Zapatero buscará el pacto con Rajoy antes de pedir la próxima semana el aval del Congreso
21-06-06
ALTO EL FUEGO / El proceso de verificación
Zapatero buscará el pacto con Rajoy antes de pedir la próxima semana el aval del Congreso
Llamará al líder 'popular' en un plazo de días y descarta utilizar una pregunta de la sesión de control
FERNANDO GAREA
ALTO EL FUEGO / El proceso de verificación
Zapatero buscará el pacto con Rajoy antes de pedir la próxima semana el aval del Congreso
Llamará al líder 'popular' en un plazo de días y descarta utilizar una pregunta de la sesión de control
FERNANDO GAREA
MADRID.- José Luis Rodríguez Zapatero intentará compatibilizar su compromiso de pedir el aval del Congreso para abrir el diálogo con ETA antes de que acabe junio con su intención de buscar, hasta el último momento, el consenso con el PP, y con la prevención de alejarlo en lo posible de circunstancias como el juicio a los presuntos asesinos de Miguel Angel Blanco.
(.../...)
Para eso, el presidente del Gobierno ha decidido dejar para la próxima semana su comparecencia en el Pleno del Congreso para lograr el comprometido aval, según fuentes autorizadas de La Moncloa. Hasta entonces, contactará con Mariano Rajoy para pedirle que se sume al acuerdo.
Si no fuera posible tener apoyo del líder del PP, mantendría en todo caso su compromiso de obtener luz verde del Parlamento antes de que finalice este mes, en el límite del plazo previsto. En julio se produciría el primer encuentro entre representantes del Gobierno y ETA y, luego, entre el PSE y la ilegalizada Batasuna.
La llamada de La Moncloa a Rajoy no se produjo ayer y ha quedado pospuesta para los próximos días, con un ritmo mucho más lento del previsto y con el objetivo de enfriar aún más el ambiente. Entretanto, Zapatero va dejando caer gestos hacia el líder del PP, como la supresión del cargo de Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, tal y como le pidió Rajoy.
Este ritmo hace imposible que Zapatero pueda utilizar el Pleno de hoy miércoles para introducir en el orden del día la autorización para abrir ese diálogo que cuestiona el PP. Para la sesión de hoy está previsto un debate sin trascendencia política sobre la cumbre europea de Bruselas de la pasada semana, con intervención de Zapatero, Rajoy y el resto de portavoces.
Luego, tendrá lugar la habitual sesión de control, en la que el presidente contestará a una pregunta del líder del PP sobre el enfrentamiento entre la Fiscalía y la Policía sobre la excarcelación de cinco atracadores, y otra de Joan Puigcercós (ERC) sobre el Estatuto de Cataluña.
Teóricamente, el presidente pueda introducir el llamado proceso de paz en el debate y, además, puede intervenir siempre que quiera, pero sería de forma forzada.
Por este motivo, fuentes oficiales de La Moncloa aseguraban ayer que la comparecencia será «en tiempo y forma adecuadas». Es decir, dentro del mes de junio y con posibilidad de intervención de todos los grupos y no de forma forzada y sin réplica. Según esa versión, Zapatero «buscará el máximo consenso sobre la fórmula, incluido el PP».
La traducción de esa expresión es que, si no es posible finalmente contar con el consenso del PP para abordar el diálogo con ETA, al menos que lo haya sobre la forma en que se pide el aval del Congreso.
El orden del día del Pleno de la próxima semana ya se cerró ayer en la Junta de Portavoces, y para modificarlo es necesaria la unanimidad de los grupos parlamentarios, según la costumbre que ya se ha convertido en norma. Es decir, puesto que los demás grupos ya le han dicho al presidente del Gobierno que haga lo que quiera, que ellos lo apoyarán, la modificación del orden del día para incluir la comparecencia de Zapatero depende del PP. También es verdad que no hay ningún precedente en la Historia constitucional de un Grupo de la oposición que se haya opuesto o haya querido vetar la comparecencia de un presidente del Gobierno. De esta forma, Zapatero ofrecerá a Rajoy un acuerdo que, al menos, alcance a la fórmula de comparecencia y debate en el Pleno de la próxima semana, previsiblemente el miércoles día 28 de junio. Ya acordaron que no hubiera votación y que se sacara del Debate sobre el estado de la Nación. Esperando a la próxima semana también se logra separar en lo posible la autorización del diálogo con ETA del impacto emotivo del juicio a los asesinos de Miguel Angel Blanco.
El Gobierno, a través del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se esforzó ayer en explicar que la operación policial de ayer no afecta al llamado proceso de paz. «No hay ningún dato significativo que nos impida seguir con el proceso de paz», dijo el ministro. Fuentes no oficiales aseguran que el proceso está blindado de hechos como la operación policial, mientras se mantenga el calendario de julio para la primera reunión con ETA, que ya está más que preparada y ultimada por la organización internacional que la facilita.
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Para eso, el presidente del Gobierno ha decidido dejar para la próxima semana su comparecencia en el Pleno del Congreso para lograr el comprometido aval, según fuentes autorizadas de La Moncloa. Hasta entonces, contactará con Mariano Rajoy para pedirle que se sume al acuerdo.
Si no fuera posible tener apoyo del líder del PP, mantendría en todo caso su compromiso de obtener luz verde del Parlamento antes de que finalice este mes, en el límite del plazo previsto. En julio se produciría el primer encuentro entre representantes del Gobierno y ETA y, luego, entre el PSE y la ilegalizada Batasuna.
La llamada de La Moncloa a Rajoy no se produjo ayer y ha quedado pospuesta para los próximos días, con un ritmo mucho más lento del previsto y con el objetivo de enfriar aún más el ambiente. Entretanto, Zapatero va dejando caer gestos hacia el líder del PP, como la supresión del cargo de Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, tal y como le pidió Rajoy.
Este ritmo hace imposible que Zapatero pueda utilizar el Pleno de hoy miércoles para introducir en el orden del día la autorización para abrir ese diálogo que cuestiona el PP. Para la sesión de hoy está previsto un debate sin trascendencia política sobre la cumbre europea de Bruselas de la pasada semana, con intervención de Zapatero, Rajoy y el resto de portavoces.
Luego, tendrá lugar la habitual sesión de control, en la que el presidente contestará a una pregunta del líder del PP sobre el enfrentamiento entre la Fiscalía y la Policía sobre la excarcelación de cinco atracadores, y otra de Joan Puigcercós (ERC) sobre el Estatuto de Cataluña.
Teóricamente, el presidente pueda introducir el llamado proceso de paz en el debate y, además, puede intervenir siempre que quiera, pero sería de forma forzada.
Por este motivo, fuentes oficiales de La Moncloa aseguraban ayer que la comparecencia será «en tiempo y forma adecuadas». Es decir, dentro del mes de junio y con posibilidad de intervención de todos los grupos y no de forma forzada y sin réplica. Según esa versión, Zapatero «buscará el máximo consenso sobre la fórmula, incluido el PP».
La traducción de esa expresión es que, si no es posible finalmente contar con el consenso del PP para abordar el diálogo con ETA, al menos que lo haya sobre la forma en que se pide el aval del Congreso.
El orden del día del Pleno de la próxima semana ya se cerró ayer en la Junta de Portavoces, y para modificarlo es necesaria la unanimidad de los grupos parlamentarios, según la costumbre que ya se ha convertido en norma. Es decir, puesto que los demás grupos ya le han dicho al presidente del Gobierno que haga lo que quiera, que ellos lo apoyarán, la modificación del orden del día para incluir la comparecencia de Zapatero depende del PP. También es verdad que no hay ningún precedente en la Historia constitucional de un Grupo de la oposición que se haya opuesto o haya querido vetar la comparecencia de un presidente del Gobierno. De esta forma, Zapatero ofrecerá a Rajoy un acuerdo que, al menos, alcance a la fórmula de comparecencia y debate en el Pleno de la próxima semana, previsiblemente el miércoles día 28 de junio. Ya acordaron que no hubiera votación y que se sacara del Debate sobre el estado de la Nación. Esperando a la próxima semana también se logra separar en lo posible la autorización del diálogo con ETA del impacto emotivo del juicio a los asesinos de Miguel Angel Blanco.
El Gobierno, a través del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se esforzó ayer en explicar que la operación policial de ayer no afecta al llamado proceso de paz. «No hay ningún dato significativo que nos impida seguir con el proceso de paz», dijo el ministro. Fuentes no oficiales aseguran que el proceso está blindado de hechos como la operación policial, mientras se mantenga el calendario de julio para la primera reunión con ETA, que ya está más que preparada y ultimada por la organización internacional que la facilita.
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