TA DESAFIA AL PARLAMENTO DE LA UE Y DEJA EN EVIDENCIA A ZAPATERO<
25-10-06
Editorial
ETA DESAFIA AL PARLAMENTO DE LA UE Y DEJA EN EVIDENCIA A ZAPATERO
Editorial
ETA DESAFIA AL PARLAMENTO DE LA UE Y DEJA EN EVIDENCIA A ZAPATERO
El robo de 350 pistolas en Francia por parte de ETA en vísperas de que el Parlamento Europeo debata sobre el diálogo del Gobierno español con la banda terrorista revela hasta qué punto ésta se siente concernida por lo que puedan decir los eurodiputados, ahora o en el futuro. Cero. Es lógico, puesto que si no ha respetado nunca las instituciones democráticas vascas y españolas, era un ejercicio de voluntarismo pensar que pudiera dar alguna legitimidad a Estrasburgo. Sin embargo, ésa es una de las tesis, si no la principal, de los partidarios de internacionalizar el proceso de paz. Argumentan que cada nuevo día sin atentados, junto a la presión de una sociedad hastiada por el terrorismo y el respaldo internacional colocarían a ETA en una situación de no retorno a la violencia.
Al contrario, la última acción de la banda apunta a que es el presidente Zapatero el único prisionero del proceso. Ayer, su partido se negó a suspender el debate en la Eurocámara pese a la provocación de la banda, decisión que puede interpretarse como un gesto de debilidad, por cuanto parece que los ritmos y los escenarios los marcan los terroristas y su entorno. Zapatero ha quedado en evidencia ante Europa 24 horas antes de solicitar que ésta secunde el camino que ha emprendido en busca de la paz. Sobre todo porque ninguno de los pasos que ha dado ha logrado amansar a los violentos ni ha situado al Estado de Derecho en una situación de ventaja.
(.../...)
El robo de armas es, además, un desafío a la Eurocámara. Se comete en un Estado miembro sobre el que los terroristas extienden también sus exigencias y con una escenificación -secuestro incluido de una familia y dejando unas esposas como rúbrica- de claro valor simbólico. Lo que ETA está diciéndole a Estrasburgo es que, lejos de estar aletargada, está bien despierta y dispuesta a usar la fuerza, y que no se conforma con que se internacionalice el proceso si al final no se satisfacen sus pretensiones.
Es cierto que son ya tres los años sin que haya asesinatos de ETA, lo cual no quiere decir que haya dejado de existir el terrorismo. La banda sigue coaccionando con la kale borroka y con las amenazas a los empresarios. Además, en un momento en el que debería proceder a su desarme, acrecienta, en un nuevo pulso, su arsenal.
Especialmente desafortunado estuvo el portavoz del PSOE, López Garrido, al recriminar ayer al grupo popular que votara en su día a favor de una resolución para acabar con el terrorismo en Irlanda del Norte y, en cambio, se pronuncie hoy en contra de una iniciativa similar. En el primer caso, dos Estados de la UE reivindicaban la soberanía sobre un territorio. En el nuestro, un territorio reivindica su independencia arrogándose derechos sobre dos Estados miembros. Justo lo contrario.
La imagen de España puede quedar hoy muy dañada a los ojos de Europa. A las discrepancias políticas se une la división social. La delegación socialista ha invitado a la Eurocámara a víctimas del terrorismo partidarias del proceso de paz. Pero ayer mismo, la AVT pidió al Gobierno que suspenda la negociación con ETA por el robo de armas en Francia. Está además el cambio de rumbo, radical, que se ha dado a la política en materia antiterrorista. Si hasta ahora se buscó en Europa declarar a Batasuna como organización terrorista, hoy se la presenta en los mismos foros como una organización con la que negociar. Por lo pronto, sus representantes capitalizaron ayer el éxito político y convirtieron su viaje a Estrasburgo en un recorrido triunfal.
Al contrario, la última acción de la banda apunta a que es el presidente Zapatero el único prisionero del proceso. Ayer, su partido se negó a suspender el debate en la Eurocámara pese a la provocación de la banda, decisión que puede interpretarse como un gesto de debilidad, por cuanto parece que los ritmos y los escenarios los marcan los terroristas y su entorno. Zapatero ha quedado en evidencia ante Europa 24 horas antes de solicitar que ésta secunde el camino que ha emprendido en busca de la paz. Sobre todo porque ninguno de los pasos que ha dado ha logrado amansar a los violentos ni ha situado al Estado de Derecho en una situación de ventaja.
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El robo de armas es, además, un desafío a la Eurocámara. Se comete en un Estado miembro sobre el que los terroristas extienden también sus exigencias y con una escenificación -secuestro incluido de una familia y dejando unas esposas como rúbrica- de claro valor simbólico. Lo que ETA está diciéndole a Estrasburgo es que, lejos de estar aletargada, está bien despierta y dispuesta a usar la fuerza, y que no se conforma con que se internacionalice el proceso si al final no se satisfacen sus pretensiones.
Es cierto que son ya tres los años sin que haya asesinatos de ETA, lo cual no quiere decir que haya dejado de existir el terrorismo. La banda sigue coaccionando con la kale borroka y con las amenazas a los empresarios. Además, en un momento en el que debería proceder a su desarme, acrecienta, en un nuevo pulso, su arsenal.
Especialmente desafortunado estuvo el portavoz del PSOE, López Garrido, al recriminar ayer al grupo popular que votara en su día a favor de una resolución para acabar con el terrorismo en Irlanda del Norte y, en cambio, se pronuncie hoy en contra de una iniciativa similar. En el primer caso, dos Estados de la UE reivindicaban la soberanía sobre un territorio. En el nuestro, un territorio reivindica su independencia arrogándose derechos sobre dos Estados miembros. Justo lo contrario.
La imagen de España puede quedar hoy muy dañada a los ojos de Europa. A las discrepancias políticas se une la división social. La delegación socialista ha invitado a la Eurocámara a víctimas del terrorismo partidarias del proceso de paz. Pero ayer mismo, la AVT pidió al Gobierno que suspenda la negociación con ETA por el robo de armas en Francia. Está además el cambio de rumbo, radical, que se ha dado a la política en materia antiterrorista. Si hasta ahora se buscó en Europa declarar a Batasuna como organización terrorista, hoy se la presenta en los mismos foros como una organización con la que negociar. Por lo pronto, sus representantes capitalizaron ayer el éxito político y convirtieron su viaje a Estrasburgo en un recorrido triunfal.
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