Rajoy decide volver a hacer oposición a la política antiterrorista de Zapatero en el Congreso y en la calle
2-06-06
ALTO EL FUEGO / El líder del PP se dice «liberado» de su compromiso de apoyo al Gobierno si éste se reúne con Batasuna / El Grupo Parlamentario presenta una propuesta de resolución sobre ETA que se debatirá el martes
Rajoy decide volver a hacer oposición a la política antiterrorista de Zapatero en el Congreso y en la calle
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
ALTO EL FUEGO / El líder del PP se dice «liberado» de su compromiso de apoyo al Gobierno si éste se reúne con Batasuna / El Grupo Parlamentario presenta una propuesta de resolución sobre ETA que se debatirá el martes
Rajoy decide volver a hacer oposición a la política antiterrorista de Zapatero en el Congreso y en la calle
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- Mariano Rajoy decidió ayer llevar de nuevo al Parlamento y a la calle su labor de oposición al Gobierno en materia antiterrorista. «A partir de ahora», dijo al cabo de un paréntesis que ha durado desde el 22 de marzo, «estamos en la misma situación en que estábamos antes de que se produjera el alto el fuego de ETA. Las circunstancias han cambiado y estamos en una situación diferente».
(.../...)
El presidente del PP, que semanas atrás avaló un diálogo del Gobierno con ETA para verificar la disolución de la banda terrorista -más allá de la crítica a Zapatero por haberlo anunciado en un mitin del PSOE-, aguardó a escuchar de labios del propio presidente del Gobierno en TV3, la noche del miércoles, su decisión de reunirse con Batasuna para denunciarle abiertamente por aceptar una negociación política con la banda y por conculcar tanto la Ley de Partidos como el Pacto Antiterrorista.
Así, en la mañana de ayer, Rajoy aseguró en la Cope que su partido apoyará de manera expresa la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo del próximo día 10 de junio en contra de la negociación política con ETA y a favor del esclarecimiento de la verdad sobre el 11-M.
Además, dijo que «denunciará» en el Parlamento la decisión del presidente del Gobierno cuando éste «comparezca», al tiempo que daba luz verde a su Grupo en el Congreso para presentar, entre sus propuestas de resolución tras el Debate sobre el estado de la Nación, una específica sobre ETA que propiciará un debate monográfico el próximo martes, antes de la sesión pretendida por Zapatero.
Con la propuesta, presentada a última hora de ayer en el Registro, el PP somete a votación una declaración del Congreso con cuatro puntos fundamentales: que «no se puede pagar ningún precio político por el cese de la actividad terrorista»; que el Estado de Derecho no puede estar en tregua; que reconoce expresamente a las víctimas del terrorismo; y que el «cese definitivo de cualquier actividad delictiva» y «la desaparición de la banda terrorista ETA» deben ser «condiciones necesarias y previas a cualquier otra iniciativa».
El segundo de los puntos es el más perentorio, ya que el PP propone al Congreso recordar que «Batasuna es una organización ilegal y terrorista» y declarar que «no cabe iniciar ningún diálogo político ni constituir Mesa alguna para dar respuesta política a las exigencias de los terroristas».
En cuanto al primero, el texto del PP reclama fijar posición sobre Navarra. «La alteración del actual estatus de Navarra sólo puede hacerse respetando la libre decisión del pueblo navarro y de sus instituciones representativas, de acuerdo con la Constitución y el Amejoramiento del Fuero», reza la propuesta.
«La facultad de formalizar convenios de colaboración y acuerdos de cooperación entre Navarra y el País Vasco», añade, «no podrá utilizarse para establecer entre ambas comunidades un sistema de coordinación universal de sus respectivas facultades autonómicas mediante la creación de órganos de naturaleza confederal, ni de instituciones similares a las que se atribuyan facultades de representación política y poder de decisión sobre ambas comunidades».
Con esta propuesta, aparentemente asumible por los socialistas según su discurso de días atrás, Rajoy volvió ayer a retomar con fuerza la iniciativa, sin llegar a «romper» su apoyo a Zapatero.Y es que, según explican los populares, su estrategia ha sido y sigue siendo la de que se evidencie que es el propio presidente del Gobierno el responsable de crear la fractura con el Partido Popular. Sea como fuere, y mientras aguarda a que Zapatero cruce físicamente la línea roja de la anunciada reunión con Batasuna, Rajoy le advirtió de que no habrá más avisos.
El presidente del PP aseguró que si el jefe del Ejecutivo da interlocución política a Batasuna, y efectivamente el PSOE se reúne con la formación declarada terrorista e ilegal por el Supremo, él se considerará «liberado» del apoyo al Gobierno que comprometió tras el alto el fuego.
De momento, la vuelta de Rajoy a la brega política en materia antiterrorista ni siquiera se detuvo ayer en una batería de anuncios parlamentarios y de manifestación popular. El presidente del PP se ocupó también de lanzar serias advertencias al Gobierno y al PSOE sobre la posible responsabilidad penal que podría derivarse de sus encuentros con Batasuna. «Tengo mis serias dudas», dijo, «de que no puedan ser citados por los tribunales los dirigentes del PSE que se reúnan con una organización terrorista ilegal, porque los tribunales han citado, como es sabido en los últimos días, a representantes de Batasuna que se han presentado ante la opinión pública como miembros de una comisión negociadora».«Es evidente», añadió, «que los dirigentes del PSOE pueden ser citados por los tribunales por reunirse con una organización ilegal y, por lo tanto, deberían pensárselo».
A pesar de este sobrevenido cambio de rumbo político, Rajoy puso énfasis ayer en repetir que su posición «no ha cambiado desde el 22 de marzo». En un corrillo informal con periodistas del Congreso, afirmó: «Yo no cambio»; y aún llegó a afirmar, aclarando luego que no se refería sino a sí mismo: «Sólo un cantamañanas cambia de posición».
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El presidente del PP, que semanas atrás avaló un diálogo del Gobierno con ETA para verificar la disolución de la banda terrorista -más allá de la crítica a Zapatero por haberlo anunciado en un mitin del PSOE-, aguardó a escuchar de labios del propio presidente del Gobierno en TV3, la noche del miércoles, su decisión de reunirse con Batasuna para denunciarle abiertamente por aceptar una negociación política con la banda y por conculcar tanto la Ley de Partidos como el Pacto Antiterrorista.
Así, en la mañana de ayer, Rajoy aseguró en la Cope que su partido apoyará de manera expresa la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo del próximo día 10 de junio en contra de la negociación política con ETA y a favor del esclarecimiento de la verdad sobre el 11-M.
Además, dijo que «denunciará» en el Parlamento la decisión del presidente del Gobierno cuando éste «comparezca», al tiempo que daba luz verde a su Grupo en el Congreso para presentar, entre sus propuestas de resolución tras el Debate sobre el estado de la Nación, una específica sobre ETA que propiciará un debate monográfico el próximo martes, antes de la sesión pretendida por Zapatero.
Con la propuesta, presentada a última hora de ayer en el Registro, el PP somete a votación una declaración del Congreso con cuatro puntos fundamentales: que «no se puede pagar ningún precio político por el cese de la actividad terrorista»; que el Estado de Derecho no puede estar en tregua; que reconoce expresamente a las víctimas del terrorismo; y que el «cese definitivo de cualquier actividad delictiva» y «la desaparición de la banda terrorista ETA» deben ser «condiciones necesarias y previas a cualquier otra iniciativa».
El segundo de los puntos es el más perentorio, ya que el PP propone al Congreso recordar que «Batasuna es una organización ilegal y terrorista» y declarar que «no cabe iniciar ningún diálogo político ni constituir Mesa alguna para dar respuesta política a las exigencias de los terroristas».
En cuanto al primero, el texto del PP reclama fijar posición sobre Navarra. «La alteración del actual estatus de Navarra sólo puede hacerse respetando la libre decisión del pueblo navarro y de sus instituciones representativas, de acuerdo con la Constitución y el Amejoramiento del Fuero», reza la propuesta.
«La facultad de formalizar convenios de colaboración y acuerdos de cooperación entre Navarra y el País Vasco», añade, «no podrá utilizarse para establecer entre ambas comunidades un sistema de coordinación universal de sus respectivas facultades autonómicas mediante la creación de órganos de naturaleza confederal, ni de instituciones similares a las que se atribuyan facultades de representación política y poder de decisión sobre ambas comunidades».
Con esta propuesta, aparentemente asumible por los socialistas según su discurso de días atrás, Rajoy volvió ayer a retomar con fuerza la iniciativa, sin llegar a «romper» su apoyo a Zapatero.Y es que, según explican los populares, su estrategia ha sido y sigue siendo la de que se evidencie que es el propio presidente del Gobierno el responsable de crear la fractura con el Partido Popular. Sea como fuere, y mientras aguarda a que Zapatero cruce físicamente la línea roja de la anunciada reunión con Batasuna, Rajoy le advirtió de que no habrá más avisos.
El presidente del PP aseguró que si el jefe del Ejecutivo da interlocución política a Batasuna, y efectivamente el PSOE se reúne con la formación declarada terrorista e ilegal por el Supremo, él se considerará «liberado» del apoyo al Gobierno que comprometió tras el alto el fuego.
De momento, la vuelta de Rajoy a la brega política en materia antiterrorista ni siquiera se detuvo ayer en una batería de anuncios parlamentarios y de manifestación popular. El presidente del PP se ocupó también de lanzar serias advertencias al Gobierno y al PSOE sobre la posible responsabilidad penal que podría derivarse de sus encuentros con Batasuna. «Tengo mis serias dudas», dijo, «de que no puedan ser citados por los tribunales los dirigentes del PSE que se reúnan con una organización terrorista ilegal, porque los tribunales han citado, como es sabido en los últimos días, a representantes de Batasuna que se han presentado ante la opinión pública como miembros de una comisión negociadora».«Es evidente», añadió, «que los dirigentes del PSOE pueden ser citados por los tribunales por reunirse con una organización ilegal y, por lo tanto, deberían pensárselo».
A pesar de este sobrevenido cambio de rumbo político, Rajoy puso énfasis ayer en repetir que su posición «no ha cambiado desde el 22 de marzo». En un corrillo informal con periodistas del Congreso, afirmó: «Yo no cambio»; y aún llegó a afirmar, aclarando luego que no se refería sino a sí mismo: «Sólo un cantamañanas cambia de posición».
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