El Gobierno dice que Mariano Rajoy es un 'insumiso al margen del Estado'
08-07-06
El Gobierno dice que Mariano Rajoy es un 'insumiso al margen del Estado'
Fernández de la Vega afirma que el líder de la oposición «actúa como una especie de insumiso» Recuerda que «en democracia sólo los ciudadanos otorgan la representación del Estado»
FERNANDO GAREA
El Gobierno dice que Mariano Rajoy es un 'insumiso al margen del Estado'
Fernández de la Vega afirma que el líder de la oposición «actúa como una especie de insumiso» Recuerda que «en democracia sólo los ciudadanos otorgan la representación del Estado»
FERNANDO GAREA
MADRID.- El Gobierno respondió ayer con extrema dureza a Mariano Rajoy, hasta el extremo de acusarle de haberse situado «al margen del sistema democrático» y de ser «una especie de insumiso del Estado de Derecho». La respuesta no es consecuencia del hecho de que el líder de la oposición no apoye el proceso de paz impulsado por Zapatero o que critique la reunión entre el PSE y la ilegalizada Batasuna, sino por haber negado la legitimidad del presidente del Gobierno.
Rajoy dijo el jueves que Zapatero «no representa al Estado» y la vicepresidenta primera le respondió ayer, desde la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que «causa estupor que se niegue la representación del Estado a quien la tiene otorgada por los ciudadanos de forma expresa y de los representantes de la soberanía; y hacerlo es colocarse fuera, al margen del Estado y del sistema democrático».
(.../...)
La portavoz del Gobierno fue ayer muchísimo más dura con el PP que con Batasuna. A los populares les adjudicó la condición de estar al margen de la ley que siempre se ha reservado para la izquierda abertzale. Sobre los de Batasuna no hubo valoración oficial tras las reunión con el PSE, aunque el Gobierno aprecia y valora desde el jueves la moderación del tono de Arnaldo Otegi.
Debilitar al Ejecutivo
Las palabras de la vicepresidenta y portavoz del Gobierno son directamente proporcionales al malestar que provocaron en José Luis Rodríguez Zapatero las citadas imputaciones de Rajoy. Entiende el jefe del Ejecutivo que nunca antes se ha puesto en duda la legitimidad del presidente del Gobierno, elegido democráticamente, aunque se pueda discrepar de algunas de sus decisiones, incluida la orden de reunirse con la ilegalizada Batasuna.
No le había molestado tanto ni la enorme acusación de Angel Acebes sobre la coincidencia de estrategias entre el Gobierno y ETA.
Según La Moncloa, la declaración de Rajoy tiene el efecto colateral de dificultar el proceso con ETA en la medida que debilita la posición del Gobierno y pone en cuestión que puedan respetarse en legislaturas posteriores los acuerdos que se alcancen ahora para lograr la paz. La vicepresidenta dijo también que «el señor Rajoy se declara como una especie de insumiso del Estado de Derecho» y se preguntó «cómo es posible que el líder de la oposición de un país democrático le niegue legitimidad a un presidente del Gobierno que ha sido elegido por mayoría, por más de 11 millones de ciudadanos en las urnas».
Repitió lo del respaldo a Zapatero en las urnas y recordó que «tiene todo el apoyo de todos los grupos políticos salvo el PP que, a su vez, representan a millones de ciudadanos».
«En democracia la representación la otorgan los ciudadanos, son los ciudadanos, y sólo los ciudadanos dan y quitan la representación de las instituciones y del Estado y el presidente del Gobierno, don José Luis Rodríguez Zapatero, representa y sirve a los ciudadanos, a todos los ciudadanos, porque representa y sirve a los intereses de España y de todos los ciudadanos, porque así lo han decidido los españoles», añadió.
Fernández de la Vega aseguró que Zapatero, en este caso, «está sirviendo a los anhelos y las esperanzas de la inmensa mayoría de los ciudadanos, está trabajando por la paz con mayúsculas, la paz para siempre y para todos. Que esa paz sea irreversible». La portavoz del Gobierno pidió a Rajoy que «se ponga al lado del Estado y de la inmensa mayoría de los ciudadanos».
Sobre el resultado de la reunión de los socialistas vascos con la formación ilegalizada, Fernández de la Vega se limitó a insistir en la tesis de que «sólo se puede ser legal volviendo a la legalidad», que «sólo se puede participar en democracia apostando por la vía democrática y respetando las reglas del juego democrático», que «la vía democrática sólo tiene un camino que es el que marca la Ley de Partidos y la Constitución» y que «dentro de la ley todo y fuera de la ley nada».
Rajoy dijo el jueves que Zapatero «no representa al Estado» y la vicepresidenta primera le respondió ayer, desde la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que «causa estupor que se niegue la representación del Estado a quien la tiene otorgada por los ciudadanos de forma expresa y de los representantes de la soberanía; y hacerlo es colocarse fuera, al margen del Estado y del sistema democrático».
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La portavoz del Gobierno fue ayer muchísimo más dura con el PP que con Batasuna. A los populares les adjudicó la condición de estar al margen de la ley que siempre se ha reservado para la izquierda abertzale. Sobre los de Batasuna no hubo valoración oficial tras las reunión con el PSE, aunque el Gobierno aprecia y valora desde el jueves la moderación del tono de Arnaldo Otegi.
Debilitar al Ejecutivo
Las palabras de la vicepresidenta y portavoz del Gobierno son directamente proporcionales al malestar que provocaron en José Luis Rodríguez Zapatero las citadas imputaciones de Rajoy. Entiende el jefe del Ejecutivo que nunca antes se ha puesto en duda la legitimidad del presidente del Gobierno, elegido democráticamente, aunque se pueda discrepar de algunas de sus decisiones, incluida la orden de reunirse con la ilegalizada Batasuna.
No le había molestado tanto ni la enorme acusación de Angel Acebes sobre la coincidencia de estrategias entre el Gobierno y ETA.
Según La Moncloa, la declaración de Rajoy tiene el efecto colateral de dificultar el proceso con ETA en la medida que debilita la posición del Gobierno y pone en cuestión que puedan respetarse en legislaturas posteriores los acuerdos que se alcancen ahora para lograr la paz. La vicepresidenta dijo también que «el señor Rajoy se declara como una especie de insumiso del Estado de Derecho» y se preguntó «cómo es posible que el líder de la oposición de un país democrático le niegue legitimidad a un presidente del Gobierno que ha sido elegido por mayoría, por más de 11 millones de ciudadanos en las urnas».
Repitió lo del respaldo a Zapatero en las urnas y recordó que «tiene todo el apoyo de todos los grupos políticos salvo el PP que, a su vez, representan a millones de ciudadanos».
«En democracia la representación la otorgan los ciudadanos, son los ciudadanos, y sólo los ciudadanos dan y quitan la representación de las instituciones y del Estado y el presidente del Gobierno, don José Luis Rodríguez Zapatero, representa y sirve a los ciudadanos, a todos los ciudadanos, porque representa y sirve a los intereses de España y de todos los ciudadanos, porque así lo han decidido los españoles», añadió.
Fernández de la Vega aseguró que Zapatero, en este caso, «está sirviendo a los anhelos y las esperanzas de la inmensa mayoría de los ciudadanos, está trabajando por la paz con mayúsculas, la paz para siempre y para todos. Que esa paz sea irreversible». La portavoz del Gobierno pidió a Rajoy que «se ponga al lado del Estado y de la inmensa mayoría de los ciudadanos».
Sobre el resultado de la reunión de los socialistas vascos con la formación ilegalizada, Fernández de la Vega se limitó a insistir en la tesis de que «sólo se puede ser legal volviendo a la legalidad», que «sólo se puede participar en democracia apostando por la vía democrática y respetando las reglas del juego democrático», que «la vía democrática sólo tiene un camino que es el que marca la Ley de Partidos y la Constitución» y que «dentro de la ley todo y fuera de la ley nada».
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