Altos mandos de la Ertzaintza aconsejan a sus subordinados que «se aten los machos»
13-09-06
ALTO EL FUEGO / Situación de crisis
Altos mandos de la Ertzaintza aconsejan a sus subordinados que «se aten los machos»
ALTO EL FUEGO / Situación de crisis
Altos mandos de la Ertzaintza aconsejan a sus subordinados que «se aten los machos»
La Consejería de Interior del Gobierno vasco transmite a los agentes la necesidad de reforzar su seguridad por si el alto el fuego fracasa
ANGELES ESCRIVA
BILBAO.- Los altos mandos de la Ertzaintza han hecho llegar a sus subordinados un mensaje de alerta sobre la situación actual del alto el fuego de ETA. Les han pedido, de manera literal, que «se aten los machos» porque cabe la posibilidad de que el futuro sea más sinuoso de lo esperado e incluso que pueda verse frustrado a no mucho tardar.
Los mandos del Departamento de Interior del Gobierno vasco, dirigido por Javier Balza, no han especificado a los agentes las razones por las que les piden que refuercen su seguridad y les exigen una mayor atención en todo lo relativo a la banda terrorista ETA, ni por qué consideran que la actual situación puede ser más endeble de lo que aparenta, pero el hecho es que han remitido a los ertzainas la necesidad de estar en alerta.
(.../...)
El Gobierno y los socialistas involucrados en el proceso no confieren demasiada importancia a la instrucción interna elaborada por los altos mandos de la Ertzaintza. Consideran, en primer lugar, que puede tratarse de una forma de garantizar que los ertzainas no bajen la guardia y se mantengan en tensión. Y mantienen, con prudente escepticismo, que esta orden es una iniciativa preventiva que se produce como consecuencia de la elaboración de varios análisis. No todos ellos se basarían en datos objetivos, sostienen, sino que plantearían diversas hipótesis a consecuencia de las cuales cabría adoptar varias medidas. Y una de ellas sería la de reforzar la atención por si, por algún motivo, el alto el fuego no se consolida.
De hecho, el Ejecutivo no está en la tesis de que el alto el fuego pueda correr algún peligro. Los miembros del Gobierno son conscientes de que está atravesando una situación de crisis con motivo de las últimas exigencias establecidas por ETA y por Batasuna. Si, en un principio, la izquierda abertzale no había puesto excesivos problemas para registrarse en el Ministerio del Interior con otro nombre para así participar en la mesa política, a mediados de agosto quedó claro que este punto había cambiado y que, además, desde ETA se denunciaba reiteradamente el incumplimiento de unos compromisos que el Gobierno presuntamente habría adquirido. Sin la mesa de partidos, el proceso quedó bloqueado.
El Ejecutivo tenía la esperanza de desbloquearlo durante estos días y por ese motivo sólo un otorga valor meramente especulativo a la instrucción interna de la Ertzaintza.
Esta advertencia se produce cuando se han disparado las especulaciones dentro del Gobierno vasco, e incluso las diferentes versiones sobre el estado en el que se encuentra el proceso diseñado para alcanzar el final del terrorismo.
El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, ha venido repitiendo que el proceso va por «buen camino». Urkullu es un hombre de confianza de Josu Jon Imaz y, por lo tanto, uno de los mejor informados de la situación dadas las buenas relaciones que este último mantiene con Presidencia del Gobierno.
Sin embargo, y frente a esta postura, tanto el ex presidente del EBB Xabier Arzalluz, como el portavoz nacionalista en la Cámara vasca, Joseba Egibar, llevan semanas advirtiendo de los peligros de ruptura de la actual situación. A juicio de Arzalluz, el alto el fuego tiene pocas posibilidades de prosperar por una «falta de cálculo» atribuible a Rodríguez Zapatero. Egibar ha venido advirtiendo de que si no se dan pasos más arriesgados, como aquellos que afectan a la mejora de la situación de los presos de ETA, la situación corre el riesgo de enquistarse y de fracasar.
Unos y otros, incluido el Gobierno vasco -dado que ETA ya ha señalado que no es partidaria de la legalización de Batasuna previo acatamiento de la Ley de Partidos-, llevan semanas solicitando de los socialistas que no exijan de manera explícita el cumplimiento de este requisito para que sus integrantes puedan participar en la mesa de partidos en la que se han de negociar cuestiones políticas tales como la territorialidad y la autodeterminación.
La recomendación de los altos mandos de la Consejería de Interior del Gobierno vasco se produce poco después de que trascendiera que la Ertzaintza había advertido sobre la posibilidad de que se incrementaran de las acciones de terrorismo callejero en las próximas semanas. Desde su advertencia, efectivamente, este tipo de agresiones ha aumentado en número e intensidad, en sintonía con el malestar interno que asegura sentir la izquierda abertzale.
ANGELES ESCRIVA
BILBAO.- Los altos mandos de la Ertzaintza han hecho llegar a sus subordinados un mensaje de alerta sobre la situación actual del alto el fuego de ETA. Les han pedido, de manera literal, que «se aten los machos» porque cabe la posibilidad de que el futuro sea más sinuoso de lo esperado e incluso que pueda verse frustrado a no mucho tardar.
Los mandos del Departamento de Interior del Gobierno vasco, dirigido por Javier Balza, no han especificado a los agentes las razones por las que les piden que refuercen su seguridad y les exigen una mayor atención en todo lo relativo a la banda terrorista ETA, ni por qué consideran que la actual situación puede ser más endeble de lo que aparenta, pero el hecho es que han remitido a los ertzainas la necesidad de estar en alerta.
(.../...)
El Gobierno y los socialistas involucrados en el proceso no confieren demasiada importancia a la instrucción interna elaborada por los altos mandos de la Ertzaintza. Consideran, en primer lugar, que puede tratarse de una forma de garantizar que los ertzainas no bajen la guardia y se mantengan en tensión. Y mantienen, con prudente escepticismo, que esta orden es una iniciativa preventiva que se produce como consecuencia de la elaboración de varios análisis. No todos ellos se basarían en datos objetivos, sostienen, sino que plantearían diversas hipótesis a consecuencia de las cuales cabría adoptar varias medidas. Y una de ellas sería la de reforzar la atención por si, por algún motivo, el alto el fuego no se consolida.
De hecho, el Ejecutivo no está en la tesis de que el alto el fuego pueda correr algún peligro. Los miembros del Gobierno son conscientes de que está atravesando una situación de crisis con motivo de las últimas exigencias establecidas por ETA y por Batasuna. Si, en un principio, la izquierda abertzale no había puesto excesivos problemas para registrarse en el Ministerio del Interior con otro nombre para así participar en la mesa política, a mediados de agosto quedó claro que este punto había cambiado y que, además, desde ETA se denunciaba reiteradamente el incumplimiento de unos compromisos que el Gobierno presuntamente habría adquirido. Sin la mesa de partidos, el proceso quedó bloqueado.
El Ejecutivo tenía la esperanza de desbloquearlo durante estos días y por ese motivo sólo un otorga valor meramente especulativo a la instrucción interna de la Ertzaintza.
Esta advertencia se produce cuando se han disparado las especulaciones dentro del Gobierno vasco, e incluso las diferentes versiones sobre el estado en el que se encuentra el proceso diseñado para alcanzar el final del terrorismo.
El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, ha venido repitiendo que el proceso va por «buen camino». Urkullu es un hombre de confianza de Josu Jon Imaz y, por lo tanto, uno de los mejor informados de la situación dadas las buenas relaciones que este último mantiene con Presidencia del Gobierno.
Sin embargo, y frente a esta postura, tanto el ex presidente del EBB Xabier Arzalluz, como el portavoz nacionalista en la Cámara vasca, Joseba Egibar, llevan semanas advirtiendo de los peligros de ruptura de la actual situación. A juicio de Arzalluz, el alto el fuego tiene pocas posibilidades de prosperar por una «falta de cálculo» atribuible a Rodríguez Zapatero. Egibar ha venido advirtiendo de que si no se dan pasos más arriesgados, como aquellos que afectan a la mejora de la situación de los presos de ETA, la situación corre el riesgo de enquistarse y de fracasar.
Unos y otros, incluido el Gobierno vasco -dado que ETA ya ha señalado que no es partidaria de la legalización de Batasuna previo acatamiento de la Ley de Partidos-, llevan semanas solicitando de los socialistas que no exijan de manera explícita el cumplimiento de este requisito para que sus integrantes puedan participar en la mesa de partidos en la que se han de negociar cuestiones políticas tales como la territorialidad y la autodeterminación.
La recomendación de los altos mandos de la Consejería de Interior del Gobierno vasco se produce poco después de que trascendiera que la Ertzaintza había advertido sobre la posibilidad de que se incrementaran de las acciones de terrorismo callejero en las próximas semanas. Desde su advertencia, efectivamente, este tipo de agresiones ha aumentado en número e intensidad, en sintonía con el malestar interno que asegura sentir la izquierda abertzale.
Comentarios