defendidas y a ser mantenidas. Sólo hay un límite natural, porque si no, ni son ideas ni es política, el límite natural es que se defiendan con la palabra, con el respeto democrático. En ese momento, con este compromiso, todas las fuerzas políticas estarán en igualdad de condiciones en Euskadi para defender sus ideas».
Pero el presidente del Gobierno no se quedó sólo en esta clara invitación a la izquierda abertzale para volver a la legalidad política, sino que por primera vez dijo que si se dan estas condiciones, habrá diálogo también con Batasuna y el PSE se sentará en la llamada mesa de partidos.
«Claro que tendremos diálogo político con todos los que quieran eso», añadió Zapatero, «diálogo en términos políticos, y sólo en términos políticos, en términos de las palabras, las ideas y el respeto. Ese diálogo es el que tiene que conducir a renovar un gran acuerdo de convivencia, que tiene que ser fruto del reconocimiento a lo que es Euskadi y a la pluralidad de Euskadi».
Eso sí, Zapatero puso la misma condición de siempre a este diálogo: el respeto a la Constitución. En este sentido, afirmó: «Que nadie dude de que los ciudadanos de Euskadi van a decidir su futuro...como ocurre en democracia, pero dentro de las leyes y respetando los principios de nuestro ordenamiento jurídico».
Pero, además, el líder socialista quiso conjugar estos mensajes directos al corazón del proceso de paz que se abrirá en junio con un recuerdo a las víctimas del terrorismo y una innovadora propuesta: incluir su memoria en el Preámbulo de la Constitución.
Zapatero anunció que así se lo propondrá al resto de fuerzas políticas en breve, dentro de la reforma constitucional que el PSOE quiere abrir el próximo mes de septiembre y que, hasta ayer, afectaba sólo a cuatro puntos: la reforma del Senado, la inclusión de las Comunidades Autónomas, la Constitución Europea y eliminar la discriminación de la mujer en la sucesión de la Corona.
En cuanto a los tiempos del proceso de paz, el líder socialista insistió en que utilizará una de las virtudes que todo quien le conoce, le elogia: la paciencia. Por ello, habló de un proceso lento.
«Dos meses de alto el fuego permanente y un tiempo por delante que nos exigirá dar pasos firmes, sin prisas y sin ansiedad.Después de más de 30 años de violencia, donde ha sobrado odio, después de 30 años de dolor... yo os digo que el Gobierno se tomará el tiempo necesario para que cada paso que demos sea un paso irreversible en la buena dirección, y que asegure que, nunca más, volveremos a ver ningún tipo de violencia, de amenaza, de chantaje o de coacción», afirmó, en otra de las frases más aplaudidas.
Finalmente, Rodríguez Zapatero se comprometió abiertamente a llevar este proceso buscando el consenso con todas las fuerzas políticas. «Hoy empeño mi palabra en que, por parte del Gobierno, vamos a asumir toda la responsabilidad, y vamos a saber compartirla y reconocerla a todos los que, de buena fe, quieren que este proceso acabe como tiene que acabar», dijo.
Para Zapatero, «la paz y la convivencia ha de ser un esfuerzo compartido, nadie puede intentar ir una cabeza por delante, todos tenemos que asumir y que acordar que, ante una oportunidad de este alcance, que tendrá que ser gestionada más allá de un gobierno, más allá de una legislatura, el concurso de todos es imprescindible».
Dicho todo esto, Zapatero volvió a Madrid y no se quedó a la multitudinaria comida, pero a Patxi López, secretario general del PSE, le dio igual. Estaba exultante por el éxito de la convocatoria y por los anuncios hechos por el presidente del Gobierno. Rodolfo Ares, como secretario de Organización del PSE, estaba igual por cómo salió el acto. Como dijo López, aunque sonó un tanto cursi: «Es la fiesta de la primavera, de la paz y la libertad». En junio, se empieza el camino.
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El anuncio, aunque esperado al haber recibido Zapatero hace 11 días el tercer informe policial que le confirmaba la ausencia de actividad terrorista, provocó una ovación cerrada de los comensales congregados en la inmensa sala de la Feria de Muestras de Baracaldo, lo que le llevó a añadir al presidente del Gobierno: «Lo vamos a hacer por razones del pasado pero, ante todo, por razones de futuro. Tenemos la obligación como responsables políticos de afrontar el problema de cara, no de mirar a otro lado».
Pero éste no fue el único anuncio que ayer llevó Zapatero a Euskadi, en uno de los mítines más esperados desde hace muchos años. El presidente del Gobierno mandó una seria oferta a Batasuna, anunció una nueva iniciativa política en favor de las víctimas del terrorismo, prometió buscar la unidad de todas las fuerzas políticas en este proceso y, además, fijó la duración del mismo que, en su opinión, será de entre tres y cuatro años.
Sobre Batasuna, Zapatero fue más claro que nunca, aunque sin llegar a nombrar a la ilegalizada formación abertzale en ningún momento. El líder del PSOE se limitó a decir, en un mensaje que todos los presentes entendieron: «Si aquéllos que han abrazado la violencia dan un paso, la democracia sabrá dar sus pasos.Todas las ideas y todas las sensibilidades políticas tienen derecho a ser expresadas, a ser defendidas y a ser mantenidas. Sólo hay un límite natural, porque si no, ni son ideas ni es política, el límite natural es que se defiendan con la palabra, con el respeto democrático. En ese momento, con este compromiso, todas las fuerzas políticas estarán en igualdad de condiciones en Euskadi para defender sus ideas».
Pero el presidente del Gobierno no se quedó sólo en esta clara invitación a la izquierda abertzale para volver a la legalidad política, sino que por primera vez dijo que si se dan estas condiciones, habrá diálogo también con Batasuna y el PSE se sentará en la llamada mesa de partidos.
«Claro que tendremos diálogo político con todos los que quieran eso», añadió Zapatero, «diálogo en términos políticos, y sólo en términos políticos, en términos de las palabras, las ideas y el respeto. Ese diálogo es el que tiene que conducir a renovar un gran acuerdo de convivencia, que tiene que ser fruto del reconocimiento a lo que es Euskadi y a la pluralidad de Euskadi».
Eso sí, Zapatero puso la misma condición de siempre a este diálogo: el respeto a la Constitución. En este sentido, afirmó: «Que nadie dude de que los ciudadanos de Euskadi van a decidir su futuro...como ocurre en democracia, pero dentro de las leyes y respetando los principios de nuestro ordenamiento jurídico».
Pero, además, el líder socialista quiso conjugar estos mensajes directos al corazón del proceso de paz que se abrirá en junio con un recuerdo a las víctimas del terrorismo y una innovadora propuesta: incluir su memoria en el Preámbulo de la Constitución.
Zapatero anunció que así se lo propondrá al resto de fuerzas políticas en breve, dentro de la reforma constitucional que el PSOE quiere abrir el próximo mes de septiembre y que, hasta ayer, afectaba sólo a cuatro puntos: la reforma del Senado, la inclusión de las Comunidades Autónomas, la Constitución Europea y eliminar la discriminación de la mujer en la sucesión de la Corona.
En cuanto a los tiempos del proceso de paz, el líder socialista insistió en que utilizará una de las virtudes que todo quien le conoce, le elogia: la paciencia. Por ello, habló de un proceso lento.
«Dos meses de alto el fuego permanente y un tiempo por delante que nos exigirá dar pasos firmes, sin prisas y sin ansiedad.Después de más de 30 años de violencia, donde ha sobrado odio, después de 30 años de dolor... yo os digo que el Gobierno se tomará el tiempo necesario para que cada paso que demos sea un paso irreversible en la buena dirección, y que asegure que, nunca más, volveremos a ver ningún tipo de violencia, de amenaza, de chantaje o de coacción», afirmó, en otra de las frases más aplaudidas.
Finalmente, Rodríguez Zapatero se comprometió abiertamente a llevar este proceso buscando el consenso con todas las fuerzas políticas. «Hoy empeño mi palabra en que, por parte del Gobierno, vamos a asumir toda la responsabilidad, y vamos a saber compartirla y reconocerla a todos los que, de buena fe, quieren que este proceso acabe como tiene que acabar», dijo.
Para Zapatero, «la paz y la convivencia ha de ser un esfuerzo compartido, nadie puede intentar ir una cabeza por delante, todos tenemos que asumir y que acordar que, ante una oportunidad de este alcance, que tendrá que ser gestionada más allá de un gobierno, más allá de una legislatura, el concurso de todos es imprescindible».
Dicho todo esto, Zapatero volvió a Madrid y no se quedó a la multitudinaria comida, pero a Patxi López, secretario general del PSE, le dio igual. Estaba exultante por el éxito de la convocatoria y por los anuncios hechos por el presidente del Gobierno. Rodolfo Ares, como secretario de Organización del PSE, estaba igual por cómo salió el acto. Como dijo López, aunque sonó un tanto cursi: «Es la fiesta de la primavera, de la paz y la libertad». En junio, se empieza el camino.
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