La Policía investiga contactos de socialistas vascos con el entramado etarra
24-06-06
ALTO EL FUEGO / La lucha antiterrorista
La Policía investiga contactos de socialistas vascos con el entramado etarra
Tiene grabadas conversaciones recientes en las que algún dirigente del PSE intercede en nombre de un empresario extorsionado por ETA
FERNANDO LAZARO
ALTO EL FUEGO / La lucha antiterrorista
La Policía investiga contactos de socialistas vascos con el entramado etarra
Tiene grabadas conversaciones recientes en las que algún dirigente del PSE intercede en nombre de un empresario extorsionado por ETA
FERNANDO LAZARO
MADRID.- En las investigaciones policiales sobre el entramado de extorsión de ETA no sólo aparecen altos representantes del Partido Nacionalista Vasco, como es el caso de Gorka Aguirre, responsable del área internacional del partido. Según explicaron a este periódico fuentes de la investigación, altos dirigentes del Partido Socialista de Euskadi también están incluidos en las indagaciones policiales.
Según las citadas fuentes, existen grabaciones telefónicas entre algún dirigente del PSE y varios de los máximos responsables del entramado de extorsión etarra desmantelado por orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska el pasado martes, en una operación coordinada con la juez antiterrorista francesa Laurence Le Vert en la que fueron detenidos 12 sospechosos.
(.../...)
Tanto en el caso de Aguirre como en el de los representantes del PSE, el contacto con algunos de estos miembros del entramado se produce tras haber recibido mensajes y peticiones de ayuda por parte de empresarios extorsionados por los presuntos etarras, según los datos que obran en poder de la Policía.
Durante más de dos años, agentes de la Comisaría General de Información han llevado a cabo una intensa investigación sobre este entramado financiero de ETA. En el curso de estas pesquisas han sido numerosas las intervenciones telefónicas a varios de los sospechosos. Y, según estas fuentes, en algunas de las grabaciones realizadas por la Policía Nacional han quedado registradas conversaciones entre cargos políticos socialistas y algunos de los implicados.
En ellas, un dirigente socialista habla en nombre de un empresario que ha recibido cartas de extorsión. En la conversación, protesta porque se haya producido esta exigencia de pago y por considerar, además, que la cantidad es muy elevada.
Las grabaciones, según explicaron estas mismas fuentes, se produjeron el pasado mes de mayo, en fechas similares a las que se registraron las del dirigente nacionalista Gorka Aguirre.
Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron ayer a este diario que el citado dirigente del PNV aparece en la investigación al entramado de extorsión de ETA. Sin embargo, las mismas fuentes desmintieron que se incluya el nombre de algún otro representante político en general, y del PSE en particular.
Como ya adelantó este periódico, los investigadores de la Comisaría General de Información detectaron contactos de Aguirre con el presunto responsable de la trama de extorsión, Joseba Imanol Elosúa, detenido el pasado martes en España. Según estas fuentes, Aguirre mantuvo al menos tres contactos directos con Elosúa en el bar Faisán propiedad de este último, en Irún.
Aguirre y Elosúa estuvieron juntos el 18 y el 20 de abril, y el 3 de mayo.
La Policía sospecha que en alguno de esos encuentros, Elosúa le entregó cartas de las que ETA ha enviado a empresarios vascos. Y sospecha, asimismo, que en la reunión del día 3 de mayo en el mismo bar, este alto representante del PNV dio dinero a Elosúa, que le habían entregado empresarios extorsionados. Los investigadores sospechan que la cantidad desembolsada podría ascender a 60.000 euros.
Y fue tras este último de los tres encuentros, el del día 3 de mayo, cuando el magistrado quiso poner en marcha un dispositivo para tratar de bloquear el envío de ese dinero a Francia, a José Luis Cau, otro de los detenidos en la operación del martes, por parte de Elosúa.
La Policía tenía previsto disponer un control rutinario en la frontera española, detener el vehículo de Elosúa, registrarle, localizar el dinero y detenerle. En ese mismo momento se pondría en marcha el resto del dispositivo en España y Francia contra el entramado ahora desmantelado. Se trataba de actuar en caliente, de poner en marcha una operación para evitar un pago del impuesto revolucionario que se estaba haciendo en tiempo real. Además, así, se evitaba que llegaran 60.000 euros más a ETA.
Pero es aquí donde se produce un grave problema que hace añicos las intenciones judiciales y policiales. Cuando esa mañana del 4 de mayo Elosúa sale de su domicilio se le acerca un individuo (que el propio Elosúa identifica en conversaciones posteriores como un agente del Cuerpo Nacional de Policía) que le advierte de la vigilancia y de que si se desplaza a entregar el dinero a Francia iba a ser detenido.
Ese chivatazo al entramado etarra desbarató las intenciones del magistrado Grande-Marlaska para actuar contra la trama financiera.
Esta situación provocó que el magistrado abriera una pieza separada y secreta sobre estas filtraciones. Grande-Marlaska sospecha, en primera instancia, que ese chivatazo partió de algún miembro del Cuerpo Nacional de Policía destinado en operaciones antiterroristas. No obstante, no descarta que esa filtración hubiera podido salir también por algún miembro de los servicios secretos.
Desde la investigación se explica que los ahora detenidos (entre los que se encuentra el fundador de ETA y actual miembro de Aralar, Julen Madariaga) eran vigilados por varios servicios policiales desde hacía años. Y fruto de estos seguimientos y pinchazos telefónicos se obtuvieron importantes datos sobre las intenciones de la organización terrorista ETA.
El juez Grande-Marlaska ha interrogado a varios agentes de la Comisaría General de Información en el marco de esta pieza secreta para conocer su intervención en ese dispositivo policial y tratar de esclarecer el chivatazo que recibió el entramado etarra. Estas declaraciones se llevaron a cabo antes de que las policías española y francesa practicaran la docena de detenciones de presuntos implicados en este entramado.
Según las citadas fuentes, existen grabaciones telefónicas entre algún dirigente del PSE y varios de los máximos responsables del entramado de extorsión etarra desmantelado por orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska el pasado martes, en una operación coordinada con la juez antiterrorista francesa Laurence Le Vert en la que fueron detenidos 12 sospechosos.
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Tanto en el caso de Aguirre como en el de los representantes del PSE, el contacto con algunos de estos miembros del entramado se produce tras haber recibido mensajes y peticiones de ayuda por parte de empresarios extorsionados por los presuntos etarras, según los datos que obran en poder de la Policía.
Durante más de dos años, agentes de la Comisaría General de Información han llevado a cabo una intensa investigación sobre este entramado financiero de ETA. En el curso de estas pesquisas han sido numerosas las intervenciones telefónicas a varios de los sospechosos. Y, según estas fuentes, en algunas de las grabaciones realizadas por la Policía Nacional han quedado registradas conversaciones entre cargos políticos socialistas y algunos de los implicados.
En ellas, un dirigente socialista habla en nombre de un empresario que ha recibido cartas de extorsión. En la conversación, protesta porque se haya producido esta exigencia de pago y por considerar, además, que la cantidad es muy elevada.
Las grabaciones, según explicaron estas mismas fuentes, se produjeron el pasado mes de mayo, en fechas similares a las que se registraron las del dirigente nacionalista Gorka Aguirre.
Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron ayer a este diario que el citado dirigente del PNV aparece en la investigación al entramado de extorsión de ETA. Sin embargo, las mismas fuentes desmintieron que se incluya el nombre de algún otro representante político en general, y del PSE en particular.
Como ya adelantó este periódico, los investigadores de la Comisaría General de Información detectaron contactos de Aguirre con el presunto responsable de la trama de extorsión, Joseba Imanol Elosúa, detenido el pasado martes en España. Según estas fuentes, Aguirre mantuvo al menos tres contactos directos con Elosúa en el bar Faisán propiedad de este último, en Irún.
Aguirre y Elosúa estuvieron juntos el 18 y el 20 de abril, y el 3 de mayo.
La Policía sospecha que en alguno de esos encuentros, Elosúa le entregó cartas de las que ETA ha enviado a empresarios vascos. Y sospecha, asimismo, que en la reunión del día 3 de mayo en el mismo bar, este alto representante del PNV dio dinero a Elosúa, que le habían entregado empresarios extorsionados. Los investigadores sospechan que la cantidad desembolsada podría ascender a 60.000 euros.
Y fue tras este último de los tres encuentros, el del día 3 de mayo, cuando el magistrado quiso poner en marcha un dispositivo para tratar de bloquear el envío de ese dinero a Francia, a José Luis Cau, otro de los detenidos en la operación del martes, por parte de Elosúa.
La Policía tenía previsto disponer un control rutinario en la frontera española, detener el vehículo de Elosúa, registrarle, localizar el dinero y detenerle. En ese mismo momento se pondría en marcha el resto del dispositivo en España y Francia contra el entramado ahora desmantelado. Se trataba de actuar en caliente, de poner en marcha una operación para evitar un pago del impuesto revolucionario que se estaba haciendo en tiempo real. Además, así, se evitaba que llegaran 60.000 euros más a ETA.
Pero es aquí donde se produce un grave problema que hace añicos las intenciones judiciales y policiales. Cuando esa mañana del 4 de mayo Elosúa sale de su domicilio se le acerca un individuo (que el propio Elosúa identifica en conversaciones posteriores como un agente del Cuerpo Nacional de Policía) que le advierte de la vigilancia y de que si se desplaza a entregar el dinero a Francia iba a ser detenido.
Ese chivatazo al entramado etarra desbarató las intenciones del magistrado Grande-Marlaska para actuar contra la trama financiera.
Esta situación provocó que el magistrado abriera una pieza separada y secreta sobre estas filtraciones. Grande-Marlaska sospecha, en primera instancia, que ese chivatazo partió de algún miembro del Cuerpo Nacional de Policía destinado en operaciones antiterroristas. No obstante, no descarta que esa filtración hubiera podido salir también por algún miembro de los servicios secretos.
Desde la investigación se explica que los ahora detenidos (entre los que se encuentra el fundador de ETA y actual miembro de Aralar, Julen Madariaga) eran vigilados por varios servicios policiales desde hacía años. Y fruto de estos seguimientos y pinchazos telefónicos se obtuvieron importantes datos sobre las intenciones de la organización terrorista ETA.
El juez Grande-Marlaska ha interrogado a varios agentes de la Comisaría General de Información en el marco de esta pieza secreta para conocer su intervención en ese dispositivo policial y tratar de esclarecer el chivatazo que recibió el entramado etarra. Estas declaraciones se llevaron a cabo antes de que las policías española y francesa practicaran la docena de detenciones de presuntos implicados en este entramado.
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