ETA aceptó en febrero de 2004 mantener reuniones con el PSOE
02-07-06
ALTO EL FUEGO / Las actas del etarra Esparza Luri fijan como prioridad «aclarar de quién es la iniciativa: del PSOE, del Estado o a nivel personal» / Proponen reunirse donde un año después lo hicieron 'Josu Ternera' y Eguiguren
ETA aceptó en febrero de 2004 mantener reuniones con el PSOE
ANGELES ESCRIVA
MADRID.- El Comité Ejecutivo de ETA mantuvo un encuentro en febrero de 2004 -semanas antes, por tanto, de las elecciones generales de marzo- en el que acordó celebrar futuras reuniones con los representantes del PSOE.
La dirección de la banda se planteó la posibilidad de que los socialistas acudiesen a esa cita en representación del Estado, a pesar de que estaban en la oposición y, ya entonces, propusieron un espacio internacional donde reunirse. El intermediador elegido fue el centro Henri Dunant de Ginebra, que, efectivamente, un año y medio más tarde, fue el que organizó las reuniones entre Josu Ternera y el emisario del Ejecutivo, Jesús Eguiguren, y que, probablemente, sea la institución que acoja las conversaciones Gobierno-ETA. La banda dejó bien claro entonces que no se reuniría con nadie que se presentase ante ella a nivel personal.
(.../...)
Las notas tomadas por uno de los asistentes a la cita, el etarra José Ignacio Esparza Luri, contienen además un dato económico sobre extorsión empresarial verdaderamente explícito. Según el acta levantada en aquellas fechas, la banda terrorista podía recaudar en un año, por este método, más de 1.700.000 euros.
Esta reunión del Comité Ejecutivo de la banda, llamado Zuba -en el que estaban representados Josu Ternera, Antza, Anboto, Esparza Luri y Peio Eskizabel-, se celebró cuando los dirigentes de Batasuna y del sindicato LAB, Arnaldo Otegi, Rafa Díez y Pernando Barrena, llevaban años de reuniones con el presidente del PSE, y cuando ETA ya había decidido la tregua para Cataluña, en aquellos momentos gobernada por el tripartito.
El acta del encuentro del denominado Zuba plantea varias hipótesis para una eventual reunión entre el Nes -aparato de negociación- y «los gorrinos-PSOE». Todo parece indicar que así, gorrinos, es como denominan a los socialistas.
ETA establece que «en el caso de que el PSOE quiera contacto con la Organización, la Organización está dispuesta». «Para eso, lo primero hay que aclarar de quién es la iniciativa: del PSOE, del Estado o a nivel personal (ésta no se acepta)».
No se aclara en el documento cuáles son los motivos por los que ETA consideraba que los socialistas podían entablar contacto con sus dirigentes en representación del Estado cuando todavía permanecían en la oposición excepto en Cataluña.
Garantías
«Si explicara la naturaleza del contacto son necesarias claras garantías», «de acuerdo con la naturaleza del contacto es necesario un nivel de interlocución» y «una vez establecido el contacto y aclarado el nivel de interlocución, es necesario aclarar el contenido del contacto y el objetivo concreto», añaden los dirigentes de ETA.
El Comité Ejecutivo plantea otra preocupación en caso de que sus planes cuajen, y es el escollo de la seguridad. Justifican su inquietud alegando que «precisamente el PSOE, una vez más, le ha ofrecido un leal servicio al Estado, realizando operaciones policiales con el pretexto de la negociación».
Y probablemente para evitar problemas, en este sentido plantea una opción: «Antes de realizar un encuentro directo y, para preparar eso, hay que encontrar un espacio que dé suficiente seguridad a las dos partes; nosotros estamos buscando eso, no especialmente para este caso, pero podría valer».
El nombre de las instituciones que se plantea en el último punto recogido por el etarra Esparza Luri es el del Centro Henri Dunant, de Ginebra y el de la Universidad de Uppsala, en Suecia. Hay otro nombre que también es citado, el de Aurelio, que corresponde al referente en clave de Alex Reid. El sacerdote redentorista irlandés se ofreció a mediar, incluso se reunió con ellos, pero finalmente la banda terrorista le escribió una carta declinando sus servicios.
Las cuentas
El acta incautada en su día recoge también la presentación de cuentas ante la dirección de la banda efectuada por Soledad Iparraguirre, Anboto, en aquellos momentos responsable del Gezi, el aparato de extorsión de ETA.
Los cuadros que le fueron incautados a esta terrorista tras su detención -el 4 de octubre de 2004 en Francia- detallan el número de cartas que fueron enviadas en el año 2003 y los ingresos obtenidos de las amenazas efectuadas a los empresarios a lo largo de varios años.
Según estos datos, en el último trimestre de 2003 los terroristas enviaron cartas de extorsión a 95 empresarios. En ese mismo trimestre insistieron en sus presiones remitiendo una segunda remesa de misivas a 47 de esos mismos ciudadanos. Repitieron hasta el punto de que 61 recibieron cuatro cartas amenazantes en esos tres meses.
Anboto también explicó a sus compañeros los ingresos que habían obtenido en 2001, 2002 y 2003. En el primer ejercicio detallado, la banda obtuvo 1.708.792 euros procedentes del impuesto revolucionario; en el segundo, 1.435.719 euros y en el tercero 1.051.009 euros, que se tenga constancia, dado que los datos están incompletos.
La propia Soledad Iparraguirre distribuía estas cantidades entre los 11 aparatos de la banda terrorista y a ella le fueron incautados los documentos en los que quedaba constancia de la importancia que le otorgaba a cada uno y cuál era el remanente -superior a los 400.000 euros en 2004- cada seis meses.
Si en febrero de 2004 el Comité Ejecutivo de ETA se había planteado la posibilidad de reunirse con el PSOE, en otoño de ese mismo año -el PSOE ya había ganado las elecciones-, el responsable político de la banda, Antza, ya tenía muy trabajado un plan para el fin del terrorismo en el que se hablaba de negociación entre partidos sin disolución previa de la organización y en la que Batasuna prácticamente se colocaba como primera fuerza política del País Vasco en 2008.
Casi todos los presentes en aquella reunión de principios de año fueron arrestados sucesivamente, excepto Josu Ternera, prófugo desde 2002.
ETA aceptó en febrero de 2004 mantener reuniones con el PSOE
ANGELES ESCRIVA
MADRID.- El Comité Ejecutivo de ETA mantuvo un encuentro en febrero de 2004 -semanas antes, por tanto, de las elecciones generales de marzo- en el que acordó celebrar futuras reuniones con los representantes del PSOE.
La dirección de la banda se planteó la posibilidad de que los socialistas acudiesen a esa cita en representación del Estado, a pesar de que estaban en la oposición y, ya entonces, propusieron un espacio internacional donde reunirse. El intermediador elegido fue el centro Henri Dunant de Ginebra, que, efectivamente, un año y medio más tarde, fue el que organizó las reuniones entre Josu Ternera y el emisario del Ejecutivo, Jesús Eguiguren, y que, probablemente, sea la institución que acoja las conversaciones Gobierno-ETA. La banda dejó bien claro entonces que no se reuniría con nadie que se presentase ante ella a nivel personal.
(.../...)
Las notas tomadas por uno de los asistentes a la cita, el etarra José Ignacio Esparza Luri, contienen además un dato económico sobre extorsión empresarial verdaderamente explícito. Según el acta levantada en aquellas fechas, la banda terrorista podía recaudar en un año, por este método, más de 1.700.000 euros.
Esta reunión del Comité Ejecutivo de la banda, llamado Zuba -en el que estaban representados Josu Ternera, Antza, Anboto, Esparza Luri y Peio Eskizabel-, se celebró cuando los dirigentes de Batasuna y del sindicato LAB, Arnaldo Otegi, Rafa Díez y Pernando Barrena, llevaban años de reuniones con el presidente del PSE, y cuando ETA ya había decidido la tregua para Cataluña, en aquellos momentos gobernada por el tripartito.
El acta del encuentro del denominado Zuba plantea varias hipótesis para una eventual reunión entre el Nes -aparato de negociación- y «los gorrinos-PSOE». Todo parece indicar que así, gorrinos, es como denominan a los socialistas.
ETA establece que «en el caso de que el PSOE quiera contacto con la Organización, la Organización está dispuesta». «Para eso, lo primero hay que aclarar de quién es la iniciativa: del PSOE, del Estado o a nivel personal (ésta no se acepta)».
No se aclara en el documento cuáles son los motivos por los que ETA consideraba que los socialistas podían entablar contacto con sus dirigentes en representación del Estado cuando todavía permanecían en la oposición excepto en Cataluña.
Garantías
«Si explicara la naturaleza del contacto son necesarias claras garantías», «de acuerdo con la naturaleza del contacto es necesario un nivel de interlocución» y «una vez establecido el contacto y aclarado el nivel de interlocución, es necesario aclarar el contenido del contacto y el objetivo concreto», añaden los dirigentes de ETA.
El Comité Ejecutivo plantea otra preocupación en caso de que sus planes cuajen, y es el escollo de la seguridad. Justifican su inquietud alegando que «precisamente el PSOE, una vez más, le ha ofrecido un leal servicio al Estado, realizando operaciones policiales con el pretexto de la negociación».
Y probablemente para evitar problemas, en este sentido plantea una opción: «Antes de realizar un encuentro directo y, para preparar eso, hay que encontrar un espacio que dé suficiente seguridad a las dos partes; nosotros estamos buscando eso, no especialmente para este caso, pero podría valer».
El nombre de las instituciones que se plantea en el último punto recogido por el etarra Esparza Luri es el del Centro Henri Dunant, de Ginebra y el de la Universidad de Uppsala, en Suecia. Hay otro nombre que también es citado, el de Aurelio, que corresponde al referente en clave de Alex Reid. El sacerdote redentorista irlandés se ofreció a mediar, incluso se reunió con ellos, pero finalmente la banda terrorista le escribió una carta declinando sus servicios.
Las cuentas
El acta incautada en su día recoge también la presentación de cuentas ante la dirección de la banda efectuada por Soledad Iparraguirre, Anboto, en aquellos momentos responsable del Gezi, el aparato de extorsión de ETA.
Los cuadros que le fueron incautados a esta terrorista tras su detención -el 4 de octubre de 2004 en Francia- detallan el número de cartas que fueron enviadas en el año 2003 y los ingresos obtenidos de las amenazas efectuadas a los empresarios a lo largo de varios años.
Según estos datos, en el último trimestre de 2003 los terroristas enviaron cartas de extorsión a 95 empresarios. En ese mismo trimestre insistieron en sus presiones remitiendo una segunda remesa de misivas a 47 de esos mismos ciudadanos. Repitieron hasta el punto de que 61 recibieron cuatro cartas amenazantes en esos tres meses.
Anboto también explicó a sus compañeros los ingresos que habían obtenido en 2001, 2002 y 2003. En el primer ejercicio detallado, la banda obtuvo 1.708.792 euros procedentes del impuesto revolucionario; en el segundo, 1.435.719 euros y en el tercero 1.051.009 euros, que se tenga constancia, dado que los datos están incompletos.
La propia Soledad Iparraguirre distribuía estas cantidades entre los 11 aparatos de la banda terrorista y a ella le fueron incautados los documentos en los que quedaba constancia de la importancia que le otorgaba a cada uno y cuál era el remanente -superior a los 400.000 euros en 2004- cada seis meses.
Si en febrero de 2004 el Comité Ejecutivo de ETA se había planteado la posibilidad de reunirse con el PSOE, en otoño de ese mismo año -el PSOE ya había ganado las elecciones-, el responsable político de la banda, Antza, ya tenía muy trabajado un plan para el fin del terrorismo en el que se hablaba de negociación entre partidos sin disolución previa de la organización y en la que Batasuna prácticamente se colocaba como primera fuerza política del País Vasco en 2008.
Casi todos los presentes en aquella reunión de principios de año fueron arrestados sucesivamente, excepto Josu Ternera, prófugo desde 2002.
Comentarios
Pero así es nuestra izquierda: guerracivilista, tramposa, inculta.