'EL CHINO' Y ETA No encuentra la 'nota interna' que confirma la relación
31-05-06
11-M / Las lagunas de la investigación / 'EL CHINO' Y ETA
No encuentra la 'nota interna' que confirma la relación
ANTONIO RUBIO
11-M / Las lagunas de la investigación / 'EL CHINO' Y ETA
No encuentra la 'nota interna' que confirma la relación
ANTONIO RUBIO
MADRID.- «Se ignora quién es el lugarteniente de El Chino [ ], no existe ningún informe que recoja ese extremo». Éstas son algunas de las respuestas, escuetas, que el Ministerior del Interior ha ofrecido sobre las relaciones que Jamal Ahmidan mantuvo con algunos miembros de ETA durante el tiempo que permaneció en prisión por delitos contra la salud pública.
(.../...)
Esta versión de Interior se contradice palmariamente con lo publicado por EL MUNDO en diciembre de 2005 y en abril de 2006: que hay constancia, mediante nota interna, de que el marroquí Aomar, lugarteniente de Jamal Ahmidan en los años 90, declaró en sede policial que «El Chino tenía contactos con ETA y un miembro de los terroristas le enseñó a hacer una bomba con una bombilla y gasolina».
Es más, este periódico denunció el pasado mes de abril que «la Policía oculta al juez un informe que relaciona a ETA con El Chino». Esa nota o informe donde se aclaraban las relaciones de Ahmidan con los etarras fue elaborada pocos días después de los atentados del 11-M y posteriormente remitida a la Comisaría General de Información, que dirige Telesforo Rubio.
Sin embargo, Interior sí reconoce en sus respuestas que El Chino se dedicaba al tráfico de hachís en el País Vasco. Curiosamente, esa información también fue aportada por Aomar, lugarteniente de Jamal Ahmidan, e iba en la misma nota interna en la que se hablaba de ETA y El Chino, de los contactos que utilizaba Ahmidan en los diferentes pueblos del País Vasco para vender la droga y del piso de Laredo (Santander) que tenía como almacén y refugio.
El asunto del policía nacional Maussili Kalaji, en cuyo establecimiento telefónico se liberaron los móviles que fueron utilizados en las mochilas bomba, es resuelto por Interior de forma clara y contundente: «Se informa de que el sirio [hay que recordarle al Ministerio que ese agente es español, según su nacionalidad] Maussili Kalaji [ ] está jubilado por incapacidad permanente desde el 04/04/2006».
Es decir, Kalaji es «jubilado» seis días antes de que el juez Juan del Olmo haga público el auto de procesamiento del 11-M.Es indudable que, en esa fecha, Interior ya sabía que el magistrado no iba a imputar a Kalaji y decide eliminarlo de su nómina para que no se convierta en un testigo negativo.
Pregunta del PP: «Razón por la que el general Varela no reconoce hasta el 18/03/2006 [sic] que Rafá Zouhier es confidente de uno de sus agentes».
Respuesta de Interior: «La materia [...] está considerada materia clasificada de conformidad...».
Es decir, Interior intentó ocultar lo que EL MUNDO reveló en abril de 2004, poco después de los atentados del 11-M: Rafá Zouhier era confidente de la Guardia Civil y avisó a los agentes de la UCO sobre la compra de explosivos por parte de los islamistas radicales.
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Esta versión de Interior se contradice palmariamente con lo publicado por EL MUNDO en diciembre de 2005 y en abril de 2006: que hay constancia, mediante nota interna, de que el marroquí Aomar, lugarteniente de Jamal Ahmidan en los años 90, declaró en sede policial que «El Chino tenía contactos con ETA y un miembro de los terroristas le enseñó a hacer una bomba con una bombilla y gasolina».
Es más, este periódico denunció el pasado mes de abril que «la Policía oculta al juez un informe que relaciona a ETA con El Chino». Esa nota o informe donde se aclaraban las relaciones de Ahmidan con los etarras fue elaborada pocos días después de los atentados del 11-M y posteriormente remitida a la Comisaría General de Información, que dirige Telesforo Rubio.
Sin embargo, Interior sí reconoce en sus respuestas que El Chino se dedicaba al tráfico de hachís en el País Vasco. Curiosamente, esa información también fue aportada por Aomar, lugarteniente de Jamal Ahmidan, e iba en la misma nota interna en la que se hablaba de ETA y El Chino, de los contactos que utilizaba Ahmidan en los diferentes pueblos del País Vasco para vender la droga y del piso de Laredo (Santander) que tenía como almacén y refugio.
El asunto del policía nacional Maussili Kalaji, en cuyo establecimiento telefónico se liberaron los móviles que fueron utilizados en las mochilas bomba, es resuelto por Interior de forma clara y contundente: «Se informa de que el sirio [hay que recordarle al Ministerio que ese agente es español, según su nacionalidad] Maussili Kalaji [ ] está jubilado por incapacidad permanente desde el 04/04/2006».
Es decir, Kalaji es «jubilado» seis días antes de que el juez Juan del Olmo haga público el auto de procesamiento del 11-M.Es indudable que, en esa fecha, Interior ya sabía que el magistrado no iba a imputar a Kalaji y decide eliminarlo de su nómina para que no se convierta en un testigo negativo.
Pregunta del PP: «Razón por la que el general Varela no reconoce hasta el 18/03/2006 [sic] que Rafá Zouhier es confidente de uno de sus agentes».
Respuesta de Interior: «La materia [...] está considerada materia clasificada de conformidad...».
Es decir, Interior intentó ocultar lo que EL MUNDO reveló en abril de 2004, poco después de los atentados del 11-M: Rafá Zouhier era confidente de la Guardia Civil y avisó a los agentes de la UCO sobre la compra de explosivos por parte de los islamistas radicales.
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