Rubalcaba aclara las dudas a su modo
31-05-06
11-M / Las lagunas de la investigación
Rubalcaba aclara las dudas a su modo
CASIMIRO GARCIA-ABADILLO
11-M / Las lagunas de la investigación
Rubalcaba aclara las dudas a su modo
CASIMIRO GARCIA-ABADILLO
Han pasado más de 26 meses desde que se produjo el brutal atentado del 11-M. El Gobierno ha dispuesto de todos los medios que ha considerado necesarios para conocer la verdad sobre lo ocurrido.Pues bien, he aquí lo que, en respuesta a una larga y exhaustiva lista de preguntas realizada por la diputada del PP Alicia Castro Masaveu, ha contestado el Ministerio del Interior. Es decir, lo que dice saber el Gobierno sobre la masacre que coadyuvó a la inesperada victoria del PSOE el 14 de marzo de 2004.
1.- Sobre la autoría del atentado: «La autoría y el grado de participación de cada imputado se determinarán durante el proceso».
(.../...)
2.- Sobre la vinculación del 11-M con Al Qaeda: «La vinculación con Al Qaeda deberá acreditarse en el proceso judicial».
3.- Sobre el lugar donde se montaron las bombas: «No puede concretarse con certeza tal extremo».
4.- Sobre el lugar donde los terroristas guardaron el explosivo antes del atentado: «No se tiene constancia del lugar exacto en que se guardaba el explosivo».
5.- Sobre los restos de explosivo encontrados en la casa de Morata: «Sólo aparecen dos de los componentes de las dinamitas, en concreto el nitrogricol y nitrato amónico».
6.- Sobre el tipo de temporizador utilizado en las 10 bombas que hicieron explosión el 11-M: «No se ha recuperado ningún temporizador, por lo que no se puede determinar el tipo de temporizador utilizado en las que explotaron».
7.- Sobre los individuos que compraron los teléfonos móviles, uno de los cuales fue utilizado como temporizador en la bolsa desactivada en Vallecas: «Se desconoce la identidad de las personas que compraron los teléfonos móviles».
8.- Sobre las huellas aparecidas en la bolsa de Vallecas: «Apareció ADN de un varón sin identificar y huellas también sin identificar».
9.- Sobre la fecha en la que los terroristas aparcaron el Skoda Fabia en las cercanías de la estación de Alcalá de Henares: «Se desconoce la fecha exacta, si bien la testigo que comunica el hallazgo el 13 de junio, habla de unos tres meses antes».
10.- Sobre la visita de los ex ministros del Interior Barrionuevo y Corcuera al general Galindo en la cárcel de Ocaña en la tarde del 11-M: «El Ministerio del Interior no hace especulaciones sobre encuentros privados».
11.- Sobre la afirmación de Zouhier de que la UCO le pidió que buscara compradores para la dinamita que vendían Toro y Trashorras: «No existe ninguna constancia de que la UCO encargara a Rafá Zouhier que buscara compradores para la dinamita».
Ésas son, así de clarificadoras, las respuestas del ministro Rubalcaba en torno a las cuestiones claves sobre el atentado.
Ahora veamos cómo responde a las cuestiones referidas a posibles vínculos entre los terroristas ligados al atentado del 11-M y ETA.
Confirma que en los bolsillos del islamista Benesmail, preso en la cárcel de Villabona, en un cacheo, se le localizaron en un bolsillo anotaciones y números de teléfono de los etarras Henri Parot y Harriet Iragi, pero cuando se le interroga sobre los vínculos entre aquél y los etarras, afirma: «De las investigaciones realizadas no ha resultado contrastado que tuviera excelentes relaciones con los etarras».
Sobre las denuncias de José Ignacio Fernández Díaz, Nayo, de que los asturianos vendían dinamita a ETA, Interior se limita a contestar: «Las efectúa cuando está huido de la Justicia, a un medio de comunicación, sin que por otra parte exista constancia ni indicio alguno de tales entregas».
En cuanto a la venta de dinamita de Antonio Toro a ETA, Rubalcaba contesta: «No se tiene constancia».
Asimismo, despacha con una elusiva a la pregunta sobre las relaciones entre Jamal Ahmidan, El Chino, y ETA, denunciadas también por uno de los hombres que compartieron con él todo tipo de fechorías: «No se tiene constancia de que existan las relaciones referidas».
Mención aparte merece el bloque de respuestas en torno a la prueba clave en la que se sustenta el sumario y que consiste en la bolsa que llegó a la comisaría de Puente de Vallecas y que fue desactivada por un Tedax en la madrugada del 12 de marzo.
Las dudas sobre el origen de esa bolsa o mochila no sólo no se despejan, sino que, dados los argumentos utilizados por el Ministerio del Interior, se agrandan. Rubalcaba insiste en varias ocasiones en que «no se rompió la cadena de custodia» de los objetos encontrados en la estación de El Pozo. Sin embargo, esa versión contradice la del inspector jefe Alvarez, encargado de la custodia de los mismos.
Ante el interrogante de por qué el juez Del Olmo tenía en su despacho una réplica de dicha bolsa y no la original, Interior responde con una afirmación insostenible: «La mochila, como el resto de los componentes de los artefactos explosivos, de conformidad con la normativa que regula la especialidad, quedan en depósito en la Unidad de Desactivación de Explosivos, a disposición de la autoridad judicial». Efectivamente, una vez desactivada, la bomba y la bolsa que la contenía debían quedar custodiadas por los Tedax. Sin embargo, el juez reclamó esa prueba y, de hecho, cuando la pidió para mostrársela al inspector jefe Alvarez para ver si la identificaba, creía que era la auténtica y no una réplica de la misma. Lo lógico es que la réplica, usada para realizar pruebas periciales, estuviera en las dependencias de los Tedax, y no al revés.
El oscuro papel del funcionario de policía Maussili Kalaji (jubilado repentinamente el pasado 4 de abril), que liberó los móviles utilizados por los terroristas y en cuya relación con el imputado y militante del PSOE Mouhanad Almallah no se ha encontrado «ningún ilícito penal», así como la pasividad en la investigación respecto a las denuncias del guardia civil Campillo, ponen de relieve hasta qué punto se han sesgado todos los aspectos del caso que ponen en cuestión la versión oficial sobre los hechos.
En fin, estamos ante un producto acabado de la factoría Rubalcaba.La forma en la que está confeccionado, la fecha elegida para su entrega al Congreso, su filtración y los medios elegidos para la misma... no dejan lugar a dudas.
Si quieren saber lo que ocurrió el 11-M, por favor, no le pregunten a Rubalcaba.
1.- Sobre la autoría del atentado: «La autoría y el grado de participación de cada imputado se determinarán durante el proceso».
(.../...)
2.- Sobre la vinculación del 11-M con Al Qaeda: «La vinculación con Al Qaeda deberá acreditarse en el proceso judicial».
3.- Sobre el lugar donde se montaron las bombas: «No puede concretarse con certeza tal extremo».
4.- Sobre el lugar donde los terroristas guardaron el explosivo antes del atentado: «No se tiene constancia del lugar exacto en que se guardaba el explosivo».
5.- Sobre los restos de explosivo encontrados en la casa de Morata: «Sólo aparecen dos de los componentes de las dinamitas, en concreto el nitrogricol y nitrato amónico».
6.- Sobre el tipo de temporizador utilizado en las 10 bombas que hicieron explosión el 11-M: «No se ha recuperado ningún temporizador, por lo que no se puede determinar el tipo de temporizador utilizado en las que explotaron».
7.- Sobre los individuos que compraron los teléfonos móviles, uno de los cuales fue utilizado como temporizador en la bolsa desactivada en Vallecas: «Se desconoce la identidad de las personas que compraron los teléfonos móviles».
8.- Sobre las huellas aparecidas en la bolsa de Vallecas: «Apareció ADN de un varón sin identificar y huellas también sin identificar».
9.- Sobre la fecha en la que los terroristas aparcaron el Skoda Fabia en las cercanías de la estación de Alcalá de Henares: «Se desconoce la fecha exacta, si bien la testigo que comunica el hallazgo el 13 de junio, habla de unos tres meses antes».
10.- Sobre la visita de los ex ministros del Interior Barrionuevo y Corcuera al general Galindo en la cárcel de Ocaña en la tarde del 11-M: «El Ministerio del Interior no hace especulaciones sobre encuentros privados».
11.- Sobre la afirmación de Zouhier de que la UCO le pidió que buscara compradores para la dinamita que vendían Toro y Trashorras: «No existe ninguna constancia de que la UCO encargara a Rafá Zouhier que buscara compradores para la dinamita».
Ésas son, así de clarificadoras, las respuestas del ministro Rubalcaba en torno a las cuestiones claves sobre el atentado.
Ahora veamos cómo responde a las cuestiones referidas a posibles vínculos entre los terroristas ligados al atentado del 11-M y ETA.
Confirma que en los bolsillos del islamista Benesmail, preso en la cárcel de Villabona, en un cacheo, se le localizaron en un bolsillo anotaciones y números de teléfono de los etarras Henri Parot y Harriet Iragi, pero cuando se le interroga sobre los vínculos entre aquél y los etarras, afirma: «De las investigaciones realizadas no ha resultado contrastado que tuviera excelentes relaciones con los etarras».
Sobre las denuncias de José Ignacio Fernández Díaz, Nayo, de que los asturianos vendían dinamita a ETA, Interior se limita a contestar: «Las efectúa cuando está huido de la Justicia, a un medio de comunicación, sin que por otra parte exista constancia ni indicio alguno de tales entregas».
En cuanto a la venta de dinamita de Antonio Toro a ETA, Rubalcaba contesta: «No se tiene constancia».
Asimismo, despacha con una elusiva a la pregunta sobre las relaciones entre Jamal Ahmidan, El Chino, y ETA, denunciadas también por uno de los hombres que compartieron con él todo tipo de fechorías: «No se tiene constancia de que existan las relaciones referidas».
Mención aparte merece el bloque de respuestas en torno a la prueba clave en la que se sustenta el sumario y que consiste en la bolsa que llegó a la comisaría de Puente de Vallecas y que fue desactivada por un Tedax en la madrugada del 12 de marzo.
Las dudas sobre el origen de esa bolsa o mochila no sólo no se despejan, sino que, dados los argumentos utilizados por el Ministerio del Interior, se agrandan. Rubalcaba insiste en varias ocasiones en que «no se rompió la cadena de custodia» de los objetos encontrados en la estación de El Pozo. Sin embargo, esa versión contradice la del inspector jefe Alvarez, encargado de la custodia de los mismos.
Ante el interrogante de por qué el juez Del Olmo tenía en su despacho una réplica de dicha bolsa y no la original, Interior responde con una afirmación insostenible: «La mochila, como el resto de los componentes de los artefactos explosivos, de conformidad con la normativa que regula la especialidad, quedan en depósito en la Unidad de Desactivación de Explosivos, a disposición de la autoridad judicial». Efectivamente, una vez desactivada, la bomba y la bolsa que la contenía debían quedar custodiadas por los Tedax. Sin embargo, el juez reclamó esa prueba y, de hecho, cuando la pidió para mostrársela al inspector jefe Alvarez para ver si la identificaba, creía que era la auténtica y no una réplica de la misma. Lo lógico es que la réplica, usada para realizar pruebas periciales, estuviera en las dependencias de los Tedax, y no al revés.
El oscuro papel del funcionario de policía Maussili Kalaji (jubilado repentinamente el pasado 4 de abril), que liberó los móviles utilizados por los terroristas y en cuya relación con el imputado y militante del PSOE Mouhanad Almallah no se ha encontrado «ningún ilícito penal», así como la pasividad en la investigación respecto a las denuncias del guardia civil Campillo, ponen de relieve hasta qué punto se han sesgado todos los aspectos del caso que ponen en cuestión la versión oficial sobre los hechos.
En fin, estamos ante un producto acabado de la factoría Rubalcaba.La forma en la que está confeccionado, la fecha elegida para su entrega al Congreso, su filtración y los medios elegidos para la misma... no dejan lugar a dudas.
Si quieren saber lo que ocurrió el 11-M, por favor, no le pregunten a Rubalcaba.
Comentarios