'Gara' insiste en que el Ejecutivo incumple pactos con ETA como la ausencia de detenciones y la legalización
11-07-06
ALTO EL FUEGO
'Gara' insiste en que el Ejecutivo incumple pactos con ETA como la ausencia de detenciones y la legalización
ANGELES ESCRIVA
ALTO EL FUEGO
'Gara' insiste en que el Ejecutivo incumple pactos con ETA como la ausencia de detenciones y la legalización
ANGELES ESCRIVA
MADRID.- El Gobierno y ETA lograron un acuerdo el pasado mes de febrero en el que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero adquirió determinados compromisos a cambio del alto el fuego que la banda terrorista decretaría pocas semanas más tarde, según el diario Gara.
El periódico proetarra sostiene que la banda se comprometió a «no realizar acciones contra personas ni bienes» y a no abastecerse «de armas ni explosivos a partir de la declaración». A cambio, el Gobierno «aceptó que respetaría las decisiones que sobre su futuro adopten los ciudadanos vascos», «que los acuerdos para ello se alcanzarán entre los partidos, así como entre los agentes sociales, económicos y sindicales vascos», y que su ámbito de vigencia «se refiere al futuro de los ciudadanos de los cuatro herrialdes [territorios históricos] bajo administración española» -una novedad la no referencia a Francia-, incluida Navarra.
(.../...)
Además de estos principios, Gara sostiene que ambas partes establecieron ciertas «garantías» para «normalizar la vida política», que el Gobierno español tenía que cumplir. El periódico cita la ausencia de detenciones, la disminución de la presencia policial y que la izquierda abertzale sea legalizada, y se refiere a los procesos judiciales abiertos lamentando que la Fiscalía haya «avalado» determinadas prohibiciones.
La noticia de que el Comité Ejecutivo de ETA decidió en febrero de 2004 que iba a reunirse con dirigentes socialistas que así lo habían solicitado era conocida. También lo es que el Ejecutivo y la banda han venido manteniendo contactos desde junio de ese año hasta febrero de 2005 para preparar las condiciones del alto el fuego. De hecho, fue este periódico el primero en informar de dichas gestiones en septiembre.
Entre dichas condiciones se encontraba, según se supo entonces, la creación de una mesa de partidos, una especie de declaración de principios en la que el presidente admitiría que iba a aceptar lo que decidiesen los vascos y un planteamiento institucional genérico que pudiese afectar a Navarra. En los contactos establecidos entre Josu Ternera y Jesús Eguiguren, de cuyo resultado era informado el entonces portavoz del Grupo Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, también se abordó la cuestión de los presos. Y se publicó que, días antes de la declaración de alto el fuego, el Gobierno había pactado con ETA sus términos.
Gara cita algunos puntos y obvia otros como el hecho de que ETA se comprometió con el alto el fuego a cesar la extorsión. Al margen de los datos, una parte de la importancia de la noticia radica en el periódico que lo publica, que insiste en la idea que la banda esgrimió en su último comunicado de que el Gobierno está incumpliendo compromisos. De hecho, el propio periódico indica que la «filtración» se ha extendido «al socaire del malestar o la sorpresa generada por los incumplimientos», y justifica así la extensión del rumor durante semanas en Euskadi. ETA realizó su advertencia antes de la declaración del presidente ante el Congreso en el que éste satisfizo el punto más importante. Gara insiste ahora, cuando está pendiente la legalización de Batasuna y la resolución de diversos sumarios judiciales.
El periódico proetarra sostiene que la banda se comprometió a «no realizar acciones contra personas ni bienes» y a no abastecerse «de armas ni explosivos a partir de la declaración». A cambio, el Gobierno «aceptó que respetaría las decisiones que sobre su futuro adopten los ciudadanos vascos», «que los acuerdos para ello se alcanzarán entre los partidos, así como entre los agentes sociales, económicos y sindicales vascos», y que su ámbito de vigencia «se refiere al futuro de los ciudadanos de los cuatro herrialdes [territorios históricos] bajo administración española» -una novedad la no referencia a Francia-, incluida Navarra.
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Además de estos principios, Gara sostiene que ambas partes establecieron ciertas «garantías» para «normalizar la vida política», que el Gobierno español tenía que cumplir. El periódico cita la ausencia de detenciones, la disminución de la presencia policial y que la izquierda abertzale sea legalizada, y se refiere a los procesos judiciales abiertos lamentando que la Fiscalía haya «avalado» determinadas prohibiciones.
La noticia de que el Comité Ejecutivo de ETA decidió en febrero de 2004 que iba a reunirse con dirigentes socialistas que así lo habían solicitado era conocida. También lo es que el Ejecutivo y la banda han venido manteniendo contactos desde junio de ese año hasta febrero de 2005 para preparar las condiciones del alto el fuego. De hecho, fue este periódico el primero en informar de dichas gestiones en septiembre.
Entre dichas condiciones se encontraba, según se supo entonces, la creación de una mesa de partidos, una especie de declaración de principios en la que el presidente admitiría que iba a aceptar lo que decidiesen los vascos y un planteamiento institucional genérico que pudiese afectar a Navarra. En los contactos establecidos entre Josu Ternera y Jesús Eguiguren, de cuyo resultado era informado el entonces portavoz del Grupo Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, también se abordó la cuestión de los presos. Y se publicó que, días antes de la declaración de alto el fuego, el Gobierno había pactado con ETA sus términos.
Gara cita algunos puntos y obvia otros como el hecho de que ETA se comprometió con el alto el fuego a cesar la extorsión. Al margen de los datos, una parte de la importancia de la noticia radica en el periódico que lo publica, que insiste en la idea que la banda esgrimió en su último comunicado de que el Gobierno está incumpliendo compromisos. De hecho, el propio periódico indica que la «filtración» se ha extendido «al socaire del malestar o la sorpresa generada por los incumplimientos», y justifica así la extensión del rumor durante semanas en Euskadi. ETA realizó su advertencia antes de la declaración del presidente ante el Congreso en el que éste satisfizo el punto más importante. Gara insiste ahora, cuando está pendiente la legalización de Batasuna y la resolución de diversos sumarios judiciales.
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