Zapatero minimiza la abstención y destaca el apoyo de tres de cada cuatro votantes
19-06-06
REFERÉNDUM EN CATALUÑA / La valoración del Gobierno
Zapatero minimiza la abstención y destaca el apoyo de tres de cada cuatro votantes
REFERÉNDUM EN CATALUÑA / La valoración del Gobierno
Zapatero minimiza la abstención y destaca el apoyo de tres de cada cuatro votantes
Lamenta que el PP defienda «posiciones del pasado» y le pide que «admita el resultado» Considera que la participación ha sido similar a la de otras consultas autonómicas
FERNANDO GAREA
MADRID.- José Luis Rodríguez Zapatero dio anoche por superada la prueba. El presidente del Gobierno se mostró satisfecho con el apoyo «amplísimamente mayoritario» al Estatuto de Cataluña, lo consideró un respaldo a las reformas territoriales que él patrocina, frente a las «posiciones del pasado» que representa el PP y minimizó la abstención.
«La España autonómica avanza con la normalidad institucional propia de una democracia sólida y asentada en la Constitución, y el proceso de reformas estatutarias que estamos viviendo acercará más el poder a los ciudadanos e integrará mejor el proyecto común de España», aseguró el presidente en una breve comparecencia en La Moncloa.
(.../...)
El Gobierno había situado en los días previos las coordenadas de su éxito y su fracaso entre el 70% de los síes y el 50% de participación. La primera exigencia se ha cumplido con creces y a la segunda no ha llegado por poco. Lo justo para que el PP se agarre a la participación como a un clavo ardiendo para intentar mantener parte de su discurso sobre la indiferencia ciudadana a los estatutos, según el análisis del Gobierno.
Por eso, Zapatero, en su comparecencia en La Moncloa, minimizó el índice de abstención y se quedó con lo que le es más favorable, para destacar que «tres de cada cuatro ciudadanos» de Cataluña hayan apoyado el proyecto de Estatuto.
El presidente habló de «normalidad en el índice de participación si se toma en consideración la media de refrendos autonómicos».
Al ser preguntado sobre el apoyo social que tendrá el Estatuto, inferior al del texto en vigor y con un porcentaje sobre censo menor al 40%, Zapatero respondió que «hay que acostumbrarse a hacer un ejercicio de responsabilidad democrática y de respeto a las normas constitucionales y estatutarias. Había un trámite de refrendo que ha sido amplísimamente mayoritario y entrará en vigor con toda la fuerza democrática de los procedimientos que nos hemos dado y un amplísimo refrendo de la ciudadanía catalana».
Pasar página
Durante la tarde, el miedo fue invadiendo a miembros del Gobierno y dirigentes del PSOE, que temían unas cifras aún peores, en torno al 45%, pero finalmente la participación estuvo a punto de llegar a la cifra prevista del 50% y no fue necesario echar mano de la decisión de la Junta Electoral, que impidió a la Generalitat fomentar la participación. Maragall sí lo hizo anoche.
Al final, Zapatero pudo pasar página del proceso que desde hace un año le ha desgastado a él y a su partido: «Hoy se termina el proceso. El pueblo ha hablado claro, el Estatuto es la norma que han elegido ampliamente y va a dar buenos resultados para Cataluña y para el resto de España».
De ahí dedujo un reproche al PP: «Representan posiciones del pasado» y «están siempre un tiempo atrás»; la exigencia de que «acepte el resultado y felicite a los del sí como buenos demócratas» y una referencia para los estatutos que vienen: «Todos los que se reformen a partir de este momento también serán para todos y todos se beneficiarán del avance de la España autonómica».
El presidente destacó el «normal y cívico desarrollo» de la jornada y la «normalidad en el ejercicio del derecho», probablemente como consecuencia de los actos de boicot al PP que se produjeron durante la campaña.
Además, hizo especial hincapié en que el texto resultante es «producto del acuerdo entre los representantes del Parlamento de Cataluña y también de las Cortes Generales, en las que descansa el conjunto de la soberanía de los Españoles». La expresión podría sonar a aviso a navegantes para otras comunidades como el País Vasco, donde los nacionalistas sostienen que el texto que se elabore en el Parlamento autonómico debe ser respetado sin cambios en las Cortes.
Según dijo, con este Estatuto «Cataluña verá mejor reconocida su identidad propia y dispondrá de un mejor instrumento para ejercer su autogobierno y se preservará el rico pluralismo consustancial a la sociedad catalana».
«La aplicación y el desarrollo requerirá la cooperación leal entre gobiernos y quiero manifestar que el Gobierno de España compromete esa cooperación leal con el Gobierno de Cataluña y todas las fuerzas políticas», añadió Zapatero.
FERNANDO GAREA
MADRID.- José Luis Rodríguez Zapatero dio anoche por superada la prueba. El presidente del Gobierno se mostró satisfecho con el apoyo «amplísimamente mayoritario» al Estatuto de Cataluña, lo consideró un respaldo a las reformas territoriales que él patrocina, frente a las «posiciones del pasado» que representa el PP y minimizó la abstención.
«La España autonómica avanza con la normalidad institucional propia de una democracia sólida y asentada en la Constitución, y el proceso de reformas estatutarias que estamos viviendo acercará más el poder a los ciudadanos e integrará mejor el proyecto común de España», aseguró el presidente en una breve comparecencia en La Moncloa.
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El Gobierno había situado en los días previos las coordenadas de su éxito y su fracaso entre el 70% de los síes y el 50% de participación. La primera exigencia se ha cumplido con creces y a la segunda no ha llegado por poco. Lo justo para que el PP se agarre a la participación como a un clavo ardiendo para intentar mantener parte de su discurso sobre la indiferencia ciudadana a los estatutos, según el análisis del Gobierno.
Por eso, Zapatero, en su comparecencia en La Moncloa, minimizó el índice de abstención y se quedó con lo que le es más favorable, para destacar que «tres de cada cuatro ciudadanos» de Cataluña hayan apoyado el proyecto de Estatuto.
El presidente habló de «normalidad en el índice de participación si se toma en consideración la media de refrendos autonómicos».
Al ser preguntado sobre el apoyo social que tendrá el Estatuto, inferior al del texto en vigor y con un porcentaje sobre censo menor al 40%, Zapatero respondió que «hay que acostumbrarse a hacer un ejercicio de responsabilidad democrática y de respeto a las normas constitucionales y estatutarias. Había un trámite de refrendo que ha sido amplísimamente mayoritario y entrará en vigor con toda la fuerza democrática de los procedimientos que nos hemos dado y un amplísimo refrendo de la ciudadanía catalana».
Pasar página
Durante la tarde, el miedo fue invadiendo a miembros del Gobierno y dirigentes del PSOE, que temían unas cifras aún peores, en torno al 45%, pero finalmente la participación estuvo a punto de llegar a la cifra prevista del 50% y no fue necesario echar mano de la decisión de la Junta Electoral, que impidió a la Generalitat fomentar la participación. Maragall sí lo hizo anoche.
Al final, Zapatero pudo pasar página del proceso que desde hace un año le ha desgastado a él y a su partido: «Hoy se termina el proceso. El pueblo ha hablado claro, el Estatuto es la norma que han elegido ampliamente y va a dar buenos resultados para Cataluña y para el resto de España».
De ahí dedujo un reproche al PP: «Representan posiciones del pasado» y «están siempre un tiempo atrás»; la exigencia de que «acepte el resultado y felicite a los del sí como buenos demócratas» y una referencia para los estatutos que vienen: «Todos los que se reformen a partir de este momento también serán para todos y todos se beneficiarán del avance de la España autonómica».
El presidente destacó el «normal y cívico desarrollo» de la jornada y la «normalidad en el ejercicio del derecho», probablemente como consecuencia de los actos de boicot al PP que se produjeron durante la campaña.
Además, hizo especial hincapié en que el texto resultante es «producto del acuerdo entre los representantes del Parlamento de Cataluña y también de las Cortes Generales, en las que descansa el conjunto de la soberanía de los Españoles». La expresión podría sonar a aviso a navegantes para otras comunidades como el País Vasco, donde los nacionalistas sostienen que el texto que se elabore en el Parlamento autonómico debe ser respetado sin cambios en las Cortes.
Según dijo, con este Estatuto «Cataluña verá mejor reconocida su identidad propia y dispondrá de un mejor instrumento para ejercer su autogobierno y se preservará el rico pluralismo consustancial a la sociedad catalana».
«La aplicación y el desarrollo requerirá la cooperación leal entre gobiernos y quiero manifestar que el Gobierno de España compromete esa cooperación leal con el Gobierno de Cataluña y todas las fuerzas políticas», añadió Zapatero.
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