La Fiscalía pide al juez cerrar ya la investigación sobre el 11-M
21-06-06
11-M / La investigación judicial
La Fiscalía pide al juez cerrar ya la investigación sobre el 11-M
Olga Sánchez considera «innecesaria la práctica de nuevas diligencias» - Solicita al juez que envíe ya la causa al tribunal que celebrará el juicio
MANUEL MARRACO
11-M / La investigación judicial
La Fiscalía pide al juez cerrar ya la investigación sobre el 11-M
Olga Sánchez considera «innecesaria la práctica de nuevas diligencias» - Solicita al juez que envíe ya la causa al tribunal que celebrará el juicio
MANUEL MARRACO
MADRID.- La Fiscalía de la Audiencia Nacional considera que la investigación del 11-M ya está concluida y que el juez Juan del Olmo debe enviar el sumario al tribunal al que le corresponderá preparar y celebrar el juicio. Así consta en un escrito remitido ayer por la fiscal Olga Sánchez al Juzgado Central de Instrucción número 6, según el cual el Ministerio Público cree «innecesaria la realización o práctica de nuevas diligencias de investigación».
(.../...)
Respecto a las diligencias ya acordadas a petición del resto de acusaciones y defensas, la fiscal solicita que no retrasen el auto de conclusión del sumario que debe dictar Del Olmo y que su resultado se envíe a la sección correspondiente.
La representante del Ministerio Público en la causa del 11-M -junto a la fiscal María José Checa- considera que, «dado el actual estado de la causa», el juez debe dictar ese auto en cuanto resuelva los recursos de reforma interpuestos por algunos de los 29 procesados.
El pasado día 15, Sánchez entregó al fiscal jefe de la Audiencia Nacional un borrador de la acusación que mantendrá en el juicio. La principal discrepancia con Del Olmo es que la fiscal considera a Basel Ghalyoun autor material de la masacre, mientras que el juez cree que no se puede ir más allá de una acusación por colaboración.
Pese a la petición de ayer de la fiscal, existen diversas diligencias que podrían aclarar aspectos clave de la investigación que no se han realizado. Por ejemplo, Del Olmo no ha tomado declaración a los agentes que el 17 de marzo de 2004 se entrevistaron en Avilés con el minero Emilio Suárez Trashorras, acusado de proporcionar la dinamita a Jamal Ahmidan, El Chino. Ante al menos seis policías y un agente del CNI, Trashorras afirmó que El Chino le había dicho que los etarras detenidos en Cuenca con más de 500 kilos de explosivos eran amigos suyos. Una de las defensas del 11-M solicitó a Del Olmo que llamase a declarar tanto a los agentes como a los dos etarras. El juez se negó, como también rechazó tomar declaración al preso islamista Ismail Benesmail, muy vinculado al suicida Allekema Lamari y en cuyo poder aparecieron los nombres de dos miembros de ETA.
Igualmente, ante las dudas planteadas por este periódico sobre la cadena de custodia de la mochila finalmente desactivada en Vallecas, el magistrado tomó declaración a media docena de agentes que participaron en su periplo por Madrid el día de los atentados. Pero en los interrogatorios no incluyó a ninguno de los agentes encargados de custodiar los efectos hallados en la estación de El Pozo mientras estuvieron en Ifema.
También está pendiente que el juez interrogue sobre multitud de puntos al colaborador policial conocido como Cartagena, clave en la operación contra la célula que pretendía volar la Audiencia Nacional. Cartagena llegó a convertirse durante mucho tiempo en un hombre de confianza de Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino, uno de los presuntos líderes del 11-M. Sí constan en el sumario las notas policiales de los datos que Cartagena iba aportando a la Policía, y llegó a tomarle declaración. Sin embargo, Cartagena le dijo que ya había contado lo que sabía ante el juez Baltasar Garzón, que le pidiese los datos y no le obligase a declarar de nuevo. Así lo hizo el juez.
Por otra parte, en su auto de procesamiento el juez considera de «valor relativo» todos los informes policiales y testimonios sobre el tráfico de explosivos en Asturias denunciado entre 2001 y 2003. Del Olmo no ha conseguido tomar declaración a José Ignacio Fernández Díez, Nayo -se encuentra fuera de España-, que informó de esa red de venta e implicó en ella a ETA.
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Respecto a las diligencias ya acordadas a petición del resto de acusaciones y defensas, la fiscal solicita que no retrasen el auto de conclusión del sumario que debe dictar Del Olmo y que su resultado se envíe a la sección correspondiente.
La representante del Ministerio Público en la causa del 11-M -junto a la fiscal María José Checa- considera que, «dado el actual estado de la causa», el juez debe dictar ese auto en cuanto resuelva los recursos de reforma interpuestos por algunos de los 29 procesados.
El pasado día 15, Sánchez entregó al fiscal jefe de la Audiencia Nacional un borrador de la acusación que mantendrá en el juicio. La principal discrepancia con Del Olmo es que la fiscal considera a Basel Ghalyoun autor material de la masacre, mientras que el juez cree que no se puede ir más allá de una acusación por colaboración.
Pese a la petición de ayer de la fiscal, existen diversas diligencias que podrían aclarar aspectos clave de la investigación que no se han realizado. Por ejemplo, Del Olmo no ha tomado declaración a los agentes que el 17 de marzo de 2004 se entrevistaron en Avilés con el minero Emilio Suárez Trashorras, acusado de proporcionar la dinamita a Jamal Ahmidan, El Chino. Ante al menos seis policías y un agente del CNI, Trashorras afirmó que El Chino le había dicho que los etarras detenidos en Cuenca con más de 500 kilos de explosivos eran amigos suyos. Una de las defensas del 11-M solicitó a Del Olmo que llamase a declarar tanto a los agentes como a los dos etarras. El juez se negó, como también rechazó tomar declaración al preso islamista Ismail Benesmail, muy vinculado al suicida Allekema Lamari y en cuyo poder aparecieron los nombres de dos miembros de ETA.
Igualmente, ante las dudas planteadas por este periódico sobre la cadena de custodia de la mochila finalmente desactivada en Vallecas, el magistrado tomó declaración a media docena de agentes que participaron en su periplo por Madrid el día de los atentados. Pero en los interrogatorios no incluyó a ninguno de los agentes encargados de custodiar los efectos hallados en la estación de El Pozo mientras estuvieron en Ifema.
También está pendiente que el juez interrogue sobre multitud de puntos al colaborador policial conocido como Cartagena, clave en la operación contra la célula que pretendía volar la Audiencia Nacional. Cartagena llegó a convertirse durante mucho tiempo en un hombre de confianza de Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino, uno de los presuntos líderes del 11-M. Sí constan en el sumario las notas policiales de los datos que Cartagena iba aportando a la Policía, y llegó a tomarle declaración. Sin embargo, Cartagena le dijo que ya había contado lo que sabía ante el juez Baltasar Garzón, que le pidiese los datos y no le obligase a declarar de nuevo. Así lo hizo el juez.
Por otra parte, en su auto de procesamiento el juez considera de «valor relativo» todos los informes policiales y testimonios sobre el tráfico de explosivos en Asturias denunciado entre 2001 y 2003. Del Olmo no ha conseguido tomar declaración a José Ignacio Fernández Díez, Nayo -se encuentra fuera de España-, que informó de esa red de venta e implicó en ella a ETA.
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