El Supremo anula el nombramiento del juez que no redimió las penas a etarras
23-05-06
ALTO EL FUEGO / El papel de la Justicia
El Supremo anula el nombramiento del juez que no redimió las penas a etarras
La Sala III considera que la designación de Gómez Bermúdez como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia «no estuvo motivada» - Magistrados afines al PSOE argumentaron en privado que no es el hombre más adecuado para el proceso de paz
MARIA PERAL
MADRID.- El Pleno de la Sala Tercera del Tribunal Supremo decidió ayer por unanimidad declarar nulo el nombramiento de Javier Gómez Bermúdez como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, un puesto clave para el denominado proceso de paz.
Es la primera vez que el Supremo revoca el nombramiento de un alto cargo judicial con la argumentación de que el órgano responsable de la decisión, el Consejo General del Poder Judicial, no lo ha motivado.
(.../...)
Fuentes del sector mayoritario del Consejo, que recibió con notable malestar la noticia, afirmaron que el nombramiento de Gómez Bermúdez estuvo «tan motivado como el de todos los magistrados que han decidido revocarlo, empezando por el presidente de la Sala», Ramón Trillo, ponente del asunto.
Las mismas fuentes aseguraron que Gómez Bermúdez «volverá a estar nombrado dentro de 20 días». El fallo no obliga a sacar de nuevo a concurso la plaza, sino a iniciar el proceso de selección de candidatos en el seno de la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial.
El Pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo acordó ayer aplicar al presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, su incipiente doctrina sobre la necesidad de motivación de los nombramientos judiciales discrecionales, anulando su elección y obligando al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a iniciar un nuevo proceso de selección para cubrir ese cargo.
La anulación del nombramiento de Gómez Bermúdez es fruto de la estimación del recurso interpuesto por el magistrado de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada, que también aspiró al puesto, aunque en su demanda sostenía que, además de él, otros candidatos como Alfonso Guevara tenían méritos preferentes sobre los de Gómez Bermúdez para dirigir esa Sala, uno de los órganos más delicados del organigrama judicial al recaer en ella buena parte del peso de la política antiterrorista.
El recurso contra el nombramiento de Javier Gómez Bermúdez fue elaborado por el abogado José Luis Mazón, autor también de la demanda de responsabilidad civil que costó una histórica condena a los magistrados del Tribunal Constitucional.
El fallo sobre el nombramiento del presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional puede considerarse también histórico: es la primera vez que el Supremo revoca la elección de un alto cargo judicial y, más allá, echa por tierra un sistema de nombramientos seguido por todos los CGPJ.
La decisión judicial ha sido unánime (aunque un magistrado anunció un voto particular discrepante de algún aspecto de la argumentación) y tras una larga deliberación que se prolongó durante la mañana y la tarde de ayer.
En la pausa para el almuerzo, las alarmas comenzaron a saltar en el seno del grupo mayoritario del Consejo, responsable de la elección de Gómez Bermúdez.
Según las fuentes consultadas, en ese momento ya había una mayoría de magistrados partidarios de estimar el recurso de Mazón por ausencia de justificación del nombramiento, aunque algunos dudaban de la conveniencia de estrenar la doctrina justamente con un puesto tan sensible como la Presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
«Estamos preocupados. Hay un ánimo claro de hacer daño al Consejo», admitían en ese momento fuentes del sector mayoritario del CGPJ.El augurio se confirmó pocas horas después y se transformó en un varapalo sin paliativos a una política de nombramientos que, según el Supremo, prescinde por completo del procedimiento legal, en el que existen controles formales que son los que permiten comprobar que la designación está motivada y no es arbitraria.
Los magistrados se han fijado, en particular, en la ausencia del informe que la Comisión de Calificación del CGPJ debe presentar al Pleno del Consejo, informe en el que tiene que justificar cómo ha construido la terna de candidatos y por qué ha incluido a unos aspirantes y ha excluido a otros.
Ese informe «brilla por su ausencia» en el proceso de selección que llevó al cargo a Gómez Bermúdez y, por tanto, en el Pleno del Consejo se produjo un «debate ficticio», explicaron fuentes de la Sala.
«El CGPJ tiene que tener unos criterios de nombramiento», indicaron las mismas fuentes, que añadieron que el único elemento objetivo que, a tenor del acta, barajó el Pleno del CGPJ -la antigüedad en la carrera judicial y en la Audiencia- era contrario a Gómez Bermúdez y favorable a De Prada.
La Sala Tercera ya venía avisando al CGPJ de que iba a cambiar su doctrina sobre nombramientos judiciales discrecionales. Lo hizo hace un año en la sentencia que convalidó el nombramiento de Juan Ramón Berdugo como magistrado de la Sala Penal del Supremo, en la que advirtió al Consejo de la necesidad de motivar las designaciones.
Mano dura con ETA
Gómez Bermúdez llegó a la Audiencia Nacional en 1999 en comisión de servicio. Además de trabajar para la Sala de lo Penal, se hizo cargo del Juzgado Central de Menores, al que en 2003 se adscribió el nuevo Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria.En este órgano destacó por su inflexibilidad con las medidas de acortamiento de las condenas de presos etarras. Destacadamente, se opuso a numerosas redenciones de pena en el caso de históricos de la banda como José Ignacio de Juana Chaos.
Magistrados de la Sala Tercera afines al PSOE han comentado en los últimos días que Gómez Bermúdez no era el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia más «indicado» para el proceso de paz.
La nulidad del nombramiento no obliga a convocar un nuevo concurso, sino que, con los mismos nueve candidatos que concurrieron, la Comisión de Calificación deberá iniciar el proceso de elaboración de la terna. Para el nombramiento se requieren 11 votos, que reúne el grupo mayoritario. «Gómez Bermúdez estará de nuevo en el mismo cargo en 20 días», dijeron fuentes del grupo.
«No he pensado en recurrir, estoy a lo que diga el Tribunal»
MADRID.- Nada más conocerse la resolución del Supremo, Javier Gómez Bermúdez aseguró que acata la decisión del Alto Tribunal y que no la recurrirá. «No he pensado en recurrir, estoy a lo que diga el Supremo, como no podía ser menos», afirmó.
Gómez Bermúdez explicó en declaraciones a Efe que su único pensamiento tras conocer el fallo de la Sala de lo Contencioso-Administrativo es «dejar todo organizado a la persona que asuma la presidencia en funciones de la Sala de lo Penal». También mostró su preocupación por que lo sucedido pueda afectar a los procedimientos en marcha, en concreto el juicio por el 'caso KIO', que está a punto de concluir.
Según explicó, tiene previsto abandonar la Presidencia en cuanto el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o él mismo reciban la notificación del fallo, y que hoy tratará de manera informal el asunto con los jueces que componen la Sala de lo Penal.
Por su parte, el portavoz del Consejo, Enrique López, manifestó su «máximo respeto y acatamiento» a la resolución del Supremo.López consideró que es necesario esperar «a la lectura de la sentencia, una vez que sea notificada, para extraer las conclusiones oportunas y orientar la acción de nombramientos del Consejo conforme a esta sentencia».
Al ser preguntado si interpretaba la decisión del Supremo como un varapalo al CGPJ, López insistió en que «es una decisión judicial y como tal hay que respetarla». El portavoz del CGPJ añadió que no puede haber «nadie mejor» que el órgano de gobierno de los jueces para «respetar y defender las decisiones tomadas por éstos».
En cuanto a los efectos de esta resolución, el portavoz del Consejo afirmó: «Hasta que conozcamos el contenido de la sentencia no podemos decir nada». López no quiso por ello pronunciarse sobre si la decisión del Supremo implicaba convocar de nuevo la plaza para nombrar a un nuevo presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia.
ALTO EL FUEGO / El papel de la Justicia
El Supremo anula el nombramiento del juez que no redimió las penas a etarras
La Sala III considera que la designación de Gómez Bermúdez como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia «no estuvo motivada» - Magistrados afines al PSOE argumentaron en privado que no es el hombre más adecuado para el proceso de paz
MARIA PERAL
MADRID.- El Pleno de la Sala Tercera del Tribunal Supremo decidió ayer por unanimidad declarar nulo el nombramiento de Javier Gómez Bermúdez como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, un puesto clave para el denominado proceso de paz.
Es la primera vez que el Supremo revoca el nombramiento de un alto cargo judicial con la argumentación de que el órgano responsable de la decisión, el Consejo General del Poder Judicial, no lo ha motivado.
(.../...)
Fuentes del sector mayoritario del Consejo, que recibió con notable malestar la noticia, afirmaron que el nombramiento de Gómez Bermúdez estuvo «tan motivado como el de todos los magistrados que han decidido revocarlo, empezando por el presidente de la Sala», Ramón Trillo, ponente del asunto.
Las mismas fuentes aseguraron que Gómez Bermúdez «volverá a estar nombrado dentro de 20 días». El fallo no obliga a sacar de nuevo a concurso la plaza, sino a iniciar el proceso de selección de candidatos en el seno de la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial.
El Pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo acordó ayer aplicar al presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, su incipiente doctrina sobre la necesidad de motivación de los nombramientos judiciales discrecionales, anulando su elección y obligando al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a iniciar un nuevo proceso de selección para cubrir ese cargo.
La anulación del nombramiento de Gómez Bermúdez es fruto de la estimación del recurso interpuesto por el magistrado de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada, que también aspiró al puesto, aunque en su demanda sostenía que, además de él, otros candidatos como Alfonso Guevara tenían méritos preferentes sobre los de Gómez Bermúdez para dirigir esa Sala, uno de los órganos más delicados del organigrama judicial al recaer en ella buena parte del peso de la política antiterrorista.
El recurso contra el nombramiento de Javier Gómez Bermúdez fue elaborado por el abogado José Luis Mazón, autor también de la demanda de responsabilidad civil que costó una histórica condena a los magistrados del Tribunal Constitucional.
El fallo sobre el nombramiento del presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional puede considerarse también histórico: es la primera vez que el Supremo revoca la elección de un alto cargo judicial y, más allá, echa por tierra un sistema de nombramientos seguido por todos los CGPJ.
La decisión judicial ha sido unánime (aunque un magistrado anunció un voto particular discrepante de algún aspecto de la argumentación) y tras una larga deliberación que se prolongó durante la mañana y la tarde de ayer.
En la pausa para el almuerzo, las alarmas comenzaron a saltar en el seno del grupo mayoritario del Consejo, responsable de la elección de Gómez Bermúdez.
Según las fuentes consultadas, en ese momento ya había una mayoría de magistrados partidarios de estimar el recurso de Mazón por ausencia de justificación del nombramiento, aunque algunos dudaban de la conveniencia de estrenar la doctrina justamente con un puesto tan sensible como la Presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
«Estamos preocupados. Hay un ánimo claro de hacer daño al Consejo», admitían en ese momento fuentes del sector mayoritario del CGPJ.El augurio se confirmó pocas horas después y se transformó en un varapalo sin paliativos a una política de nombramientos que, según el Supremo, prescinde por completo del procedimiento legal, en el que existen controles formales que son los que permiten comprobar que la designación está motivada y no es arbitraria.
Los magistrados se han fijado, en particular, en la ausencia del informe que la Comisión de Calificación del CGPJ debe presentar al Pleno del Consejo, informe en el que tiene que justificar cómo ha construido la terna de candidatos y por qué ha incluido a unos aspirantes y ha excluido a otros.
Ese informe «brilla por su ausencia» en el proceso de selección que llevó al cargo a Gómez Bermúdez y, por tanto, en el Pleno del Consejo se produjo un «debate ficticio», explicaron fuentes de la Sala.
«El CGPJ tiene que tener unos criterios de nombramiento», indicaron las mismas fuentes, que añadieron que el único elemento objetivo que, a tenor del acta, barajó el Pleno del CGPJ -la antigüedad en la carrera judicial y en la Audiencia- era contrario a Gómez Bermúdez y favorable a De Prada.
La Sala Tercera ya venía avisando al CGPJ de que iba a cambiar su doctrina sobre nombramientos judiciales discrecionales. Lo hizo hace un año en la sentencia que convalidó el nombramiento de Juan Ramón Berdugo como magistrado de la Sala Penal del Supremo, en la que advirtió al Consejo de la necesidad de motivar las designaciones.
Mano dura con ETA
Gómez Bermúdez llegó a la Audiencia Nacional en 1999 en comisión de servicio. Además de trabajar para la Sala de lo Penal, se hizo cargo del Juzgado Central de Menores, al que en 2003 se adscribió el nuevo Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria.En este órgano destacó por su inflexibilidad con las medidas de acortamiento de las condenas de presos etarras. Destacadamente, se opuso a numerosas redenciones de pena en el caso de históricos de la banda como José Ignacio de Juana Chaos.
Magistrados de la Sala Tercera afines al PSOE han comentado en los últimos días que Gómez Bermúdez no era el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia más «indicado» para el proceso de paz.
La nulidad del nombramiento no obliga a convocar un nuevo concurso, sino que, con los mismos nueve candidatos que concurrieron, la Comisión de Calificación deberá iniciar el proceso de elaboración de la terna. Para el nombramiento se requieren 11 votos, que reúne el grupo mayoritario. «Gómez Bermúdez estará de nuevo en el mismo cargo en 20 días», dijeron fuentes del grupo.
«No he pensado en recurrir, estoy a lo que diga el Tribunal»
MADRID.- Nada más conocerse la resolución del Supremo, Javier Gómez Bermúdez aseguró que acata la decisión del Alto Tribunal y que no la recurrirá. «No he pensado en recurrir, estoy a lo que diga el Supremo, como no podía ser menos», afirmó.
Gómez Bermúdez explicó en declaraciones a Efe que su único pensamiento tras conocer el fallo de la Sala de lo Contencioso-Administrativo es «dejar todo organizado a la persona que asuma la presidencia en funciones de la Sala de lo Penal». También mostró su preocupación por que lo sucedido pueda afectar a los procedimientos en marcha, en concreto el juicio por el 'caso KIO', que está a punto de concluir.
Según explicó, tiene previsto abandonar la Presidencia en cuanto el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o él mismo reciban la notificación del fallo, y que hoy tratará de manera informal el asunto con los jueces que componen la Sala de lo Penal.
Por su parte, el portavoz del Consejo, Enrique López, manifestó su «máximo respeto y acatamiento» a la resolución del Supremo.López consideró que es necesario esperar «a la lectura de la sentencia, una vez que sea notificada, para extraer las conclusiones oportunas y orientar la acción de nombramientos del Consejo conforme a esta sentencia».
Al ser preguntado si interpretaba la decisión del Supremo como un varapalo al CGPJ, López insistió en que «es una decisión judicial y como tal hay que respetarla». El portavoz del CGPJ añadió que no puede haber «nadie mejor» que el órgano de gobierno de los jueces para «respetar y defender las decisiones tomadas por éstos».
En cuanto a los efectos de esta resolución, el portavoz del Consejo afirmó: «Hasta que conozcamos el contenido de la sentencia no podemos decir nada». López no quiso por ello pronunciarse sobre si la decisión del Supremo implicaba convocar de nuevo la plaza para nombrar a un nuevo presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia.
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