Rajoy tiene que abandonar un mercado en Hospitalet entre gritos de los partidarios del 'sí'
11-06-06
REFERÉNDUM EN CATALUÑA / La campaña de los 'populares'
Rajoy tiene que abandonar un mercado en Hospitalet entre gritos de los partidarios del 'sí'
«Fascista», «vas contra Cataluña» o «asqueroso» fueron algunos de los insultos lanzados al presidente del PP mientras Piqué acusa al PSC de estar detrás de un boicot «previamente organizado»
DANI CORDERO
REFERÉNDUM EN CATALUÑA / La campaña de los 'populares'
Rajoy tiene que abandonar un mercado en Hospitalet entre gritos de los partidarios del 'sí'
«Fascista», «vas contra Cataluña» o «asqueroso» fueron algunos de los insultos lanzados al presidente del PP mientras Piqué acusa al PSC de estar detrás de un boicot «previamente organizado»
DANI CORDERO
HOSPITALET.- La tensión generada por los insultos y las recriminaciones al presidente del PP, Mariano Rajoy, obligaron a abortar ayer un acto de campaña de la formación previsto en el mercado del barrio de Collblanc, en Hospitalet de Llobregat (Barcelona). El líder popular fue recibido con gritos de «fuera, fuera», insultos como «fascista» y consignas similares a las empleadas por los dirigentes del PSC y el PSOE en su campaña por el no en el referéndum del Estatut. Entre éstas últimas figuraban las calificaciones de «anticatalán» y acusaciones de «vas en contra de Cataluña». Acompañando a éstas, otras como «fuera de aquí», «asqueroso» o «desgraciado».
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«No sé cómo se ha atrevido a venir aquí», le criticaba un hombre jubilado, mientras otro se dirigía a él con gritos de «sí al diálogo, sí al Estatut». Las manifestaciones contrarias a Rajoy y a la comitiva que le acompañaba, formada por una docena de dirigentes populares entre los que se encontraba Josep Piqué, se prolongaron durante los poco más de 15 minutos que pudo durar su intervención para pedir el no en el referéndum del 18 de junio. Las posiciones de rechazo tuvieron como contrapunto algunas muestras de apoyo, especialmente las protagonizadas por militantes del PP, hacia Mariano Rajoy.
En el interior del mercado la visita apenas se pudo prolongar durante cinco intensos minutos, ante una tensión que con los segundos que pasaban no hacía más que incrementar y que acabó con una cacerolada de protesta protagonizada por dependientas de las pescaderías, que chocaban sus cuchillos contra las bandejas metálicas de las balanzas. Incluso un par de hombres impidieron la entrada de Piqué a un colmado cuando éste intentaba saludar a una dependienta.
Si la entrada de Rajoy ya se había producido por una puerta posterior del recinto, la salida se tuvo que improvisar por una de las laterales. En cambio, apostados en la entrada principal del mercado se encontraban dos tenderetes del PSC e ICV en el que se repartían dípticos y adhesivos por el sí. No era extraño ver a algunos de quienes insultaron a Rajoy mostrar un adhesivo rojo con un sí estampado en blanco. Se trataba de material electoral del PSC, el partido que ha gobernado el municipio desde el fin del franquismo, y al que se han sumado en las últimas legislaturas ecosocialistas y republicanos.
En un acto posterior con militantes en la misma población, tanto Rajoy como Piqué se refirieron a los insultos que recibieron en el mercado y acusaron del boicot al propio PSC. El presidente del PP esgrimió los 600.000 catalanes que le apoyaron en las últimas elecciones legislativas. Por ello, animó a sus militantes a «dar la batalla» de forma democrática con el no «si el PSOE nos organiza lo que nos ha organizado hoy». Piqué acusó también «a determinadas posiciones políticas de algunos de nuestros adversarios» de «intentar enturbiar nuestra visita» con un recibimiento «previamente organizado», al que después denominó claramente como «boicot».
El portavoz adjunto del PP en el Parlament, Daniel Sirera, dijo que «el PSC está detrás del clima de crispación y odio hacia el PP», y exigió al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que condene la «actitud» de su partido. La plataforma Ciutadans de Catalunya condenó el boicot.
Pese a los incidentes, miembros de la dirección catalana del PP admitieron que habían advertido a la dirección nacional del partido que se podían producir incidentes si la comitiva popular se adentraba en el mercado, en lo que denominaron «meterse en la boca del lobo». De hecho, la visita de ayer estaba prevista realizarla el próximo martes, mientras la jornada del sábado se había organizado previamente con la intención de hacer campaña en algún museo de Barcelona.
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«No sé cómo se ha atrevido a venir aquí», le criticaba un hombre jubilado, mientras otro se dirigía a él con gritos de «sí al diálogo, sí al Estatut». Las manifestaciones contrarias a Rajoy y a la comitiva que le acompañaba, formada por una docena de dirigentes populares entre los que se encontraba Josep Piqué, se prolongaron durante los poco más de 15 minutos que pudo durar su intervención para pedir el no en el referéndum del 18 de junio. Las posiciones de rechazo tuvieron como contrapunto algunas muestras de apoyo, especialmente las protagonizadas por militantes del PP, hacia Mariano Rajoy.
En el interior del mercado la visita apenas se pudo prolongar durante cinco intensos minutos, ante una tensión que con los segundos que pasaban no hacía más que incrementar y que acabó con una cacerolada de protesta protagonizada por dependientas de las pescaderías, que chocaban sus cuchillos contra las bandejas metálicas de las balanzas. Incluso un par de hombres impidieron la entrada de Piqué a un colmado cuando éste intentaba saludar a una dependienta.
Si la entrada de Rajoy ya se había producido por una puerta posterior del recinto, la salida se tuvo que improvisar por una de las laterales. En cambio, apostados en la entrada principal del mercado se encontraban dos tenderetes del PSC e ICV en el que se repartían dípticos y adhesivos por el sí. No era extraño ver a algunos de quienes insultaron a Rajoy mostrar un adhesivo rojo con un sí estampado en blanco. Se trataba de material electoral del PSC, el partido que ha gobernado el municipio desde el fin del franquismo, y al que se han sumado en las últimas legislaturas ecosocialistas y republicanos.
En un acto posterior con militantes en la misma población, tanto Rajoy como Piqué se refirieron a los insultos que recibieron en el mercado y acusaron del boicot al propio PSC. El presidente del PP esgrimió los 600.000 catalanes que le apoyaron en las últimas elecciones legislativas. Por ello, animó a sus militantes a «dar la batalla» de forma democrática con el no «si el PSOE nos organiza lo que nos ha organizado hoy». Piqué acusó también «a determinadas posiciones políticas de algunos de nuestros adversarios» de «intentar enturbiar nuestra visita» con un recibimiento «previamente organizado», al que después denominó claramente como «boicot».
El portavoz adjunto del PP en el Parlament, Daniel Sirera, dijo que «el PSC está detrás del clima de crispación y odio hacia el PP», y exigió al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que condene la «actitud» de su partido. La plataforma Ciutadans de Catalunya condenó el boicot.
Pese a los incidentes, miembros de la dirección catalana del PP admitieron que habían advertido a la dirección nacional del partido que se podían producir incidentes si la comitiva popular se adentraba en el mercado, en lo que denominaron «meterse en la boca del lobo». De hecho, la visita de ayer estaba prevista realizarla el próximo martes, mientras la jornada del sábado se había organizado previamente con la intención de hacer campaña en algún museo de Barcelona.
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