NI LA FISCAL NI EL CONGRESO QUIEREN ESCLARECER EL 11-M
20-09-06
Editorial
NI LA FISCAL NI EL CONGRESO QUIEREN ESCLARECER EL 11-M
Editorial
NI LA FISCAL NI EL CONGRESO QUIEREN ESCLARECER EL 11-M
Quienes -aun a costa de su propio crédito- tratan de apuntalar día tras día la versión oficial del 11-M tienen desde esta mañana un nuevo motivo para la inquietud: la reaparición en la escena de la atribulada fiscal del caso. La frase que hoy encabeza la portada de EL MUNDO -pronunciada por Olga Sánchez ante el abogado de uno de los acusados- es la demostración palmaria no sólo de que carece de la preparación necesaria para desmenuzar los entresijos del caso sino de que le falta además la voluntad para averiguar la verdad.
Porque cuando la fiscal afirma que Goma 2 «es lo que estalló en los trenes y en Leganés» y que «no tiene nada que ver con ETA», en realidad lo que está diciendo es que el 11-M es para ella ya un caso cerrado y que no perderá ni un minuto más en aclarar las numerosas contradicciones policiales que se han ido destapando en los últimos meses. La representante del Ministerio Público hace así caso omiso de las últimas declaraciones ante el juez del jefe de los Tedax alegando que es imposible determinar el tipo de dinamita que explotó en los atentados.
Olga Sánchez dijo además ayer que si el comisario Sánchez Manzano acudió recientemente ante el juez fue para aclarar «las maledicencias que constantemente vienen de un medio de comunicación». Alguien debería aclararle que el jefe de los Tedax no fue llamado a la Audiencia por la supuesta inquina de este periódico sino como consecuencia de su propia declaración ante el Congreso, donde afirmó que en los trenes se había encontrado nitroglicerina, un componente que no está presente en la Goma 2 y sí por ejemplo en el Titadyn, una sustancia habitualmente utilizada por ETA. Al parecer, para la fiscal este dato también es irrelevante. Como lo es que no aparezca un solo análisis sobre los restos de explosivos que se hallaron en el lugar de los hechos.
Pero si hay algo que refleja la desidia con la que la fiscal se ha enfrentado al sumario son sus palabras sobre el otro gran punto oscuro en torno a los explosivos del 11-M: la contaminación con la misma sustancia del explosivo de la Kangoo y de la muestra policial con la que se cotejó. Cuando Olga Sánchez afirma que «es baladí que aparezca metenamina en algo más pequeño que la base de una moneda», retrata hasta dónde alcanza su flaco compromiso con la verdad.
Pero si patética fue la intervención de la fiscal, lo ocurrido en el Congreso rebasó todos los límites. El PSOE y sus aliados tumbaron la iniciativa del PP que solicitaba al Ejecutivo que aclarara las contradicciones policiales sobre la masacre y leyeron uno por uno ante la Cámara una moción por la que desisten de su obligación de controlar al Gobierno. Si la fiscal pasa por encima de los interrogantes del caso y los representantes de la soberanía popular deciden por mayoría no escarbar en ellos, no es de extrañar que una buena parte de la ciudadanía se vuelva hacia los medios de comunicación que día tras día intentamos esclarecer la verdad.
Porque cuando la fiscal afirma que Goma 2 «es lo que estalló en los trenes y en Leganés» y que «no tiene nada que ver con ETA», en realidad lo que está diciendo es que el 11-M es para ella ya un caso cerrado y que no perderá ni un minuto más en aclarar las numerosas contradicciones policiales que se han ido destapando en los últimos meses. La representante del Ministerio Público hace así caso omiso de las últimas declaraciones ante el juez del jefe de los Tedax alegando que es imposible determinar el tipo de dinamita que explotó en los atentados.
Olga Sánchez dijo además ayer que si el comisario Sánchez Manzano acudió recientemente ante el juez fue para aclarar «las maledicencias que constantemente vienen de un medio de comunicación». Alguien debería aclararle que el jefe de los Tedax no fue llamado a la Audiencia por la supuesta inquina de este periódico sino como consecuencia de su propia declaración ante el Congreso, donde afirmó que en los trenes se había encontrado nitroglicerina, un componente que no está presente en la Goma 2 y sí por ejemplo en el Titadyn, una sustancia habitualmente utilizada por ETA. Al parecer, para la fiscal este dato también es irrelevante. Como lo es que no aparezca un solo análisis sobre los restos de explosivos que se hallaron en el lugar de los hechos.
Pero si hay algo que refleja la desidia con la que la fiscal se ha enfrentado al sumario son sus palabras sobre el otro gran punto oscuro en torno a los explosivos del 11-M: la contaminación con la misma sustancia del explosivo de la Kangoo y de la muestra policial con la que se cotejó. Cuando Olga Sánchez afirma que «es baladí que aparezca metenamina en algo más pequeño que la base de una moneda», retrata hasta dónde alcanza su flaco compromiso con la verdad.
Pero si patética fue la intervención de la fiscal, lo ocurrido en el Congreso rebasó todos los límites. El PSOE y sus aliados tumbaron la iniciativa del PP que solicitaba al Ejecutivo que aclarara las contradicciones policiales sobre la masacre y leyeron uno por uno ante la Cámara una moción por la que desisten de su obligación de controlar al Gobierno. Si la fiscal pasa por encima de los interrogantes del caso y los representantes de la soberanía popular deciden por mayoría no escarbar en ellos, no es de extrañar que una buena parte de la ciudadanía se vuelva hacia los medios de comunicación que día tras día intentamos esclarecer la verdad.
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