18-06-06
ALTO EL FUEGO / Interior tiene así constancia de que la banda sigue cobrando el 'impuesto revolucionario' a los empresarios / La casa donde se entregó el dinero era utilizada por primera vez por la organización terrorista
Dos etarras transportan 60.000 euros a Bayona bajo vigilancia policial
A finales de mayo, recogieron el dinero, fruto del cobro del 'impuesto revolucionario', en un bar de San Sebastián - Tenían los teléfonos intervenidos y utilizaron para el trayecto un vehículo que la Policía había balizado previamente - Entregaron el botín en una casa de las afueras de Bayona y a continuación se fueron a tomar potes a los bares de la ciudad
ANTONIO RUBIO
MADRID.- A finales del mes de mayo, dos etarras legales (no fichados por la Policía) recogieron 60.000 euros en un bar de San Sebastián y los llevaron hasta una casa situada en los alrededores de Bayona. Ambos estaban siendo controlados por la Policía, que pudo así constatar que la organización terrorista mantiene activa la extorsión y sigue cobrando el llamado impuesto revolucionario.
(.../...)
El pasado 13 de abril se denunció por primera vez que un grupo de empresarios navarros había recibido cartas de ETA reclamándoles dinero. Días después, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró que el alto el fuego era «real» y que cubría «todos los aspectos».
La Policía pudo comprobar, documentar, verificar y certificar que el dinero se recogió en San Sebastián y se entregó en el sur de Francia porque el vehículo utilizado para el traslado del dinero estaba balizado (tenía un aparato electrónico que indicaba todos sus movimientos).
El coche del que se sirvieron los dos legales de ETA que hicieron el traslado de los 60.000 euros es de fabricación y marca francesa, corresponde a un modelo antiguo, es de color oscuro, tiene más de 200.000 kilómetros y ha tenido problemas para pasar la última ITV.
Además, los dos legales de ETA están bajo control de la Comisaría General de Información, que dirige el comisario Telesforo Rubio, desde hace más de dos años. Los miembros de la organización terrorista vasca que hacen de cobradores ya están jubilados laboralmente y, después de entregar el dinero recaudado en San Sebastián, se fueron a potear -tomar copas- por los bares de Bayona hasta bien entrada la noche.
EL MUNDO también ha podido saber que en la Comisaría General de Información argumentan que no detuvieron a ninguno de los dos legales para hacer un seguimiento y control más exhaustivo de los activistas de ETA. Los dos legales, al igual que otros cobradores o recaudadores de la organización terrorista vasca, tienen sus teléfonos intervenidos.
Antes de que los cobradores de ETA llegaran al bar de San Sebastián, donde recogieron el dinero, la Policía puso en marcha un control sobre sus personas. Después, el seguimiento de los dos legales -por medio del balizamiento de su vehículo- condujo a los agentes de la Comisaría General de Información hasta una casa a las afueras de Bayona.
El juez Garzón
Esa residencia francesa, según ha podido saber este periódico, era una novedad para los agentes españoles, porque nunca se había efectuado allí una entrega del dinero recaudado en el País Vasco. Por ese motivo, entre otros, la Policía española decidió no intervenir y así poder seguir el rastro que habían marcado los dos legales en territorio galo. En la actualidad, hay un sumario abierto en la Audiencia Nacional sobre el impuesto revolucionario de ETA, concretamente en el Juzgado Central de Instrucción número 5, que dirige el juez Grande-Marlaska.
Esa investigación judicial fue abierta hace cuatro años y la inició el titular del Juzgado, el magistrado Baltasar Garzón, que en fechas próximas se reincorporará a su puesto tras una excedencia de un año.
Y a ese mismo Juzgado será donde se investigarán las cartas que a principio de este mes recibieron dos empresarios vascos exigiéndoles el pago del impuesto revolucionario.
José Manuel Ayesa, presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), fue quien denunció el pasado miércoles la recepción de esas misivas de extorsión por parte de ETA.
Se da la circunstancia de que la Comisaría General de Información, según informó el diario El País, no tenía constancia de esas cartas de la organización terrorista vasca. En las misivas de ETA, similares a las recibidas por los empresarios navarros en el mes de abril, se pide una contribución económica «en función de las capacidades» de cada uno para el «proceso de paz».
Los etarras recuerdan a los empresarios extorsionados que el pago debe ser «en efectivo y en billetes de 20, 50 y 100 euros». También aconsejan los extorsionadores que el pago se debe hacer de forma discreta y recomiendan «no alertar a la Policía».
En la entrevista realizada el pasado 14 de mayo por el diario Gara a la cúpula de ETA, la organización terrorista recordaba que seguiría realizando «peticiones monetarias». Y a finales de ese mismo mes fue cuando los dos legales de ETA trasladaron 60.000 euros del impuesto revolucionario desde San Sebastián al sur de Francia, según comprobó la Policía.
Hay que recordar que desde que se produjo el alto el fuego por parte de ETA, el pasado 22 de marzo, la Policía española no ha llevado a cabo ninguna detención importante en territorio nacional. La única que se ha producido ha sido en Francia, el pasado día 1, cuando fueron arrestados Zigor Merodio y Kiskitxa Gil de San Vicente.
Estos dos etarras formaban parte del entramado financiero. Merodio estaba considerado como el hombre de confianza del jefe militar de la organización terrorista, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, y Gil de San Vicente fue vinculada en el año 2004 al aparato de recaudación del impuesto revolucionario y reparto de cartas extorsionadoras a empresarios vascos.
Dos etarras transportan 60.000 euros a Bayona bajo vigilancia policial
A finales de mayo, recogieron el dinero, fruto del cobro del 'impuesto revolucionario', en un bar de San Sebastián - Tenían los teléfonos intervenidos y utilizaron para el trayecto un vehículo que la Policía había balizado previamente - Entregaron el botín en una casa de las afueras de Bayona y a continuación se fueron a tomar potes a los bares de la ciudad
ANTONIO RUBIO
MADRID.- A finales del mes de mayo, dos etarras legales (no fichados por la Policía) recogieron 60.000 euros en un bar de San Sebastián y los llevaron hasta una casa situada en los alrededores de Bayona. Ambos estaban siendo controlados por la Policía, que pudo así constatar que la organización terrorista mantiene activa la extorsión y sigue cobrando el llamado impuesto revolucionario.
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El pasado 13 de abril se denunció por primera vez que un grupo de empresarios navarros había recibido cartas de ETA reclamándoles dinero. Días después, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró que el alto el fuego era «real» y que cubría «todos los aspectos».
La Policía pudo comprobar, documentar, verificar y certificar que el dinero se recogió en San Sebastián y se entregó en el sur de Francia porque el vehículo utilizado para el traslado del dinero estaba balizado (tenía un aparato electrónico que indicaba todos sus movimientos).
El coche del que se sirvieron los dos legales de ETA que hicieron el traslado de los 60.000 euros es de fabricación y marca francesa, corresponde a un modelo antiguo, es de color oscuro, tiene más de 200.000 kilómetros y ha tenido problemas para pasar la última ITV.
Además, los dos legales de ETA están bajo control de la Comisaría General de Información, que dirige el comisario Telesforo Rubio, desde hace más de dos años. Los miembros de la organización terrorista vasca que hacen de cobradores ya están jubilados laboralmente y, después de entregar el dinero recaudado en San Sebastián, se fueron a potear -tomar copas- por los bares de Bayona hasta bien entrada la noche.
EL MUNDO también ha podido saber que en la Comisaría General de Información argumentan que no detuvieron a ninguno de los dos legales para hacer un seguimiento y control más exhaustivo de los activistas de ETA. Los dos legales, al igual que otros cobradores o recaudadores de la organización terrorista vasca, tienen sus teléfonos intervenidos.
Antes de que los cobradores de ETA llegaran al bar de San Sebastián, donde recogieron el dinero, la Policía puso en marcha un control sobre sus personas. Después, el seguimiento de los dos legales -por medio del balizamiento de su vehículo- condujo a los agentes de la Comisaría General de Información hasta una casa a las afueras de Bayona.
El juez Garzón
Esa residencia francesa, según ha podido saber este periódico, era una novedad para los agentes españoles, porque nunca se había efectuado allí una entrega del dinero recaudado en el País Vasco. Por ese motivo, entre otros, la Policía española decidió no intervenir y así poder seguir el rastro que habían marcado los dos legales en territorio galo. En la actualidad, hay un sumario abierto en la Audiencia Nacional sobre el impuesto revolucionario de ETA, concretamente en el Juzgado Central de Instrucción número 5, que dirige el juez Grande-Marlaska.
Esa investigación judicial fue abierta hace cuatro años y la inició el titular del Juzgado, el magistrado Baltasar Garzón, que en fechas próximas se reincorporará a su puesto tras una excedencia de un año.
Y a ese mismo Juzgado será donde se investigarán las cartas que a principio de este mes recibieron dos empresarios vascos exigiéndoles el pago del impuesto revolucionario.
José Manuel Ayesa, presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), fue quien denunció el pasado miércoles la recepción de esas misivas de extorsión por parte de ETA.
Se da la circunstancia de que la Comisaría General de Información, según informó el diario El País, no tenía constancia de esas cartas de la organización terrorista vasca. En las misivas de ETA, similares a las recibidas por los empresarios navarros en el mes de abril, se pide una contribución económica «en función de las capacidades» de cada uno para el «proceso de paz».
Los etarras recuerdan a los empresarios extorsionados que el pago debe ser «en efectivo y en billetes de 20, 50 y 100 euros». También aconsejan los extorsionadores que el pago se debe hacer de forma discreta y recomiendan «no alertar a la Policía».
En la entrevista realizada el pasado 14 de mayo por el diario Gara a la cúpula de ETA, la organización terrorista recordaba que seguiría realizando «peticiones monetarias». Y a finales de ese mismo mes fue cuando los dos legales de ETA trasladaron 60.000 euros del impuesto revolucionario desde San Sebastián al sur de Francia, según comprobó la Policía.
Hay que recordar que desde que se produjo el alto el fuego por parte de ETA, el pasado 22 de marzo, la Policía española no ha llevado a cabo ninguna detención importante en territorio nacional. La única que se ha producido ha sido en Francia, el pasado día 1, cuando fueron arrestados Zigor Merodio y Kiskitxa Gil de San Vicente.
Estos dos etarras formaban parte del entramado financiero. Merodio estaba considerado como el hombre de confianza del jefe militar de la organización terrorista, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, y Gil de San Vicente fue vinculada en el año 2004 al aparato de recaudación del impuesto revolucionario y reparto de cartas extorsionadoras a empresarios vascos.
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