El PP renuncia a poner condiciones a su «apoyo» y espera que se «actúe» contra ETA

12-06-07



VUELTA A LAS ARMAS / La estrategia de la oposición

El PP renuncia a poner condiciones a su «apoyo» y espera que se «actúe» contra ETA

El líder de la oposición aporta al presidente sus «sugerencias» sobre ANV y Navarra y declara su propósito y su «obligación» de ser «constructivo»

CARMEN REMIREZ DE GANUZA

MADRID.- Nada de lo que escuchó en el interior de La Moncloa le indujo a variar una sola coma del discurso que ya tenía preparado. Rajoy salió, igual que entró, determinado a subrayar de cara a la opinión pública lo que creía que ésta esperaba: su apoyo «sin condiciones» al Gobierno tras la ruptura del alto el fuego.


Así lo decidió por voluntad propia, tras una semana de desencuentros entre su partido y el Ejecutivo, y así le fue refrendado, pese a algunas claras reticencias, por su club de asesores durante la reunión de maitines que mantuvo por la mañana en la sede del partido. (.../...)

No importó que la hora y media de su vis a vis con el presidente del Gobierno -apenas un poco más que la última vez, para guardar las formas- fuera tan «ambigua» y penosa, según las fuentes consultadas, como en ocasiones anteriores. Tampoco importó que su ánimo se reflejara, con más gestos de enfado que de tranquilidad, en la cara que exhibió ante los medios.

«Esa hora ha llegado»

El líder del PP llevaba escritas sus palabras en el Pleno del Congreso de enero que siguió al cruento atentado de la T-4 en Barajas -«cuando se pongan las cosas feas, ahí estaré yo»- y lo primero que hizo ayer fue sacárselas del bolsillo para proclamar que «esa hora ha llegado, y yo he venido a confirmar mi palabra».

Ninguna concreción por parte de Zapatero, ninguna satisfacción a una sola de sus peticiones -«no he puesto condiciones», sólo «sugerencias», según puntualizó el propio Rajoy- en torno a la impugnación de las actas de los ediles electos de ANV o su «preocupación» por los pactos de gobierno en Navarra y en Alava... El presidente del PP no se llevó ninguna «prueba» de las que su partido y él mismo reclamaban la semana pasada al jefe del Ejecutivo en torno a una «rectificación» de la política antiterrorista. Todo lo más que se llevó en la cartera fueron grandes dosis de «voluntad» del Gobierno de actuar contra la banda y un lenguaje nuevo y explícito en torno a la necesidad de «derrotar a ETA».

Pero a Rajoy, que también renunció de manera explícita a pedir cuentas a Zapatero sobre sus conversaciones o «cesiones» a ETA» a lo largo del proceso, esto le bastó para mantener ayer su discurso público.

«Estoy donde he estado siempre», declaró, «ofreciendo mi apoyo para derrotar a ETA. Ni siquiera los antecedentes de reuniones como ésta lo han impedido. No es hora de reproches ni de hablar de la credibilidad de cada cual». «Tiempo habrá para ello», llegó a advertir en clara referencia a las elecciones generales, «ahora lo importante es que los españoles han sido amenazados, y hay que actuar».

De esta manera, Rajoy cumplía con lo que él mismo describió como su «obligación» de líder de la oposición -«voy a ser constructivo», afirmó- y sólo emplazaba al Gobierno a «actuar», pero lo hacía con un empaque más parecido al de un presidente del Gobierno, o de alguien que se cree con posibilidades de serlo.

Marcando su propio territorio, -eligió comparecer en la sede de su partido, en lugar de en La Moncloa, como hizo tras su último desencuentro con Zapatero- el líder de la oposición se dirigió con solemnidad a ETA -«podrán volver a sembrar dolor pero jamás nos verán de rodillas»- y, sobre todo, a los españoles, para darles un mensaje de esperanza. «España es una gran nación»; «éste es un desafío que concierne a todos»; «ETA no combate a un Gobierno sino a 44 millones de españoles»; «esta batalla contra ETA la vamos a ganar»... fueron algunas de sus afirmaciones.

Solemne, institucional y serio, el Rajoy de ayer casaba mal con ese ser «contento» que tan forzadamente se declaró en rueda de prensa y que no obstante matizó: «Lo que quiero es seguir contento en el futuro porque será que hemos terminado con los experimentos». Y es que dure lo que dure dicho «contento» -y en el PP no estaban ayer nada confiados- lo que ayer tocaba era derrochar generosidad política.

«No se me pasa por la imaginación que, tras la ruptura del alto el fuego, continúe la negociación», afirmó ayer un Rajoy cuyo partido retó el viernes a Zapatero a que hiciera una declaración explícita de renuncia a la misma y para siempre. Al parecer, y según fuentes populares, el presidente del Gobierno volvió a negar a Rajoy en privado lo que tantas veces ha hecho en público -y pese a lo publicado este mismo fin de semana-, esto es, que ha negociado en secreto con ETA. Sobre si le creyó o no, nada se supo ayer. Durante la rueda de prensa Rajoy se mostró imperturbable en su propósito de no desvelar nada de lo que Zapatero le dijo en La Moncloa.

El presidente del PP se limitó a repetir, una y otra vez, que la reunión fue «muy útil» porque tuvo la oportunidad de mostrar su «disposición a ayudar al Gobierno, que es lo que me pide la sociedad española».

Y Rajoy no salió de ahí. Nada sobre futuras reuniones entre Gobierno y PP, nada sobre un Pacto Antiterrorista que él mismo se olvidó ayer de invocar. Todo lo más, sobre la posibilidad de que el Gobierno quiera ampliarlo a los partidos nacionalistas: Rajoy advirtió de que «estaría encantado de que el PNV se apuntara a la derrota de ETA porque es lo útil y lo sensato». Así que apoyo sí, pero sin renunciar a los principios.

JUNTOS SOLO PARA DERROTAR A LA BANDA
«He cumplido con mi obligación con los españoles. Le he dicho al presidente que le apoyaré para derrotar a ETA, no para negociar. Ahora es el Gobierno es que tiene que actuar».

«Le he animado a que tome medidas para derrotar a ETA y le he hecho algunas sugerencias. Hemos quedado en que hablaríamos para ver cuáles tomará el Gobierno».

«Pueden tener la seguridad absoluta de que vamos a derrotar a los terroristas. Sabemos cómo hacerlo. Tenemos los instrumentos y estoy completamente decidido a hacerlo»


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¿Por qué no hubo un encuentro entre
Zapatero y Rajoy en T.V. y que todos los espeñoles supieramos que se está
negociando?, los españoles somos los que vamos a pagar la consecuencias de
los despropositos del Gobierno, tanto
económicamente como personales, si de
nuevo hay atentados de ETA. Lo que se
está proyectando nos afecta a todos
los españoles, por tanto queremos que
actuen con mas claridad.

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