¿QUÉ MENOS QUE ZAPATERO COMPAREZCA EN EL CONGRESO?
04-01-07
Editorial
¿QUÉ MENOS QUE ZAPATERO COMPAREZCA EN EL CONGRESO?
Editorial
¿QUÉ MENOS QUE ZAPATERO COMPAREZCA EN EL CONGRESO?
Mientras los equipos de emergencia rescataban esta madrugada el cadáver de la primera víctima mortal acaecida desde que ETA anunciara un «alto el fuego permanente» que el Gobierno dio siempre por irreversible, el número dos del PSOE, José Blanco, se revolvía contra su entrevistador en Radio Nacional negando que Zapatero se haya «equivocado» durante el mal llamado proceso de paz. Su tono no augura nada bueno porque sin autocrítica es difícil que haya la sincera rectificación que exigen las circunstancias.
En todo caso la opinión pública espera conocer de labios del presidente cuáles son sus planes. Zapatero salió ayer de su encierro de los últimos cuatro días y se reunió con las familias de las víctimas, demostrando sensibilidad y reflejos ante las críticas que ayer mismo esbozaban contra él en nuestras páginas
(.../...)
El líder del PP se adelantó al jefe del Ejecutivo, visitando la zona cero ayer por la mañana, antes de presidir el Comité Ejecutivo, en el que se decidió pedir la comparecencia urgente de Zapatero en el Congreso para explicar cuál va a ser la política antiterrorista tras la ruptura del alto el fuego.
La petición del PP es muy razonable, como lo es la actitud de Mariano Rajoy desde el atentado. ¿Qué menos que el presidente comparezca para dar certidumbres a los ciudadanos? Además, fue Zapatero quien convirtió al Parlamento en protagonista del diálogo con ETA, al impulsar la resolución que dio cobertura a sus contactos con los terrroristas. Y en el Congreso -aunque no en el pleno- anunció el comienzo de la fase formal de esos contactos. Los socialistas, a través de López Garrido, respondieron ayer al PP que ellos no solicitaron la comparecencia de Aznar tras la ruptura de la tregua de 1999. Habrá que recordar una vez más al PSOE que la actual crisis no tiene nada que ver con lo sucedido en el 99. La anterior tregua de ETA fue producto del Pacto de Lizarra firmado por los nacionalistas con los proetarras, no de encuentros secretos del Gobierno ni del PP con la banda. Además, el entonces presidente Aznar no transmitió una y otra vez a los ciudadanos mensajes de optimismo como Zapatero, el último 24 horas antes del atentado.
En la Ejecutiva del PP, todos los intervinientes expresaron su convencimiento de que Zapatero pretende mantener abierto el proceso con ETA, por lo que reclamaron a Rajoy que no se fíe de él. Una desconfianza que puede estar justificada, puesto que hace dos años Zapatero abusó de la buena fe de Rajoy, cuando se comprometió a crear una comisión negociadora con el PP sobre el modelo territorial que nunca vio la luz.
El presidente tiene una vía de conjurar esa desconfianza del principal partido de la oposición, al que necesita para salir del atolladero. El primer paso sería convocar la comisión de seguimiento del Pacto Antiterrorista. El Gobierno pretende impulsar un nuevo pacto. ¿Para qué crear un instrumento nuevo cuando el que ya existe fue el mejor que ha tenido el Estado de Derecho contra ETA? Si Zapatero quiere que el resto de los partidos participe, que los invite a sumarse. Será la prueba del algodón para que todos se definan.
En todo caso la opinión pública espera conocer de labios del presidente cuáles son sus planes. Zapatero salió ayer de su encierro de los últimos cuatro días y se reunió con las familias de las víctimas, demostrando sensibilidad y reflejos ante las críticas que ayer mismo esbozaban contra él en nuestras páginas
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El líder del PP se adelantó al jefe del Ejecutivo, visitando la zona cero ayer por la mañana, antes de presidir el Comité Ejecutivo, en el que se decidió pedir la comparecencia urgente de Zapatero en el Congreso para explicar cuál va a ser la política antiterrorista tras la ruptura del alto el fuego.
La petición del PP es muy razonable, como lo es la actitud de Mariano Rajoy desde el atentado. ¿Qué menos que el presidente comparezca para dar certidumbres a los ciudadanos? Además, fue Zapatero quien convirtió al Parlamento en protagonista del diálogo con ETA, al impulsar la resolución que dio cobertura a sus contactos con los terrroristas. Y en el Congreso -aunque no en el pleno- anunció el comienzo de la fase formal de esos contactos. Los socialistas, a través de López Garrido, respondieron ayer al PP que ellos no solicitaron la comparecencia de Aznar tras la ruptura de la tregua de 1999. Habrá que recordar una vez más al PSOE que la actual crisis no tiene nada que ver con lo sucedido en el 99. La anterior tregua de ETA fue producto del Pacto de Lizarra firmado por los nacionalistas con los proetarras, no de encuentros secretos del Gobierno ni del PP con la banda. Además, el entonces presidente Aznar no transmitió una y otra vez a los ciudadanos mensajes de optimismo como Zapatero, el último 24 horas antes del atentado.
En la Ejecutiva del PP, todos los intervinientes expresaron su convencimiento de que Zapatero pretende mantener abierto el proceso con ETA, por lo que reclamaron a Rajoy que no se fíe de él. Una desconfianza que puede estar justificada, puesto que hace dos años Zapatero abusó de la buena fe de Rajoy, cuando se comprometió a crear una comisión negociadora con el PP sobre el modelo territorial que nunca vio la luz.
El presidente tiene una vía de conjurar esa desconfianza del principal partido de la oposición, al que necesita para salir del atolladero. El primer paso sería convocar la comisión de seguimiento del Pacto Antiterrorista. El Gobierno pretende impulsar un nuevo pacto. ¿Para qué crear un instrumento nuevo cuando el que ya existe fue el mejor que ha tenido el Estado de Derecho contra ETA? Si Zapatero quiere que el resto de los partidos participe, que los invite a sumarse. Será la prueba del algodón para que todos se definan.
Comentarios
Primero ha de buscar la palabras, para darle la vuelta a la tortilla.
Que no le será dificil, pues es un ingenuo.