Radiografía de una manipulación
14-09-06
11-M / Las maniobras
Radiografía de una manipulación
11-M / Las maniobras
Radiografía de una manipulación
'El País' saca de contexto una conversación de Trashorras en prisión para insinuar que EL MUNDO le pagó por una entrevista
En su portada, el periódico 'El País' da a entender que José Emilio Suárez Trashorras confiesa haber recibido dinero de EL MUNDO por sus declaraciones de 2006... Pero en sus páginas interiores, resulta que el ex minero asturiano supone, indignado por las acusaciones contra él, que a quien debió pagar el periódico fue a 'Nayo' en febrero de 2005
MADRID.- Firmado en portada. Un raro privilegio para los redactores de un periódico como El País. La información que ayer aparecía en la primera del «Diario independiente de la mañana», que ocupó todas las tertulias radiofónicas y que encendió una viva polémica en torno a la investigación del 11-M en las horas previas a la interpelación parlamentaria del PP al ministro Pérez Rubalcaba, venía rubricado por José Manuel Romero y Ernesto Ekaizer.
(.../...)
La ocasión parecía merecerlo. Bajo el título «'Mientras El Mundo pague, les cuento la Guerra Civil'», atribuido a José Emilio Suárez Trashorras -el ex minero asturiano, y principal imputado en el sumario del 11-M-, El País daba a entender que éste había confesado haber recibido dinero de EL MUNDO por sus declaraciones del pasado 4 de septiembre.
El trabajo de investigación, que venía acompañado en las páginas de opinión por un editorial titulado «A cualquier precio», se apoyaba en una conversación mantenida por Trashorras con sus padres en la cárcel, en marzo de 2005, y a cuya transcripción decía El País haber «tenido acceso».
Pero resulta que, en el interior del periódico, la referida transcripción daba cuenta de una realidad bien distinta. Trashorras no decía haber recibido dinero o, siquiera, una oferta económica de EL MUNDO. Lo que decía a sus padres, lleno de indignación, en marzo de 2005, es que suponía que EL MUNDO le habría pagado a Nayo, un antiguo socio suyo en el negocio del narcotráfico, quien un mes antes-en febrero de 2005- leimplicaba a él, en una entrevista de EL MUNDO, en sus turbios negocios.
La transcripción, tal como la reproduce El País, reza así:
Trashorras: Mientras el periódico EL MUNDO pague, si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil española. Desde que nací. Desde la Guerra Civil hasta ahora. Si te vienen con un chequecito cada... ¿Por qué piensas que lo hizo Nayo?
Padre.- Por dinero, si ya se sabe.
Madre.- Yo no sé por qué la Justicia no le cierra la boca a EL MUNDO...
Trashorras.- Porque tienen más dinero que todos ellos juntos, no te jode. Son unos mercenarios. Te pagan a ti para que cuentes cuentos.
Esto es todo. En estas 15 líneas El País concentra su presunta exclusiva. Los cronistas añaden -sin citar transcripción alguna ni fuentes policiales al respecto- que, a partir de ese momento, «Trashorras maduró su plan» y que «pidió a sus padres que le consiguieran el teléfono de Fernando Múgica», periodista de EL MUNDO.
Lo de menos, para los cronistas de El País, es que la entrevista de Múgica a Trashorras se publicara, en efecto, un año y medio después de aquel presunto «plan» del ex minero, en septiembre de 2006. Más relevante, a su juicio, es que «las respuestas del ex minero» en dicha entrevista «calcan palabra por palabra editoriales e informaciones de EL MUNDO», e «incluso, alguna de las frases más repetidas por dirigentes del PP en relación con el 11-M».
Y es que a partir de ahí -cuando sólo se ha leído columna y media de un total 11- cuando la información de El País se concentra, precisamente, y sobre todo, en referir las actuaciones del propio PP, siguiendo, en todo momento, la estela de EL MUNDO. Desembocando así en la interpelación de ayer a Rubalcaba, a la que los autores se refieren en tres ocasiones.
«Para sostener su permanente exigencia de que se sigan investigando aquellos hechos» dice la crónica, «el PP se aferra a teorías conspirativas que sugieren desde la participación de ETA en el ataque, hasta el apoyo indirecto del PSOE a la preparación del atentado».
Una labor de la que, en todo caso, responsabilizan al «líder» del partido, Mariano Rajoy, quien «ordenó la semana pasada a su grupo parlamentario, tras la publicación de la entrevista [de Trashorras], que insistiese con más preguntas sobre lo ocurrido», dando «por buena la versión de un imputado frente a la versión de las autoridades judiciales».
Para terminar, El País -hacia la mitad de su relato-, da respuesta, con la versión oficial del Ministerio del Interior, a cuatro de los interrogantes arrojados por EL MUNDO sobre la investigación del 11-M. La «inexistente tarjeta del Grupo Mondragón» encontrada en la furgoneta de los terroristas; la «custodia de la mochila» -que El País da por segura, como la Policía, pese a que el agente responsable reveló en EL MUNDO lo contrario-; la «composición de la dinamita», en la que no explica los «errores» del tédax Jesús Sánchez Manzano en la Comisión de Investigación; y la «furgoneta Kangoo», en que vuelve a confiar, sin más argumentos, en que no fue manipulada.
En su portada, el periódico 'El País' da a entender que José Emilio Suárez Trashorras confiesa haber recibido dinero de EL MUNDO por sus declaraciones de 2006... Pero en sus páginas interiores, resulta que el ex minero asturiano supone, indignado por las acusaciones contra él, que a quien debió pagar el periódico fue a 'Nayo' en febrero de 2005
MADRID.- Firmado en portada. Un raro privilegio para los redactores de un periódico como El País. La información que ayer aparecía en la primera del «Diario independiente de la mañana», que ocupó todas las tertulias radiofónicas y que encendió una viva polémica en torno a la investigación del 11-M en las horas previas a la interpelación parlamentaria del PP al ministro Pérez Rubalcaba, venía rubricado por José Manuel Romero y Ernesto Ekaizer.
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La ocasión parecía merecerlo. Bajo el título «'Mientras El Mundo pague, les cuento la Guerra Civil'», atribuido a José Emilio Suárez Trashorras -el ex minero asturiano, y principal imputado en el sumario del 11-M-, El País daba a entender que éste había confesado haber recibido dinero de EL MUNDO por sus declaraciones del pasado 4 de septiembre.
El trabajo de investigación, que venía acompañado en las páginas de opinión por un editorial titulado «A cualquier precio», se apoyaba en una conversación mantenida por Trashorras con sus padres en la cárcel, en marzo de 2005, y a cuya transcripción decía El País haber «tenido acceso».
Pero resulta que, en el interior del periódico, la referida transcripción daba cuenta de una realidad bien distinta. Trashorras no decía haber recibido dinero o, siquiera, una oferta económica de EL MUNDO. Lo que decía a sus padres, lleno de indignación, en marzo de 2005, es que suponía que EL MUNDO le habría pagado a Nayo, un antiguo socio suyo en el negocio del narcotráfico, quien un mes antes-en febrero de 2005- leimplicaba a él, en una entrevista de EL MUNDO, en sus turbios negocios.
La transcripción, tal como la reproduce El País, reza así:
Trashorras: Mientras el periódico EL MUNDO pague, si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil española. Desde que nací. Desde la Guerra Civil hasta ahora. Si te vienen con un chequecito cada... ¿Por qué piensas que lo hizo Nayo?
Padre.- Por dinero, si ya se sabe.
Madre.- Yo no sé por qué la Justicia no le cierra la boca a EL MUNDO...
Trashorras.- Porque tienen más dinero que todos ellos juntos, no te jode. Son unos mercenarios. Te pagan a ti para que cuentes cuentos.
Esto es todo. En estas 15 líneas El País concentra su presunta exclusiva. Los cronistas añaden -sin citar transcripción alguna ni fuentes policiales al respecto- que, a partir de ese momento, «Trashorras maduró su plan» y que «pidió a sus padres que le consiguieran el teléfono de Fernando Múgica», periodista de EL MUNDO.
Lo de menos, para los cronistas de El País, es que la entrevista de Múgica a Trashorras se publicara, en efecto, un año y medio después de aquel presunto «plan» del ex minero, en septiembre de 2006. Más relevante, a su juicio, es que «las respuestas del ex minero» en dicha entrevista «calcan palabra por palabra editoriales e informaciones de EL MUNDO», e «incluso, alguna de las frases más repetidas por dirigentes del PP en relación con el 11-M».
Y es que a partir de ahí -cuando sólo se ha leído columna y media de un total 11- cuando la información de El País se concentra, precisamente, y sobre todo, en referir las actuaciones del propio PP, siguiendo, en todo momento, la estela de EL MUNDO. Desembocando así en la interpelación de ayer a Rubalcaba, a la que los autores se refieren en tres ocasiones.
«Para sostener su permanente exigencia de que se sigan investigando aquellos hechos» dice la crónica, «el PP se aferra a teorías conspirativas que sugieren desde la participación de ETA en el ataque, hasta el apoyo indirecto del PSOE a la preparación del atentado».
Una labor de la que, en todo caso, responsabilizan al «líder» del partido, Mariano Rajoy, quien «ordenó la semana pasada a su grupo parlamentario, tras la publicación de la entrevista [de Trashorras], que insistiese con más preguntas sobre lo ocurrido», dando «por buena la versión de un imputado frente a la versión de las autoridades judiciales».
Para terminar, El País -hacia la mitad de su relato-, da respuesta, con la versión oficial del Ministerio del Interior, a cuatro de los interrogantes arrojados por EL MUNDO sobre la investigación del 11-M. La «inexistente tarjeta del Grupo Mondragón» encontrada en la furgoneta de los terroristas; la «custodia de la mochila» -que El País da por segura, como la Policía, pese a que el agente responsable reveló en EL MUNDO lo contrario-; la «composición de la dinamita», en la que no explica los «errores» del tédax Jesús Sánchez Manzano en la Comisión de Investigación; y la «furgoneta Kangoo», en que vuelve a confiar, sin más argumentos, en que no fue manipulada.
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