Rubalcaba afirma que la Policía no le avisó de que ETA iba a romper la tregua
03-01-07
BOMBA EN BARAJAS / El ministro del Interior no puede aún concretar el tipo de explosivos ni la cantidad empleada por los terroristas / Califica de «veraz y correcta» la versión del secuestro ofrecida por el dueño de la furgoneta
Rubalcaba afirma que la Policía no le avisó de que ETA iba a romper la tregua
FERNANDO LAZARO
BOMBA EN BARAJAS / El ministro del Interior no puede aún concretar el tipo de explosivos ni la cantidad empleada por los terroristas / Califica de «veraz y correcta» la versión del secuestro ofrecida por el dueño de la furgoneta
Rubalcaba afirma que la Policía no le avisó de que ETA iba a romper la tregua
FERNANDO LAZARO
MADRID.- Ni un informe. El ministro del Interior aseguró ayer que ninguno de los Cuerpos de Seguridad del Estado había alertado de la posibilidad de que la organización terrorista ETA planeara romper el alto el fuego.
Alfredo Pérez Rubalcaba compareció ante los medios para dar los últimos datos sobre las investigaciones del atentado perpetrado por ETA el 30 de diciembre en el aparcamiento de Barajas que ha provocado, además de cuantiosos daños materiales, la desaparición de dos ecuatorianos que estaban en sus vehículos.
(.../...)
El pasado día 20, el ministro dio una rueda de prensa tras publicarse que se había producido el primer encuentro entre el Ejecutivo y ETA. En ese acto, evitó confirmar o desmentir esa reunión en la que la banda había trasladado su intención de mantener vivo el alto el fuego.
Rubalcaba aseguró en aquella ocasión, de forma reiterada, que no se había producido «nada relevante» en el proceso de paz y que, cuando se produjera, el Gobierno informaría en primer lugar a los grupos parlamentarios. «El Gobierno tiene muchos medios y muchas vías para verificar cómo va el proceso», aseguró tajante el ministro. «El proceso está en sus fases preliminares, debemos ser prudentes y discretos pero confío en que esas fases den paso a unas más sustantivas», aseguró. «A día de hoy, no hay nada relevante de lo que informar», señaló entonces el ministro. Durante aquella comparecencia, dejó claro que el proceso estaba vivo y lanzó guiños optimistas hacia su futura evolución.
Ayer, Rubalcaba aseguró que no había informes policiales sobre riesgos contra el proceso. De hecho, apenas cuatro días antes del atentado, el director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, tras el descubrimiento de un zulo de ETA con explosivos, aseguró también que no había indicio alguno que hiciera sospechar que ETA estaba rearmándose.
Centro de la explosión
Rubalcaba apenas pudo facilitar ayer grandes novedades sobre las investigaciones del atentado de Madrid-Barajas. De hecho, cuatro días después aún no ha podido precisar ni el tipo de explosivos ni la cantidad empleada por los etarras. Tampoco pudo aportar datos sobre las identidades de los autores de esta acción. Explicó que los servicios de emergencia habían logrado llegar al punto del aparcamiento donde se produjo la explosión pero, al cierre de esta edición, aún no habían podido localizar ni la furgoneta robada por los terroristas ni los dos vehículos donde se encontraban los ciudadanos ecuatorianos desaparecidos.
Rubalcaba precisó que los autores del atentado realizaron tres llamadas de aviso: una desde una cabina de San Sebastián y dos desde un teléfono móvil de prepago. No pudo concretar la zona desde donde se realizaron estas dos llamadas, pero sí que fueron las únicas realizadas desde ese número. No obstante, fuentes de la lucha antiterrorista explicaron que estas dos llamadas también se produjeron desde la provincia de Guipúzcoa. Los terroristas suelen utilizar teléfonos con tarjeta prepago, hacen la llamada y tiran el aparato. Por este motivo, el Ejecutivo trata de sacar adelante una legislación que permita identificar a los que compran este tipo de tarjetas.
Estos datos avalan la teoría de que los autores del atentado se desplazaron desde Guipúzcoa con la furgoneta que, probablemente, prepararon en Francia y, tras aparcarla en el aeropuerto, regresaron de nuevo al País Vasco.
Los especialistas sospechan que los integrantes del comando etarra son todos legales, es decir, no fichados por las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado.
El ministro del Interior explicó que el dueño de la furgoneta cargada con los explosivos había sido secuestrado en Francia y que estuvo en manos de tres etarras, lo que concluye que en la acción de Madrid participaron varios terroristas más.
Este periódico informó en su edición de ayer de que habían intervenido en la elaboración y culminación del atentado al menos seis terroristas. Rubalcaba dio por «correcta y veraz» la versión facilitada por el propietario de la Renault Traffic a la Guardia Civil sobre su secuestro.
También informó de que el vehículo cargado con varios cientos de kilos estaba aparcado en la T-4 desde las 18.51 horas del día 29, alrededor de 14 horas antes de la explosión.
Rubalcaba precisó que las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado están analizando las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad del aparcamiento siniestrado. Según explicaron fuentes de la investigación, en el momento en que se recoge la imagen de la entrada de la furgoneta en el parking, únicamente se ve a un terrorista en el interior del vehículo, conduciéndolo. Pero estas fuentes no descartan que hubiera al menos una segunda persona dentro y que las cámaras no la hubieran registrado.
Sí concretó el titular de Interior que, en el momento de su comparecencia, los bomberos habían retirado más de 2.000 toneladas de escombros y han recuperado más de 120 de los vehículos que estaban aparcados en la zona.
A media tarde, los bomberos habían logrado acceder al centro de la explosión, al punto del aparcamiento donde estalló la furgoneta utilizada por los terroristas. Efectivos de la Comisaría General de Policía Científica habían recogido muestras de la zona para tratar de averiguar el componente explosivo utilizado por los terroristas.
Alfredo Pérez Rubalcaba compareció ante los medios para dar los últimos datos sobre las investigaciones del atentado perpetrado por ETA el 30 de diciembre en el aparcamiento de Barajas que ha provocado, además de cuantiosos daños materiales, la desaparición de dos ecuatorianos que estaban en sus vehículos.
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El pasado día 20, el ministro dio una rueda de prensa tras publicarse que se había producido el primer encuentro entre el Ejecutivo y ETA. En ese acto, evitó confirmar o desmentir esa reunión en la que la banda había trasladado su intención de mantener vivo el alto el fuego.
Rubalcaba aseguró en aquella ocasión, de forma reiterada, que no se había producido «nada relevante» en el proceso de paz y que, cuando se produjera, el Gobierno informaría en primer lugar a los grupos parlamentarios. «El Gobierno tiene muchos medios y muchas vías para verificar cómo va el proceso», aseguró tajante el ministro. «El proceso está en sus fases preliminares, debemos ser prudentes y discretos pero confío en que esas fases den paso a unas más sustantivas», aseguró. «A día de hoy, no hay nada relevante de lo que informar», señaló entonces el ministro. Durante aquella comparecencia, dejó claro que el proceso estaba vivo y lanzó guiños optimistas hacia su futura evolución.
Ayer, Rubalcaba aseguró que no había informes policiales sobre riesgos contra el proceso. De hecho, apenas cuatro días antes del atentado, el director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, tras el descubrimiento de un zulo de ETA con explosivos, aseguró también que no había indicio alguno que hiciera sospechar que ETA estaba rearmándose.
Centro de la explosión
Rubalcaba apenas pudo facilitar ayer grandes novedades sobre las investigaciones del atentado de Madrid-Barajas. De hecho, cuatro días después aún no ha podido precisar ni el tipo de explosivos ni la cantidad empleada por los etarras. Tampoco pudo aportar datos sobre las identidades de los autores de esta acción. Explicó que los servicios de emergencia habían logrado llegar al punto del aparcamiento donde se produjo la explosión pero, al cierre de esta edición, aún no habían podido localizar ni la furgoneta robada por los terroristas ni los dos vehículos donde se encontraban los ciudadanos ecuatorianos desaparecidos.
Rubalcaba precisó que los autores del atentado realizaron tres llamadas de aviso: una desde una cabina de San Sebastián y dos desde un teléfono móvil de prepago. No pudo concretar la zona desde donde se realizaron estas dos llamadas, pero sí que fueron las únicas realizadas desde ese número. No obstante, fuentes de la lucha antiterrorista explicaron que estas dos llamadas también se produjeron desde la provincia de Guipúzcoa. Los terroristas suelen utilizar teléfonos con tarjeta prepago, hacen la llamada y tiran el aparato. Por este motivo, el Ejecutivo trata de sacar adelante una legislación que permita identificar a los que compran este tipo de tarjetas.
Estos datos avalan la teoría de que los autores del atentado se desplazaron desde Guipúzcoa con la furgoneta que, probablemente, prepararon en Francia y, tras aparcarla en el aeropuerto, regresaron de nuevo al País Vasco.
Los especialistas sospechan que los integrantes del comando etarra son todos legales, es decir, no fichados por las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado.
El ministro del Interior explicó que el dueño de la furgoneta cargada con los explosivos había sido secuestrado en Francia y que estuvo en manos de tres etarras, lo que concluye que en la acción de Madrid participaron varios terroristas más.
Este periódico informó en su edición de ayer de que habían intervenido en la elaboración y culminación del atentado al menos seis terroristas. Rubalcaba dio por «correcta y veraz» la versión facilitada por el propietario de la Renault Traffic a la Guardia Civil sobre su secuestro.
También informó de que el vehículo cargado con varios cientos de kilos estaba aparcado en la T-4 desde las 18.51 horas del día 29, alrededor de 14 horas antes de la explosión.
Rubalcaba precisó que las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado están analizando las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad del aparcamiento siniestrado. Según explicaron fuentes de la investigación, en el momento en que se recoge la imagen de la entrada de la furgoneta en el parking, únicamente se ve a un terrorista en el interior del vehículo, conduciéndolo. Pero estas fuentes no descartan que hubiera al menos una segunda persona dentro y que las cámaras no la hubieran registrado.
Sí concretó el titular de Interior que, en el momento de su comparecencia, los bomberos habían retirado más de 2.000 toneladas de escombros y han recuperado más de 120 de los vehículos que estaban aparcados en la zona.
A media tarde, los bomberos habían logrado acceder al centro de la explosión, al punto del aparcamiento donde estalló la furgoneta utilizada por los terroristas. Efectivos de la Comisaría General de Policía Científica habían recogido muestras de la zona para tratar de averiguar el componente explosivo utilizado por los terroristas.
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