Rajoy acusa a Zapatero de 'ocultar' que estamos en 'un escenario de guerra'
26-06-07
EMBOSCADA TERRORISTA / Las reacciones / PARTIDO POPULAR
Rajoy acusa a Zapatero de 'ocultar' que estamos en 'un escenario de guerra'
EMBOSCADA TERRORISTA / Las reacciones / PARTIDO POPULAR
Rajoy acusa a Zapatero de 'ocultar' que estamos en 'un escenario de guerra'
Recuerda al presidente que «la principal obligación del Gobierno es garantizar la seguridad» de los soldados y «no presumir de pacifismo» porque «el Ejército no es una ONG» El ministro de Defensa admite que el vehículo no tenía inhibidor de frecuencias aunque dice que iban a ser instalados en breve
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- Donde las dan las toman. Si la «guerra» de Irak llevó a Zapatero a sintonizar con los españoles en el peor momento del Gobierno popular, la «guerra», esta vez del Líbano, fue el bumerán político lanzado por Rajoy contra la ya declinante legislatura socialista. «Las tropas españolas están en un escenario de guerra y es absurdo ocultarlo para presumir de pacifismo. El Ejército no es una ONG y la principal obligación del Gobierno es garantizar su seguridad», afirmó Rajoy ayer ante la Junta Directiva de su partido. Y no es que el líder popular se revelara ayer contrario al despliegue. Lo que hizo, meses después de haberlo apoyado en el Parlamento, y al día siguiente de la muerte de los seis soldados, es reclamar a Zapatero «la verdad».
Llevar el debate al Parlamento y revisar, a fondo, el propio lenguaje político en relación con las «misiones de paz»: éstos fueron los dos mensajes de Rajoy en respuesta al impacto social y mediático de las seis muertes.
(.../...)
Así, por un lado, no sólo pidió al Gobierno que conteste a las reiteradas peticiones de información formuladas en vano estos meses por el Grupo Popular, sino que él mismo decidió preguntar por esta cuestión a Zapatero este próximo miércoles, convirtiendo la sesión de control en el primer debate de oposición pura y dura desde su visita a La Moncloa tras el alto el fuego de ETA.
Con la tragedia del Líbano al rojo vivo, Rajoy se propuso combatir, en segundo lugar, los eufemismos «pacifistas» de Zapatero. No sólo atacó el lema socialista de la paz, sino también el de la verdad, el otro gran fetiche electoral del PSOE en las últimas elecciones. «Este asunto de las misiones de los militares españoles en el exterior nosotros lo abordaremos siempre con rigor, con seriedad y sin demagogia», dijo Rajoy, que se dirigió expresamente al «presidente del Gobierno» para advertirle de que «lo primero que hay que hacer es decirles a los españoles la verdad». «Si no asume su responsabilidad, yo lo haré», enfatizó.
El líder popular, cuyas primeras palabras fueron para expresar su «solidaridad» a «las familias de los miembros del Ejército español asesinados en el Líbano y al Ejército español», pidió al Gobierno «transparencia», sobre todo respecto de la «seguridad» de las tropas. Además, le pidió que «atienda» las peticiones de comparecencia requeridas por el PP «hasta la saciedad».
Para ser exactos, desde que el ministro de Defensa compareció en el Pleno del Congreso, del que obtuvo la autorización para enviar las tropas a el Líbano -septiembre de 2006-, los populares solicitaron en una ocasión su comparecencia en comisión. Con fecha de 20 de marzo, el Grupo justificó por escrito su petición para que «informe sobre las medidas adoptadas para garantizar la seguridad de los soldados españoles en las misiones en Afganistán y en el Líbano».
El Gobierno no atendió esta petición, y tampoco contestó a las tres preguntas que se le dirigieron, el 29 de marzo, en torno a las «operaciones desarrolladas», la «evolución del conflicto» y las «previsiones».
El mismo resultado tuvieron las seis preguntas que el el PP remitió al Gobierno, en comisión, el 2 de mayo. Querían conocer el «grado de conflictividad y riesgo» de las tropas, su «nivel de satisfacción y moral», la «forma en que están recibiendo información los familiares», así como la «fecha» de su regreso a España.
«Debe explicar estas cosas en el Parlamento, y tiene que explicar la evolución de los conflictos», insistió ayer Rajoy, personalizando en Zapatero toda la responsabilidad políticapor las condiciones de seguridad.
«Le corresponde a él y solamente a él, porque es el máximo responsable de la política de defensa. Y yo, desde luego, volveré a demandar su comparecencia en las Cortes para que explique el papel de las tropas españolas y todo lo que concierne a su seguridad», afirmó Rajoy con toda la solemnidad de que fue capaz.
CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.- Donde las dan las toman. Si la «guerra» de Irak llevó a Zapatero a sintonizar con los españoles en el peor momento del Gobierno popular, la «guerra», esta vez del Líbano, fue el bumerán político lanzado por Rajoy contra la ya declinante legislatura socialista. «Las tropas españolas están en un escenario de guerra y es absurdo ocultarlo para presumir de pacifismo. El Ejército no es una ONG y la principal obligación del Gobierno es garantizar su seguridad», afirmó Rajoy ayer ante la Junta Directiva de su partido. Y no es que el líder popular se revelara ayer contrario al despliegue. Lo que hizo, meses después de haberlo apoyado en el Parlamento, y al día siguiente de la muerte de los seis soldados, es reclamar a Zapatero «la verdad».
Llevar el debate al Parlamento y revisar, a fondo, el propio lenguaje político en relación con las «misiones de paz»: éstos fueron los dos mensajes de Rajoy en respuesta al impacto social y mediático de las seis muertes.
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Así, por un lado, no sólo pidió al Gobierno que conteste a las reiteradas peticiones de información formuladas en vano estos meses por el Grupo Popular, sino que él mismo decidió preguntar por esta cuestión a Zapatero este próximo miércoles, convirtiendo la sesión de control en el primer debate de oposición pura y dura desde su visita a La Moncloa tras el alto el fuego de ETA.
Con la tragedia del Líbano al rojo vivo, Rajoy se propuso combatir, en segundo lugar, los eufemismos «pacifistas» de Zapatero. No sólo atacó el lema socialista de la paz, sino también el de la verdad, el otro gran fetiche electoral del PSOE en las últimas elecciones. «Este asunto de las misiones de los militares españoles en el exterior nosotros lo abordaremos siempre con rigor, con seriedad y sin demagogia», dijo Rajoy, que se dirigió expresamente al «presidente del Gobierno» para advertirle de que «lo primero que hay que hacer es decirles a los españoles la verdad». «Si no asume su responsabilidad, yo lo haré», enfatizó.
El líder popular, cuyas primeras palabras fueron para expresar su «solidaridad» a «las familias de los miembros del Ejército español asesinados en el Líbano y al Ejército español», pidió al Gobierno «transparencia», sobre todo respecto de la «seguridad» de las tropas. Además, le pidió que «atienda» las peticiones de comparecencia requeridas por el PP «hasta la saciedad».
Para ser exactos, desde que el ministro de Defensa compareció en el Pleno del Congreso, del que obtuvo la autorización para enviar las tropas a el Líbano -septiembre de 2006-, los populares solicitaron en una ocasión su comparecencia en comisión. Con fecha de 20 de marzo, el Grupo justificó por escrito su petición para que «informe sobre las medidas adoptadas para garantizar la seguridad de los soldados españoles en las misiones en Afganistán y en el Líbano».
El Gobierno no atendió esta petición, y tampoco contestó a las tres preguntas que se le dirigieron, el 29 de marzo, en torno a las «operaciones desarrolladas», la «evolución del conflicto» y las «previsiones».
El mismo resultado tuvieron las seis preguntas que el el PP remitió al Gobierno, en comisión, el 2 de mayo. Querían conocer el «grado de conflictividad y riesgo» de las tropas, su «nivel de satisfacción y moral», la «forma en que están recibiendo información los familiares», así como la «fecha» de su regreso a España.
«Debe explicar estas cosas en el Parlamento, y tiene que explicar la evolución de los conflictos», insistió ayer Rajoy, personalizando en Zapatero toda la responsabilidad políticapor las condiciones de seguridad.
«Le corresponde a él y solamente a él, porque es el máximo responsable de la política de defensa. Y yo, desde luego, volveré a demandar su comparecencia en las Cortes para que explique el papel de las tropas españolas y todo lo que concierne a su seguridad», afirmó Rajoy con toda la solemnidad de que fue capaz.
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