Carta del padre de Suárez Trashorras a Pedro J.
15-09-06
Carta del padre de Suárez Trashorras a Pedro J.
Carta del padre de Suárez Trashorras a Pedro J.
En la última conversación de Fernando Múgica con la familia de José Emilio Suárez Trashorras, el padre de éste, José Manuel Suárez, le pidió encarecidamente que le hiciera llegar al director de EL MUNDO una carta cuyo contenido reproducimos íntegramente:
Don Pedro, me dirijo a usted como padre de José Emilio Suárez Trashorras. Ya están haciendo de él un chivo expiatorio con la enfermedad mental que padece. El Gobierno socialista lo que está haciendo de mi hijo es un escudo protector para protegerse ellos de sus mentiras.
(.../...)
Cuando nombraron la Comisión Parlamentaria para investigar los atentados, mi hijo estaba esperando que lo citaran para tomarle declaración, pero cuál sería su sorpresa cuando el Partido Socialista y sus aliados dijeron que unos confidentes delincuentes no podían ir a declarar al Congreso de los Diputados. Pues para que toda España y los españoles que se sientan españoles, quiero que sepan que mi hijo no es ningún delincuente porque no tiene antecedentes penales, por lo tanto no es ningún delincuente. Creo que deberían estar mejor informados, pero no les interesó que fuese a declarar al Congreso porque se podían saber muchas cosas que todavía, a día de hoy, no se saben y eso podría ser comprometido para ellos, porque este atentado fue el que cambió el Gobierno en España. Pero yo tengo fe en que un día se sepa toda la verdad. Todos los días escucho la cadena Cope, que presenta por las mañanas don Federico Jiménez Losantos y que usted forma parte de la tertulia de la mañana; aunque yo estoy muy enfadado tanto con don Federico como con usted porque no contrastaban lo que decían, porque mi hijo no es ningún terrorista ni ningún asesino, y yo me pregunto dónde están los cerebros de los atentados. Quieren hacer ver que eran los musulmanes que se inmolaron en Leganés. ¿A quién quieren engañar?, ésos eran unos traficantes de hachís, pero faltan los de corbata que andan muy tranquilos paseando por la calle. Espero que se sepa la verdad como ocurrió con el GAL y todos los españoles queremos saber la verdad y que no nos mientan.
Mi hijo conoció a los moros porque se le cruzó en su camino Manuel García Rodríguez, jefe de estupefacientes de la Comisaría de Avilés, que cuando detuvieron a Toro, el que es hoy cuñado de mi hijo, cuando el caso Pipol, a cambio de sacarlo de la prisión de Villabona, mi hijo tenía que trabajar para el grupo de estupefacientes que dirigía Manolón. Y mi hijo, como era tan vulnerable dada su enfermedad, lo aceptó y fue Manolón el que lo infiltró en la banda de El Chino para sacarle toda la información que pudiese. En el mes de febrero del 2004, Emilio se ofreció de lanzadera para detener a El Chino, pero Manolón dijo que había que esperar. Gracias a la información que mi hijo le pasaba, desarticularon importantes redes de traficantes de drogas.
Todas las llamadas telefónicas que mi hijo tenía con El Chino, Manolón estaba informado y las mismas llamadas las hacía mi hijo a Manolón para informarlo. Se veían todos los días para pasarle información de todos los movimientos; incluso le entregó una agenda con los números de teléfono de los moros y un documento de DNI de El Chino que era falso. Estos datos constan en el sumario del juez Del Olmo, y luego tanto el juez como el fiscal le piden miles de años de prisión. ¿Quién presiona a este juez y a esta fiscal? Sin ser mi hijo el que cometió los atentados, ni saberse quién facilitó los explosivos; porque es vergonzoso que a día de hoy no se sepa qué clase de explosivos fueron los que se utilizaron en los trenes. Yo, cuando me enteré que mi hijo era confidente de la policía fue cuando lo detuvieron, y lo tuvieron retenido durante varios días sin ponerle el tratamiento médico que él tomaba para su enfermedad. Porque sin ese tratamiento no es la misma persona, pierde el control totalmente.
Mi hijo me decía que tenía un amigo policía, yo le decía que no se fiase ni de policías ni de guardias civiles, porque tener esa clase de amigos es peligroso, porque es como tener en el bolsillo una moneda falsa como así fue.
Don Pedro, espero que cuando usted acuda a las tertulias de la cadena Cope sigan trabajando para que todos los españoles sepamos la verdad de quiénes fueron los cerebros de los atentados, porque esta farsa no se la puede creer nadie con una mínima responsabilidad cívica.
Un saludo,
José Manuel Suárez
Don Pedro, me dirijo a usted como padre de José Emilio Suárez Trashorras. Ya están haciendo de él un chivo expiatorio con la enfermedad mental que padece. El Gobierno socialista lo que está haciendo de mi hijo es un escudo protector para protegerse ellos de sus mentiras.
(.../...)
Cuando nombraron la Comisión Parlamentaria para investigar los atentados, mi hijo estaba esperando que lo citaran para tomarle declaración, pero cuál sería su sorpresa cuando el Partido Socialista y sus aliados dijeron que unos confidentes delincuentes no podían ir a declarar al Congreso de los Diputados. Pues para que toda España y los españoles que se sientan españoles, quiero que sepan que mi hijo no es ningún delincuente porque no tiene antecedentes penales, por lo tanto no es ningún delincuente. Creo que deberían estar mejor informados, pero no les interesó que fuese a declarar al Congreso porque se podían saber muchas cosas que todavía, a día de hoy, no se saben y eso podría ser comprometido para ellos, porque este atentado fue el que cambió el Gobierno en España. Pero yo tengo fe en que un día se sepa toda la verdad. Todos los días escucho la cadena Cope, que presenta por las mañanas don Federico Jiménez Losantos y que usted forma parte de la tertulia de la mañana; aunque yo estoy muy enfadado tanto con don Federico como con usted porque no contrastaban lo que decían, porque mi hijo no es ningún terrorista ni ningún asesino, y yo me pregunto dónde están los cerebros de los atentados. Quieren hacer ver que eran los musulmanes que se inmolaron en Leganés. ¿A quién quieren engañar?, ésos eran unos traficantes de hachís, pero faltan los de corbata que andan muy tranquilos paseando por la calle. Espero que se sepa la verdad como ocurrió con el GAL y todos los españoles queremos saber la verdad y que no nos mientan.
Mi hijo conoció a los moros porque se le cruzó en su camino Manuel García Rodríguez, jefe de estupefacientes de la Comisaría de Avilés, que cuando detuvieron a Toro, el que es hoy cuñado de mi hijo, cuando el caso Pipol, a cambio de sacarlo de la prisión de Villabona, mi hijo tenía que trabajar para el grupo de estupefacientes que dirigía Manolón. Y mi hijo, como era tan vulnerable dada su enfermedad, lo aceptó y fue Manolón el que lo infiltró en la banda de El Chino para sacarle toda la información que pudiese. En el mes de febrero del 2004, Emilio se ofreció de lanzadera para detener a El Chino, pero Manolón dijo que había que esperar. Gracias a la información que mi hijo le pasaba, desarticularon importantes redes de traficantes de drogas.
Todas las llamadas telefónicas que mi hijo tenía con El Chino, Manolón estaba informado y las mismas llamadas las hacía mi hijo a Manolón para informarlo. Se veían todos los días para pasarle información de todos los movimientos; incluso le entregó una agenda con los números de teléfono de los moros y un documento de DNI de El Chino que era falso. Estos datos constan en el sumario del juez Del Olmo, y luego tanto el juez como el fiscal le piden miles de años de prisión. ¿Quién presiona a este juez y a esta fiscal? Sin ser mi hijo el que cometió los atentados, ni saberse quién facilitó los explosivos; porque es vergonzoso que a día de hoy no se sepa qué clase de explosivos fueron los que se utilizaron en los trenes. Yo, cuando me enteré que mi hijo era confidente de la policía fue cuando lo detuvieron, y lo tuvieron retenido durante varios días sin ponerle el tratamiento médico que él tomaba para su enfermedad. Porque sin ese tratamiento no es la misma persona, pierde el control totalmente.
Mi hijo me decía que tenía un amigo policía, yo le decía que no se fiase ni de policías ni de guardias civiles, porque tener esa clase de amigos es peligroso, porque es como tener en el bolsillo una moneda falsa como así fue.
Don Pedro, espero que cuando usted acuda a las tertulias de la cadena Cope sigan trabajando para que todos los españoles sepamos la verdad de quiénes fueron los cerebros de los atentados, porque esta farsa no se la puede creer nadie con una mínima responsabilidad cívica.
Un saludo,
José Manuel Suárez
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