BATASUNA SACA PECHO GRACIAS AL FISCAL Y ROSA DIEZ SE REBELA
3-06-06
EDITORIAL
BATASUNA SACA PECHO GRACIAS AL FISCAL Y ROSA DIEZ SE REBELA
EDITORIAL
BATASUNA SACA PECHO GRACIAS AL FISCAL Y ROSA DIEZ SE REBELA
Mientras la crisis de confianza abierta entre el presidente del Gobierno y Mariano Rajoy por las negociaciones con Batasuna mantiene en suspenso el calendario previsto por Zapatero para solicitar la autorización del Congreso para el diálogo con ETA, han comenzado a vislumbrarse las nefastas consecuencias de la decisión del juez Marlaska de dejar en libertad a los proetarras siguiendo el criterio de la Fiscalía. Los dirigentes de Batasuna se mostraron ayer muy ufanos. Karmelo Landa aseguró que «la Audiencia Nacional ha quedado apartada del proceso» y para celebrarlo, el brazo político de ETA ha convocado una manifestación en Pamplona para el 17 de junio, exigiendo una «mesa de resolución».
Nada tiene de particular que Batasuna considere como una victoria frente al Estado la libertad de sus dirigentes, puesto que hace sólo una semana la posibilidad de ir a la cárcel parecía haberse convertido en poco menos que una certeza. El 26 de mayo, Grande-Marlaska amplió las imputaciones que pesaban sobre Otegi y otros miembros de la Mesa Nacional, después de presentar su «comisión negociadora» para la mesa de partidos y de que Joseba Permach dijera que un hipotético encarcelamiento paralizaría el proceso. En dicho auto, el juez consideraba que estos acontecimientos podrían constituir un delito de «amenazas terroristas» al hacer depender «el cese de la violencia» de un determinado comportamiento por parte de los poderes del Estado «tratando de generar un temor racional en la sociedad, caso de sustraerse a la voluntad» de la formación ilegalizada.
Una interpretación jurídica que contrasta -de forma apabullante- con los cínicos argumentos de la Fiscalía para dejarlos en libertad.Según el fiscal, las actuaciones glosadas por el juez no pretendían «contribuir a los fines de ETA», sino «recuperar la presencia institucional de la formación en la vida pública, así como apoyar la situación de cese de violencia y la consecución de la misma con carácter definitivo». Una tesis que rezuma hipocresía política por todos lados y que viene a echar una mano a Zapatero y al PSOE, que fundamentan su negociación con Batasuna en el hecho -aún por demostrar- de que Otegi trabaja para que el alto el fuego sea definitivo.
Sin embargo, la jugada de Zapatero es arriesgada y le puede costar cara. La eurodiputada socialista Rosa Díez, cuya ejecutoria en defensa de las libertades es impecable, llamó ayer a la «resistencia» frente a la «tomadura de pelo» del presidente al autorizar la reunión con la ilegal Batasuna. Muchos socialistas se sentirán sin duda identificados con ella y con las víctimas del terrorismo que opinan igual.
Nada tiene de particular que Batasuna considere como una victoria frente al Estado la libertad de sus dirigentes, puesto que hace sólo una semana la posibilidad de ir a la cárcel parecía haberse convertido en poco menos que una certeza. El 26 de mayo, Grande-Marlaska amplió las imputaciones que pesaban sobre Otegi y otros miembros de la Mesa Nacional, después de presentar su «comisión negociadora» para la mesa de partidos y de que Joseba Permach dijera que un hipotético encarcelamiento paralizaría el proceso. En dicho auto, el juez consideraba que estos acontecimientos podrían constituir un delito de «amenazas terroristas» al hacer depender «el cese de la violencia» de un determinado comportamiento por parte de los poderes del Estado «tratando de generar un temor racional en la sociedad, caso de sustraerse a la voluntad» de la formación ilegalizada.
Una interpretación jurídica que contrasta -de forma apabullante- con los cínicos argumentos de la Fiscalía para dejarlos en libertad.Según el fiscal, las actuaciones glosadas por el juez no pretendían «contribuir a los fines de ETA», sino «recuperar la presencia institucional de la formación en la vida pública, así como apoyar la situación de cese de violencia y la consecución de la misma con carácter definitivo». Una tesis que rezuma hipocresía política por todos lados y que viene a echar una mano a Zapatero y al PSOE, que fundamentan su negociación con Batasuna en el hecho -aún por demostrar- de que Otegi trabaja para que el alto el fuego sea definitivo.
Sin embargo, la jugada de Zapatero es arriesgada y le puede costar cara. La eurodiputada socialista Rosa Díez, cuya ejecutoria en defensa de las libertades es impecable, llamó ayer a la «resistencia» frente a la «tomadura de pelo» del presidente al autorizar la reunión con la ilegal Batasuna. Muchos socialistas se sentirán sin duda identificados con ella y con las víctimas del terrorismo que opinan igual.
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