«El Gobierno ha buscado distancias con las víctimas y con el PP»
28-05-06
MAITE PAGAZAURTUNDUA / Presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo
«El Gobierno ha buscado distancias con las víctimas y con el PP»
Traductora de euskara. Enamorada de su tierra, el País Vasco, es una de las voces más autorizadas de las víctimas de ETA. Y de sus palabras y análisis se desprende que aún no se fía de las intenciones de los terroristas.
FERNANDO LAZARO
MAITE PAGAZAURTUNDUA / Presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo
«El Gobierno ha buscado distancias con las víctimas y con el PP»
Traductora de euskara. Enamorada de su tierra, el País Vasco, es una de las voces más autorizadas de las víctimas de ETA. Y de sus palabras y análisis se desprende que aún no se fía de las intenciones de los terroristas.
FERNANDO LAZARO
Pregunta.- El presidente del Gobierno ya ha puesto la primera fecha para el principio del diálogo con ETA.
Respuesta.- Los españoles, lo que esperamos, es que ese proceso de diálogo se circunscriba exactamente al compromiso adquirido por el presidente: que sólo se hable sobre cuándo dejan las armas y cómo terminan con la violencia.
(.../...)
P.- ¿Y el debate sobre una posible legalización de Batasuna...?
R.- Ese es otro debate. Seguramente, en los próximos meses, si hay tranquilidad en las calles vascas no me extrañaría nada que se encontrasen fórmulas para que Batasuna se presentase a las elecciones. Es una forma más de mantener ese hilo de relación, de diálogo...
P.- ¿Para usted no sería cómoda esa legalización?
R.- El gran problema no es lo que dice el presidente sino lo que dice Batasuna-ETA. Son ellos los que no se han acogido a los principios de la democracia, que son el respeto a la vida y a las ideas de los demás.
P.- ¿No ha detectado aún cambios en el discurso de ETA y de Batasuna?
R.- Los conceptos fundamentales que tienen que ver con la democracia siguen sin ser asumidos por ellos. No han hecho ningún tipo de crítica sobre lo que significa el terror, sobre lo que significa el acoso, esa amenaza de que pueden volver a matar la siguen utilizando a día de hoy. Esa chulería, ese matonismo que utilizan resulta bastante ofensivo cuando lo que de verdad parece que está en el candelero es que la sociedad española sea generosa con ellos y les permita insertarse en el sistema político.
P.- Entonces, ¿no parece que haya un escenario suficiente para pedir más generosidad a la sociedad?
R.- Ellos están en una operación de búsqueda de legitimación ante la sociedad española. Y pretenden ocultar toda la carga de horror y de asesinatos que tienen en ese mundo que conforma todo ese conglomerado, que ha sido investigado y definido, sobre todo por el juez Garzón.
P.- ¿Es un mundo al revés?
R.- No sé si es un mundo al revés pero lo que es cierto es que los verdugos son los verdugos y las víctimas son las víctimas.Y no tenemos que caer en la trampa de ir considerando como menos verdugos a los verdugos y, tal vez, como menos inocentes a las víctimas. La sociedad española es generosa, cree en la reinserción, pero la categoría que cada uno se ha conformado es la que ha trabajado con sus palabras y con sus actos. Desde luego, el mundo de Batasuna-ETA tendría que ser muchísimo más humilde y no debería de seguir buscando la legitimidad de aquello que no tiene ningún sentido.
P.- ¿Usted observa, entonces, un inmovilismo en ETA y en Batasuna?
R.- El mundo de Batasuna-ETA no ha evolucionado suficientemente, por eso estamos inquietos. Si se hubiera planteado, de una forma pública, que es una tregua indefinida e incondicional y definitiva, todos estaríamos mucho más tranquilos y discutiríamos de otra cosa. Lo que da la impresión es que siguen intentando jugar al póquer de la astucia, buscan una legitimación política a lo que han hecho hasta ahora.
P.- Hay quien sostiene que Zapatero se equivocó al realizar el último anuncio en un mitin del partido.
R.- Está en la lógica de estos tiempos. No estamos viviendo un momento en que la política parezca propia de un club de caballeros.
P.- ¿La politización es excesiva?
R.- La situación es, por lo menos en apariencia, muy complicada porque no existen complicidades entre el Gobierno y el gran partido de la oposición. El Gobierno tiene un compromiso con la sociedad: hablar únicamente del abandono definitivo de las armas, no entablar una negociación política porque sería como degenerar nuestro texto constitucional y nuestras reglas de juego. El mundo de Batasuna-ETA parece que está haciendo una gran operación de imagen, de agitación y propaganda, para intentar aparecer mucho menos responsables de lo que son, de todo el horror que ha impregnado en la sociedad vasca, de toda la escuela de odio de tres generaciones de asesinos. Además, está muy presionado y cercado por la Justicia.Tiene problemas económicos porque no puede concurrir a las elecciones...En estos momentos el proceso lo veo todavía muy frágil. Depende de lo que Batasuna-ETA pretenda en el fondo. Si pretende lo que está expresando públicamente no tendrá ninguna posibilidad de futuro.
P.- ¿Y se puede avanzar en este «frágil» proceso sin el apoyo del PP?
R.- Lo convierte todo en extraordinariamente difícil. Cuanto más divididos estemos los demócratas más posibilidades tendrán de desestabilizar los miembros de Batasuna-ETA. La unidad democrática claro que nos interesa, las complicidades democráticas, claro que nos interesan, el juego limpio, por supuesto que nos interesa a todos. Cartas boca arriba.
P.- ¿Qué tienen que hacer hoy las víctimas?
R.- No puedo hablar en nombre de todos porque es un colectivo muy plural. Creo que nosotros representamos una conciencia democrática vigilante, para que no retrocedamos en la calidad democrática de nuestras normas, de nuestras reglas de juego. El preámbulo de la Constitución no se puede devaluar. Habla del establecimiento de la Justicia, de la libertad, de la seguridad, de promover el bien, de asegurar el imperio de la ley, del ejercicio de los Derechos Humanos y de establecer una sociedad democrática avanzada.Son los principios, los valores, por los que hemos estado luchando y aguantando muchos ciudadanos vascos para que ETA no destrozase todo lo que significa el preámbulo. Para nosotros no son palabras sin contenido. Nos hemos jugado la vida por estas palabras.
P.- Entonces, ¿no hay que añadir nada al preámbulo, como ha anunciado Zapatero?
R.- Es un preámbulo magnífico en el que introducir elementos históricos sería muy complicado porque ya habla de valores que trascienden a cualquier época. No hay ninguna expresión de elementos temporales, históricos. Habla de cuáles son las reglas del juego para tener calidad democrática en una sociedad.
P.- ¿Cree que ahora las víctimas deben permanecer en silencio o salir a las calles?
R.- Hay personas que tienen una enorme esperanza y una enorme fe en lo que el presidente vaya a realizar y en cómo está tejido lo que se ha precocinado antes del alto el fuego. También hay otra parte muy importante del colectivo, que al ver que el presidente y algunos políticos del Partido Socialista utilizan palabras que antes no utilizaban, se han sentido muy inquietos. Toda la parte secreta que ha desembocado en este alto el fuego o lo que secretamente algunos estén hablando en las cercanías del Gobierno nos es desconocido y esto genera inquietud en el colectivo de víctimas. Lo que sí es evidente es que el Gobierno ha buscado un espacio que le permitiera muchos movimientos y con una cierta distancia con respecto al colectivo de víctimas y también con mucha distancia con respecto al Partido Popular. Son seguramente indeseados pero son efectos que se generan en el corazón de personas que tienen miedo de que pueda existir la tentación de la impunidad.
P.- Acusan a las víctimas de que están demasiado politizadas.
R.- Creo que el partidismo no se da demasiado en el colectivo de víctimas. Hay algunas que están muy significadas o que creen mucho en las políticas de distintos partidos, pero es un número casi insignificante. Es verdad que hay otra parte del colectivo que tiene un sentido político de lo que significa la lucha contra ETA, pero no partidista. Las víctimas tienen todo el derecho de hablar, por supuesto que sí. Cómo no. El haber sufrido una circunstancia extrema no nos incapacita a nivel intelectual.Que no nos intenten incapacitar intelectualmente.
P.- ¿La sociedad volvería a ser generosa con los presos?
R.- Me pregunta esto cuando aún tenemos frescas las declaraciones inmisericordes y crueles de los etarras en Gara, o las chulerías de los últimos días de Permach y de Otegi.
P.- ¿Vencedores y vencidos?
R.- En una situación como la que hemos vivido deben ganar los demócratas y la sociedad y el imperio de la ley, y la Constitución.Es una cuestión básica. La manera de reaccionar ante los grandes problemas va a marcar la forma de sociedad que se encontrarán nuestros hijos y nuestros nietos. No tenemos derecho a corromper el espíritu de la Constitución. No tenemos derecho a apañar palabras mentirosas que nos obliguen después a mentir sobre el pasado. Batasuna-ETA no puede conseguir que se consideren los asesinatos y el intento de atemorizar a la sociedad como daños colaterales de ningún conflicto. Eso es fanatismo de la identidad.Es juego sucio. No pueden quedar como héroes.
P.- ¿Se sienten respaldadas?
R.- La sociedad ha arropado extraordinariamente a las víctimas.Las víctimas representan la inocencia y la amenaza que a nuestro sistema de convivencia democrática ha intentado inferir el mundo del terrorismo, el de ETA y el islamista. La hoja de ruta de las víctimas es la hoja de ruta de una sociedad democráticamente sana.
P.-¿Estamos más cerca de una «oportunidad histórica» o de una «tregua trampa»?
R.- No lo sé. Soy poco dada al pensamiento mágico en todo esto.Supongo que he enterrado a demasiada gente querida, no sólo a mi hermano, como para no saber cuál es el tipo de mentalidad y de discurso que ha sido coherente con sus asesinatos. No tengo elementos para deducir que debajo del discurso público de Batasuna-ETA hay algo más. Ojalá. No soy muy dada al pensamiento mágico ni a la superchería, pero vivimos en una sociedad muy dada al pensamiento mágico y al entusiasmo.
Respuesta.- Los españoles, lo que esperamos, es que ese proceso de diálogo se circunscriba exactamente al compromiso adquirido por el presidente: que sólo se hable sobre cuándo dejan las armas y cómo terminan con la violencia.
(.../...)
P.- ¿Y el debate sobre una posible legalización de Batasuna...?
R.- Ese es otro debate. Seguramente, en los próximos meses, si hay tranquilidad en las calles vascas no me extrañaría nada que se encontrasen fórmulas para que Batasuna se presentase a las elecciones. Es una forma más de mantener ese hilo de relación, de diálogo...
P.- ¿Para usted no sería cómoda esa legalización?
R.- El gran problema no es lo que dice el presidente sino lo que dice Batasuna-ETA. Son ellos los que no se han acogido a los principios de la democracia, que son el respeto a la vida y a las ideas de los demás.
P.- ¿No ha detectado aún cambios en el discurso de ETA y de Batasuna?
R.- Los conceptos fundamentales que tienen que ver con la democracia siguen sin ser asumidos por ellos. No han hecho ningún tipo de crítica sobre lo que significa el terror, sobre lo que significa el acoso, esa amenaza de que pueden volver a matar la siguen utilizando a día de hoy. Esa chulería, ese matonismo que utilizan resulta bastante ofensivo cuando lo que de verdad parece que está en el candelero es que la sociedad española sea generosa con ellos y les permita insertarse en el sistema político.
P.- Entonces, ¿no parece que haya un escenario suficiente para pedir más generosidad a la sociedad?
R.- Ellos están en una operación de búsqueda de legitimación ante la sociedad española. Y pretenden ocultar toda la carga de horror y de asesinatos que tienen en ese mundo que conforma todo ese conglomerado, que ha sido investigado y definido, sobre todo por el juez Garzón.
P.- ¿Es un mundo al revés?
R.- No sé si es un mundo al revés pero lo que es cierto es que los verdugos son los verdugos y las víctimas son las víctimas.Y no tenemos que caer en la trampa de ir considerando como menos verdugos a los verdugos y, tal vez, como menos inocentes a las víctimas. La sociedad española es generosa, cree en la reinserción, pero la categoría que cada uno se ha conformado es la que ha trabajado con sus palabras y con sus actos. Desde luego, el mundo de Batasuna-ETA tendría que ser muchísimo más humilde y no debería de seguir buscando la legitimidad de aquello que no tiene ningún sentido.
P.- ¿Usted observa, entonces, un inmovilismo en ETA y en Batasuna?
R.- El mundo de Batasuna-ETA no ha evolucionado suficientemente, por eso estamos inquietos. Si se hubiera planteado, de una forma pública, que es una tregua indefinida e incondicional y definitiva, todos estaríamos mucho más tranquilos y discutiríamos de otra cosa. Lo que da la impresión es que siguen intentando jugar al póquer de la astucia, buscan una legitimación política a lo que han hecho hasta ahora.
P.- Hay quien sostiene que Zapatero se equivocó al realizar el último anuncio en un mitin del partido.
R.- Está en la lógica de estos tiempos. No estamos viviendo un momento en que la política parezca propia de un club de caballeros.
P.- ¿La politización es excesiva?
R.- La situación es, por lo menos en apariencia, muy complicada porque no existen complicidades entre el Gobierno y el gran partido de la oposición. El Gobierno tiene un compromiso con la sociedad: hablar únicamente del abandono definitivo de las armas, no entablar una negociación política porque sería como degenerar nuestro texto constitucional y nuestras reglas de juego. El mundo de Batasuna-ETA parece que está haciendo una gran operación de imagen, de agitación y propaganda, para intentar aparecer mucho menos responsables de lo que son, de todo el horror que ha impregnado en la sociedad vasca, de toda la escuela de odio de tres generaciones de asesinos. Además, está muy presionado y cercado por la Justicia.Tiene problemas económicos porque no puede concurrir a las elecciones...En estos momentos el proceso lo veo todavía muy frágil. Depende de lo que Batasuna-ETA pretenda en el fondo. Si pretende lo que está expresando públicamente no tendrá ninguna posibilidad de futuro.
P.- ¿Y se puede avanzar en este «frágil» proceso sin el apoyo del PP?
R.- Lo convierte todo en extraordinariamente difícil. Cuanto más divididos estemos los demócratas más posibilidades tendrán de desestabilizar los miembros de Batasuna-ETA. La unidad democrática claro que nos interesa, las complicidades democráticas, claro que nos interesan, el juego limpio, por supuesto que nos interesa a todos. Cartas boca arriba.
P.- ¿Qué tienen que hacer hoy las víctimas?
R.- No puedo hablar en nombre de todos porque es un colectivo muy plural. Creo que nosotros representamos una conciencia democrática vigilante, para que no retrocedamos en la calidad democrática de nuestras normas, de nuestras reglas de juego. El preámbulo de la Constitución no se puede devaluar. Habla del establecimiento de la Justicia, de la libertad, de la seguridad, de promover el bien, de asegurar el imperio de la ley, del ejercicio de los Derechos Humanos y de establecer una sociedad democrática avanzada.Son los principios, los valores, por los que hemos estado luchando y aguantando muchos ciudadanos vascos para que ETA no destrozase todo lo que significa el preámbulo. Para nosotros no son palabras sin contenido. Nos hemos jugado la vida por estas palabras.
P.- Entonces, ¿no hay que añadir nada al preámbulo, como ha anunciado Zapatero?
R.- Es un preámbulo magnífico en el que introducir elementos históricos sería muy complicado porque ya habla de valores que trascienden a cualquier época. No hay ninguna expresión de elementos temporales, históricos. Habla de cuáles son las reglas del juego para tener calidad democrática en una sociedad.
P.- ¿Cree que ahora las víctimas deben permanecer en silencio o salir a las calles?
R.- Hay personas que tienen una enorme esperanza y una enorme fe en lo que el presidente vaya a realizar y en cómo está tejido lo que se ha precocinado antes del alto el fuego. También hay otra parte muy importante del colectivo, que al ver que el presidente y algunos políticos del Partido Socialista utilizan palabras que antes no utilizaban, se han sentido muy inquietos. Toda la parte secreta que ha desembocado en este alto el fuego o lo que secretamente algunos estén hablando en las cercanías del Gobierno nos es desconocido y esto genera inquietud en el colectivo de víctimas. Lo que sí es evidente es que el Gobierno ha buscado un espacio que le permitiera muchos movimientos y con una cierta distancia con respecto al colectivo de víctimas y también con mucha distancia con respecto al Partido Popular. Son seguramente indeseados pero son efectos que se generan en el corazón de personas que tienen miedo de que pueda existir la tentación de la impunidad.
P.- Acusan a las víctimas de que están demasiado politizadas.
R.- Creo que el partidismo no se da demasiado en el colectivo de víctimas. Hay algunas que están muy significadas o que creen mucho en las políticas de distintos partidos, pero es un número casi insignificante. Es verdad que hay otra parte del colectivo que tiene un sentido político de lo que significa la lucha contra ETA, pero no partidista. Las víctimas tienen todo el derecho de hablar, por supuesto que sí. Cómo no. El haber sufrido una circunstancia extrema no nos incapacita a nivel intelectual.Que no nos intenten incapacitar intelectualmente.
P.- ¿La sociedad volvería a ser generosa con los presos?
R.- Me pregunta esto cuando aún tenemos frescas las declaraciones inmisericordes y crueles de los etarras en Gara, o las chulerías de los últimos días de Permach y de Otegi.
P.- ¿Vencedores y vencidos?
R.- En una situación como la que hemos vivido deben ganar los demócratas y la sociedad y el imperio de la ley, y la Constitución.Es una cuestión básica. La manera de reaccionar ante los grandes problemas va a marcar la forma de sociedad que se encontrarán nuestros hijos y nuestros nietos. No tenemos derecho a corromper el espíritu de la Constitución. No tenemos derecho a apañar palabras mentirosas que nos obliguen después a mentir sobre el pasado. Batasuna-ETA no puede conseguir que se consideren los asesinatos y el intento de atemorizar a la sociedad como daños colaterales de ningún conflicto. Eso es fanatismo de la identidad.Es juego sucio. No pueden quedar como héroes.
P.- ¿Se sienten respaldadas?
R.- La sociedad ha arropado extraordinariamente a las víctimas.Las víctimas representan la inocencia y la amenaza que a nuestro sistema de convivencia democrática ha intentado inferir el mundo del terrorismo, el de ETA y el islamista. La hoja de ruta de las víctimas es la hoja de ruta de una sociedad democráticamente sana.
P.-¿Estamos más cerca de una «oportunidad histórica» o de una «tregua trampa»?
R.- No lo sé. Soy poco dada al pensamiento mágico en todo esto.Supongo que he enterrado a demasiada gente querida, no sólo a mi hermano, como para no saber cuál es el tipo de mentalidad y de discurso que ha sido coherente con sus asesinatos. No tengo elementos para deducir que debajo del discurso público de Batasuna-ETA hay algo más. Ojalá. No soy muy dada al pensamiento mágico ni a la superchería, pero vivimos en una sociedad muy dada al pensamiento mágico y al entusiasmo.
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