Grupos de encapuchados atacan una emisora en Pamplona y un juzgado de paz en Marquina
24-09-06
ALTO EL FUEGO / La violencia callejera
Grupos de encapuchados atacan una emisora en Pamplona y un juzgado de paz en Marquina
Dos individuos calcinan un coche en Rentería tras arrojar en su interior un 'cóctel molotov'
XABIER GARMENDIA
ALTO EL FUEGO / La violencia callejera
Grupos de encapuchados atacan una emisora en Pamplona y un juzgado de paz en Marquina
Dos individuos calcinan un coche en Rentería tras arrojar en su interior un 'cóctel molotov'
XABIER GARMENDIA
SAN SEBASTIAN.- Los sucesos de violencia callejera continúan multiplicándose. Han dejado de ser esporádicos para convertirse nuevamente en algo habitual que evoca tiempos pasados. Grupos de desconocidos lanzaron la noche del viernes diversos ataques contra una emisora de Onda Cero en Pamplona, el Juzgado de Paz de la localidad vizcaína de Marquina, un vehículo particular en Rentería y contenedores de basura en Bilbao.
(.../...)
Si bien ninguno de los sabotajes produjo heridos, las acciones de kale borroka volvieron a causar pánico entre algunos testigos. El episodio más llamativo se dio en Pamplona. Un grupo de unas 10 personas encapuchadas atacó la sede de Onda Cero en la capital navarra, situada en el número 1 de la calle Cortes de Navarra, a las 23.20 horas. Los atacantes llegaron corriendo desde la calle Estafeta y primero lanzaron varias piedras contra las ventanas de la emisora, resultando destrozadas dos grandes cristaleras. Según la versión policial, los agresores pretendían romper las lunas para lanzar al interior varios cócteles molotov. El plan fracasó, ya que tan solo una botella con líquido inflamable impactó contra la fachada. El artefacto prendió fuego en el exterior de la radio, apagándose por sí solo al cabo de un par de minutos. Al arder dejó ennegrecida una de las cornisas de las ventanas.
El ataque únicamente provocó daños materiales, ya que en ese momento no se encontraba dentro ningún redactor o técnico de Onda Cero. Sin embargo, los últimos trabajadores habían abandonado los locales unos pocos minutos antes.
Las dependencias de Onda Cero ocupan la entreplanta de un edificio de siete alturas, en el que el resto de los pisos está ocupado por viviendas. La posibilidad de que el fuego se hubiera declarado en el interior podría haber originado una grave situación.
Los encapuchados huyeron corriendo otra vez hacia la populosa calle Estafeta. El ataque fue presenciado por varias familias que se encontraban en las inmediaciones, llegando a sufrir una niña una pequeña crisis nerviosa.
La policía no descartaba que los mismos encapuchados fueran los autores del cruce de varios contenedores de basura a modo de barricada en la cercana cuesta del Labrit.
Un artefacto en un cajero
No acabaron ahí los actos de violencia callejera en Pamplona, ya que sobre las dos de la madrugada de ayer un artefacto explosionó en un cajero automático de Caja Navarra en el barrio de San Juan, que resultó con daños «relevantes», según fuentes de la Policía Municipal.
Casi a la misma hora, en torno a las 2.15 de la noche, varios desconocidos pretendieron destruir el Juzgado de Paz de Marquina. Los atacantes arrojaron tres cócteles molotov contra el Juzgado, provocando diversos daños materiales en el interior del inmueble. Los bomberos tuvieron que acudir para sofocar el fuego ocasionado.
También en Vizcaya, concretamente en la calle Ribera del Casco Viejo de Bilbao, varios encapuchados cruzaron e incendiaron contenedores de basura, lo que obligó a una dotación de bomberos a personarse en el lugar. El incidente provocó el corte de la circulación durante unos minutos.
La escalada de violencia callejera continuó en Rentería. A las 5.15 horas de la madrugada, dos encapuchados rompieron el parabrisas de un turismo situado en el barrio de Beraun de dicha localidad guipuzcoana, para posteriormente lanzar a su interior un cóctel molotov, según comunicó un testigo a la Ertzaintza. El incendio destruyó el vehículo. La Policía vasca explicó a este diario que los titulares del coche no tienen ninguna vinculación política ni pertenecen a ningún grupo considerado «de riesgo».
El propio presidente del PP, Mariano Rajoy, mostró su preocupación por el recrudecimiento de la violencia callejera, que, a su juicio, «demuestra que las cosas no van como debieran ir». Los socialistas, por medio del portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, advirtieron que «todo tipo de expresión violenta que se dé en nuestras calles o en nuestras vidas hace incompatible que se pueda poner en marcha una mesa de partidos». En la misma línea se manifestó el dirigente del PNV José Antonio Rubalkaba.
(.../...)
Si bien ninguno de los sabotajes produjo heridos, las acciones de kale borroka volvieron a causar pánico entre algunos testigos. El episodio más llamativo se dio en Pamplona. Un grupo de unas 10 personas encapuchadas atacó la sede de Onda Cero en la capital navarra, situada en el número 1 de la calle Cortes de Navarra, a las 23.20 horas. Los atacantes llegaron corriendo desde la calle Estafeta y primero lanzaron varias piedras contra las ventanas de la emisora, resultando destrozadas dos grandes cristaleras. Según la versión policial, los agresores pretendían romper las lunas para lanzar al interior varios cócteles molotov. El plan fracasó, ya que tan solo una botella con líquido inflamable impactó contra la fachada. El artefacto prendió fuego en el exterior de la radio, apagándose por sí solo al cabo de un par de minutos. Al arder dejó ennegrecida una de las cornisas de las ventanas.
El ataque únicamente provocó daños materiales, ya que en ese momento no se encontraba dentro ningún redactor o técnico de Onda Cero. Sin embargo, los últimos trabajadores habían abandonado los locales unos pocos minutos antes.
Las dependencias de Onda Cero ocupan la entreplanta de un edificio de siete alturas, en el que el resto de los pisos está ocupado por viviendas. La posibilidad de que el fuego se hubiera declarado en el interior podría haber originado una grave situación.
Los encapuchados huyeron corriendo otra vez hacia la populosa calle Estafeta. El ataque fue presenciado por varias familias que se encontraban en las inmediaciones, llegando a sufrir una niña una pequeña crisis nerviosa.
La policía no descartaba que los mismos encapuchados fueran los autores del cruce de varios contenedores de basura a modo de barricada en la cercana cuesta del Labrit.
Un artefacto en un cajero
No acabaron ahí los actos de violencia callejera en Pamplona, ya que sobre las dos de la madrugada de ayer un artefacto explosionó en un cajero automático de Caja Navarra en el barrio de San Juan, que resultó con daños «relevantes», según fuentes de la Policía Municipal.
Casi a la misma hora, en torno a las 2.15 de la noche, varios desconocidos pretendieron destruir el Juzgado de Paz de Marquina. Los atacantes arrojaron tres cócteles molotov contra el Juzgado, provocando diversos daños materiales en el interior del inmueble. Los bomberos tuvieron que acudir para sofocar el fuego ocasionado.
También en Vizcaya, concretamente en la calle Ribera del Casco Viejo de Bilbao, varios encapuchados cruzaron e incendiaron contenedores de basura, lo que obligó a una dotación de bomberos a personarse en el lugar. El incidente provocó el corte de la circulación durante unos minutos.
La escalada de violencia callejera continuó en Rentería. A las 5.15 horas de la madrugada, dos encapuchados rompieron el parabrisas de un turismo situado en el barrio de Beraun de dicha localidad guipuzcoana, para posteriormente lanzar a su interior un cóctel molotov, según comunicó un testigo a la Ertzaintza. El incendio destruyó el vehículo. La Policía vasca explicó a este diario que los titulares del coche no tienen ninguna vinculación política ni pertenecen a ningún grupo considerado «de riesgo».
El propio presidente del PP, Mariano Rajoy, mostró su preocupación por el recrudecimiento de la violencia callejera, que, a su juicio, «demuestra que las cosas no van como debieran ir». Los socialistas, por medio del portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, advirtieron que «todo tipo de expresión violenta que se dé en nuestras calles o en nuestras vidas hace incompatible que se pueda poner en marcha una mesa de partidos». En la misma línea se manifestó el dirigente del PNV José Antonio Rubalkaba.
Comentarios