El PSOE aventaja al PP en sólo 1,5 puntos en vísperas del gran debate
28-05-06
SONDEO SIGMA DOS / Primera encuesta tras el anuncio de la autorización para abrir el diálogo con ETA / La intención de voto del PSOE es del 41,7% y la del PP se sitúa en el 40,2% / Se mantiene la imagen global del Gobierno
El PSOE aventaja al PP en sólo 1,5 puntos en vísperas del gran debate
Por primera vez, una mujer es la persona mejor valorada de la política española, al obtener la vicepresidenta Fernández de la Vega una nota más alta que las de Solbes y el propio Zapatero
FERNANDO GAREA
SONDEO SIGMA DOS / Primera encuesta tras el anuncio de la autorización para abrir el diálogo con ETA / La intención de voto del PSOE es del 41,7% y la del PP se sitúa en el 40,2% / Se mantiene la imagen global del Gobierno
El PSOE aventaja al PP en sólo 1,5 puntos en vísperas del gran debate
Por primera vez, una mujer es la persona mejor valorada de la política española, al obtener la vicepresidenta Fernández de la Vega una nota más alta que las de Solbes y el propio Zapatero
FERNANDO GAREA
MADRID.- José Luis Rodríguez Zapatero llega a su segundo Debate sobre el estado de la Nación como presidente del Gobierno con una mínima ventaja de 1,5 puntos frente al Partido Popular, según los datos de la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO.
(.../...)
El sondeo es el primero que se realiza después de que Zapatero anunciara en Bilbao que el próximo mes de junio pedirá al Congreso autorización para dialogar con ETA. Los datos globales de la encuesta muestran un ligero ascenso del PSOE en intención de voto con respecto al anterior sondeo, realizado en marzo, y donde ambos partidos tenían la misma intención de voto.
Otro dato significativo de la encuesta es que, por primera vez, una mujer es la persona mejor valorada de la política española, al obtener la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, una nota más alta que las de Pedro Solbes y el propio Rodríguez Zapatero.
En la última encuesta publicada por EL MUNDO la diferencia era prácticamente inapreciable, de sólo 0,1 puntos, lo que podía considerarse en toda regla como empate técnico.
Ahora ha aumentado ligeramente la ventaja de los socialistas, pero sigue estando muy por debajo de la que logró en las últimas generales del 14 de marzo de 2004 y es inferior a la que tuvo en vísperas del anterior Debate sobre el estado de la Nación.
En concreto, la encuesta muestra que el PSOE mantiene una intención de voto del 41,7%, es decir, 0,9 puntos menos que en las generales.En dos años de Gobierno los socialistas han perdido menos de un punto.
Los populares han ganado desde esa fecha 2,5 puntos, al pasar del 37,7% del 14-M, al 40,2% en intención de voto.
Estos datos coinciden en términos generales con la tendencia que mostraba el último sondeo del CIS que se hizo público esta semana, y también con los de la última encuesta interna que maneja el PP. Según fuentes de la dirección popular, la última encuesta interna realizada la semana pasada con una metodología distinta a la de Sigma Dos, muestra que la ventaja del PSOE sobre voto emitido es de poco más de dos puntos. En concreto, esa encuesta da al PSOE el 31,9% de los votos y al Partido Popular el 29,5%, calculando una abstención en torno al 23%.
Los datos internos del PSOE son mucho más favorables para el partido de Zapatero, con una ventaja que llega casi a los siete puntos. Fuentes de la dirección del PSOE aseguran, incluso, que un estudio propio sobre los datos del CIS muestra que su ventaja está en torno a 6,2 puntos. De hecho, en La Moncloa causó malestar y sorpresa el dato de intención de voto de la encuesta del CIS por ser demasiado desfavorable para el PSOE.
Según Sigma Dos, lo más significativo es que la recuperación del PP y, por tanto, la disminución de la ventaja de los socialistas, se ha producido sobre todo en el último año. Zapatero llegó al anterior debate con casi cuatro puntos sobre el PP y, ahora, esa distancia se ha reducido a menos de la mitad.
O sea, el primer año de Zapatero fue bueno y le sirvió para mantener prácticamente su ventaja, mientras que el segundo ha sido muy negativo en cuanto a intención de voto.
En el último año el Gobierno ha sufrido un importante desgaste que le ha llevado a colocarse en varias encuestas en situación de empate técnico. Ahora, el PSOE remonta ligeramente, por primera vez en un año. La serie histórica de sondeos de los últimos 12 meses muestra un descenso sostenido y continuado del PSOE, con una tendencia que sólo se ha quebrado en los últimos dos meses.
Cruzando esa curva de intención de voto del PSOE con los acontecimientos del último año parece deducirse que la prolongada y agitada negociación del proyecto de Estatuto de Cataluña ha desgastado sin parar al Gobierno, y sólo el alto el fuego permanente de ETA le ha permitido remontar.
Al Debate del estado de la Nación del martes y el miércoles llegará Zapatero con los dos temas abiertos, aunque uno esté ya en su recta final y, el otro, apenas haya empezado a asomar. Por un lado, al Estatuto de Cataluña le queda ya sólo el trago del referéndum del 18 de junio y el llamado proceso de paz está pendiente todavía de que se confirme la posible voluntad de ETA de convertirlo en definitivo e irreversible.
El Estatuto catalán se ha confirmado como un negocio político pésimo para el presidente del Gobierno. Le ha desgastado personalmente, ha hecho trizas las aspiraciones de candidatos autonómicos de su partido en otras comunidades como la de Madrid, ha hecho saltar por los aires la inédita experiencia de tripartito de izquierdas en Cataluña, ha acabado con Pasqual Maragall y ha trastocado los acuerdos de estabilidad parlamentaria de Zapatero.
Ahora, el presidente del Gobierno está obligado a volcarse en la campaña del referéndum porque él también se juega su credibilidad.Aprovechando el tirón electoral que mantiene en Cataluña está obligado a acudir en auxilio de Maragall para lograr una cifra razonable de participación y un porcentaje de síes sobre censo que le permita seguir hablando de consenso sobre el Estatuto.
Al día siguiente tendrá que pensar en si hace antes o después del verano los cambios en el Gobierno para que José Montilla sea candidato el 19 de noviembre en Cataluña y Juan Fernando López Aguilar en Canarias dentro de un año.
Con respecto a ETA, la encuesta muestra, al menos, una coincidencia temporal entre la recuperación de la intención de voto del PSOE y el inicio del alto fuego de la organización terrorista. Así, en los primeros días de marzo, antes del anuncio de ETA, el PSOE tenía según Sigma Dos una intención de voto del 40,8% y ahora ha subido al 41,7%.
En el lado más negativo para Zapatero está el desgaste de la imagen del presidente del Gobierno, probablemente como consecuencia de que ambos asuntos dependen personalmente de él: el Estatuto lo pactó en La Moncloa y él dirige y modula el proceso de paz.
Según la encuesta se mantiene en un 26,7% el porcentaje de quienes tienen una imagen mala ó muy mala de Zapatero, pero baja del 40,8% al 38,9% el de quienes la tienen buena ó muy buena.
La valoración del Gobierno en conjunto prácticamente no se mueve en los últimos meses.
Ese descenso de la imagen de Zapatero se manifiesta también en el descenso su nota en la tabla de valoración de líderes, aunque siga en el número uno. No obstante, la bajada va acompañada de un ligero descenso de la valoración de Rajoy.
En cuanto al PP la encuesta muestra que en dos años en la oposición no se ha desfondado y, sin llegar a superar al PSOE, al menos ha recuperado intención de voto. Desde el 14-M ha pasado desde el 37,7% hasta el 40,2% de la encuesta de mayo. No es su mejor resultado y, de hecho, en un trayecto más corto, el que va desde marzo a mayo, ha descendido ligeramente medio punto. Aquel de la encuesta de Sigma Dos de marzo fue el mejor resultado del partido de Rajoy desde las últimas elecciones generales.
Hace un año, Rajoy llegó a su primer Debate sobre el estado de la Nación como líder de la oposición con una intención de voto mucho más baja. En un año ha subido gracias a la movilización que los suyos han impulsado a cuenta de la oposición al proyecto del Estatuto de Cataluña, aunque sea a costa de arriesgarse al desgaste en esa comunidad.
El líder del PP tiene que administrar ahora su posición respecto al proceso de paz que se puede adivinar tras el alto el fuego permanente de ETA. Tendrá que navegar entre quienes le piden que rompa con el Gobierno y quienes le empujan a mantener una posición de consenso responsable.
Por el momento, si se toma como referencia la encuesta del pasado mes de marzo, realizada justo antes de la declaración de la organización terrorista ETA, parece adivinarse que el coste ha sido de medio punto de aumento de su desventaja. Lo mejor para el Partido Popular es que, a mitad de legislatura, mantiene la esperanza, por pequeña que sea, de ponerse por delante en intención de voto.
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El sondeo es el primero que se realiza después de que Zapatero anunciara en Bilbao que el próximo mes de junio pedirá al Congreso autorización para dialogar con ETA. Los datos globales de la encuesta muestran un ligero ascenso del PSOE en intención de voto con respecto al anterior sondeo, realizado en marzo, y donde ambos partidos tenían la misma intención de voto.
Otro dato significativo de la encuesta es que, por primera vez, una mujer es la persona mejor valorada de la política española, al obtener la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, una nota más alta que las de Pedro Solbes y el propio Rodríguez Zapatero.
En la última encuesta publicada por EL MUNDO la diferencia era prácticamente inapreciable, de sólo 0,1 puntos, lo que podía considerarse en toda regla como empate técnico.
Ahora ha aumentado ligeramente la ventaja de los socialistas, pero sigue estando muy por debajo de la que logró en las últimas generales del 14 de marzo de 2004 y es inferior a la que tuvo en vísperas del anterior Debate sobre el estado de la Nación.
En concreto, la encuesta muestra que el PSOE mantiene una intención de voto del 41,7%, es decir, 0,9 puntos menos que en las generales.En dos años de Gobierno los socialistas han perdido menos de un punto.
Los populares han ganado desde esa fecha 2,5 puntos, al pasar del 37,7% del 14-M, al 40,2% en intención de voto.
Estos datos coinciden en términos generales con la tendencia que mostraba el último sondeo del CIS que se hizo público esta semana, y también con los de la última encuesta interna que maneja el PP. Según fuentes de la dirección popular, la última encuesta interna realizada la semana pasada con una metodología distinta a la de Sigma Dos, muestra que la ventaja del PSOE sobre voto emitido es de poco más de dos puntos. En concreto, esa encuesta da al PSOE el 31,9% de los votos y al Partido Popular el 29,5%, calculando una abstención en torno al 23%.
Los datos internos del PSOE son mucho más favorables para el partido de Zapatero, con una ventaja que llega casi a los siete puntos. Fuentes de la dirección del PSOE aseguran, incluso, que un estudio propio sobre los datos del CIS muestra que su ventaja está en torno a 6,2 puntos. De hecho, en La Moncloa causó malestar y sorpresa el dato de intención de voto de la encuesta del CIS por ser demasiado desfavorable para el PSOE.
Según Sigma Dos, lo más significativo es que la recuperación del PP y, por tanto, la disminución de la ventaja de los socialistas, se ha producido sobre todo en el último año. Zapatero llegó al anterior debate con casi cuatro puntos sobre el PP y, ahora, esa distancia se ha reducido a menos de la mitad.
O sea, el primer año de Zapatero fue bueno y le sirvió para mantener prácticamente su ventaja, mientras que el segundo ha sido muy negativo en cuanto a intención de voto.
En el último año el Gobierno ha sufrido un importante desgaste que le ha llevado a colocarse en varias encuestas en situación de empate técnico. Ahora, el PSOE remonta ligeramente, por primera vez en un año. La serie histórica de sondeos de los últimos 12 meses muestra un descenso sostenido y continuado del PSOE, con una tendencia que sólo se ha quebrado en los últimos dos meses.
Cruzando esa curva de intención de voto del PSOE con los acontecimientos del último año parece deducirse que la prolongada y agitada negociación del proyecto de Estatuto de Cataluña ha desgastado sin parar al Gobierno, y sólo el alto el fuego permanente de ETA le ha permitido remontar.
Al Debate del estado de la Nación del martes y el miércoles llegará Zapatero con los dos temas abiertos, aunque uno esté ya en su recta final y, el otro, apenas haya empezado a asomar. Por un lado, al Estatuto de Cataluña le queda ya sólo el trago del referéndum del 18 de junio y el llamado proceso de paz está pendiente todavía de que se confirme la posible voluntad de ETA de convertirlo en definitivo e irreversible.
El Estatuto catalán se ha confirmado como un negocio político pésimo para el presidente del Gobierno. Le ha desgastado personalmente, ha hecho trizas las aspiraciones de candidatos autonómicos de su partido en otras comunidades como la de Madrid, ha hecho saltar por los aires la inédita experiencia de tripartito de izquierdas en Cataluña, ha acabado con Pasqual Maragall y ha trastocado los acuerdos de estabilidad parlamentaria de Zapatero.
Ahora, el presidente del Gobierno está obligado a volcarse en la campaña del referéndum porque él también se juega su credibilidad.Aprovechando el tirón electoral que mantiene en Cataluña está obligado a acudir en auxilio de Maragall para lograr una cifra razonable de participación y un porcentaje de síes sobre censo que le permita seguir hablando de consenso sobre el Estatuto.
Al día siguiente tendrá que pensar en si hace antes o después del verano los cambios en el Gobierno para que José Montilla sea candidato el 19 de noviembre en Cataluña y Juan Fernando López Aguilar en Canarias dentro de un año.
Con respecto a ETA, la encuesta muestra, al menos, una coincidencia temporal entre la recuperación de la intención de voto del PSOE y el inicio del alto fuego de la organización terrorista. Así, en los primeros días de marzo, antes del anuncio de ETA, el PSOE tenía según Sigma Dos una intención de voto del 40,8% y ahora ha subido al 41,7%.
En el lado más negativo para Zapatero está el desgaste de la imagen del presidente del Gobierno, probablemente como consecuencia de que ambos asuntos dependen personalmente de él: el Estatuto lo pactó en La Moncloa y él dirige y modula el proceso de paz.
Según la encuesta se mantiene en un 26,7% el porcentaje de quienes tienen una imagen mala ó muy mala de Zapatero, pero baja del 40,8% al 38,9% el de quienes la tienen buena ó muy buena.
La valoración del Gobierno en conjunto prácticamente no se mueve en los últimos meses.
Ese descenso de la imagen de Zapatero se manifiesta también en el descenso su nota en la tabla de valoración de líderes, aunque siga en el número uno. No obstante, la bajada va acompañada de un ligero descenso de la valoración de Rajoy.
En cuanto al PP la encuesta muestra que en dos años en la oposición no se ha desfondado y, sin llegar a superar al PSOE, al menos ha recuperado intención de voto. Desde el 14-M ha pasado desde el 37,7% hasta el 40,2% de la encuesta de mayo. No es su mejor resultado y, de hecho, en un trayecto más corto, el que va desde marzo a mayo, ha descendido ligeramente medio punto. Aquel de la encuesta de Sigma Dos de marzo fue el mejor resultado del partido de Rajoy desde las últimas elecciones generales.
Hace un año, Rajoy llegó a su primer Debate sobre el estado de la Nación como líder de la oposición con una intención de voto mucho más baja. En un año ha subido gracias a la movilización que los suyos han impulsado a cuenta de la oposición al proyecto del Estatuto de Cataluña, aunque sea a costa de arriesgarse al desgaste en esa comunidad.
El líder del PP tiene que administrar ahora su posición respecto al proceso de paz que se puede adivinar tras el alto el fuego permanente de ETA. Tendrá que navegar entre quienes le piden que rompa con el Gobierno y quienes le empujan a mantener una posición de consenso responsable.
Por el momento, si se toma como referencia la encuesta del pasado mes de marzo, realizada justo antes de la declaración de la organización terrorista ETA, parece adivinarse que el coste ha sido de medio punto de aumento de su desventaja. Lo mejor para el Partido Popular es que, a mitad de legislatura, mantiene la esperanza, por pequeña que sea, de ponerse por delante en intención de voto.
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El Debate sobre el Estado de la Nación
Muchas Gracias!