Un herido del 11-M, ingresado por un ataque de ansiedad tras encontrarse con Harrak

16-06-06



Un herido del 11-M, ingresado por un ataque de ansiedad tras encontrarse con Harrak


Otras víctimas evitan salir a la calle cuando el procesado tiene que presentarse en la comisaría

MANUEL MARRACO

MADRID.- Un herido en el 11-M tuvo que ser ingresado de urgencia por un grave ataque de ansiedad tras encontrase con Saed Harrak, un procesado por los atentados de Madrid que quedó en libertad por un error en el cómputo de plazos de prisión provisional.
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El hecho se produjo en la localidad madrileña de Parla pocos días después de la excarcelación del marroquí , dictada el 10 de mayo, y consta en el recurso interpuesto por la Asociación 11-M Víctimas del Terrorismo contra el auto de puesta en libertad.

«Saed Harrak», dice el escrito de la asociación presidida por Pilar Manjón, «es vecino de uno de los afectados pertenecientes a esta asociación, que a los pocos días de la excarcelación se encontró con el mismo en un establecimiento comercial próximo al domicilio de ambos. A consecuencia de dicho encuentro, el afectado al que nos referimos tuvo que ser ingresado de urgencia con un grave ataque de ansiedad».

El encuentro se produjo en una peluquería de Parla a la que acudió Harrak cuando la víctima -«con graves secuelas psicológicas por el atentado», según la Asociación- ya se encontraba dentro. El acusado de colaborar con la célula terrorista entró acompañado de varios compatriotas mientras los agentes de Policía que le vigilan aguardaban en la puerta.

«Hay que tener en cuenta el retroceso psicológico que supone algo así», señaló ayer Pilar Manjón. «No es fácil encontrarse con una persona que no sabes si ha puesto la bomba».

Además del caso recogido expresamente en el recurso, otras víctimas viven cerca del procesado. Entre ellas, una joven que quedó viuda por el 11-M y unos padres que perdieron a un hijo y que tienen su domicilio cerca de la comisaría de Parla a la que Harrak acude dos veces al día para demostrar que no ha huido. Según explicó ayer Manjón, tanto ellos como otros heridos residentes en la zona eluden salir a la calle en las horas que el marroquí tiene obligación de presentarse: por la mañana de 10.00 a 12.00 horas y por la tarde, de 18.00 a 20.00 horas. «Las víctimas no están saliendo a la calle en los momentos en que tiene que ir a la comisaría», dice Manjón.

«No vamos a aportar los datos de los afectados que viven en la misma localidad por razones obvias, aunque estamos a la entera disposición de este juzgado para aportarlos, cuando seamos requeridos para ello y se adopten las medidas de cautela y seguridad adecuadas», destaca el recurso presentado ante Del Olmo.

El propio Harrak reconoció en la Audiencia Nacional que a sus vecinos «no les ha hecho ninguna gracia» volver a verle en Parla, localidad a la que ha regresado porque el domicilio en el que vivía antes de ser detenido es de su propiedad.

La juez Palacios se vio obligada a excarcelar a Harrak porque habían transcurrido los dos años de prisión provisional sin que el juez Juan del Olmo -al que sustituía temporalmente- acordase la prórroga de otros dos años que permite la ley, ni la fiscal Olga Sánchez le instase a hacerlo.

La magistrada impuso vigilancia policial al marroquí -le acompañan cuatro agentes de Policía-, le prohibió salir de la Comunidad de Madrid y le exigió que firmase en la comisaría más próxima a su domicilio dos veces al día. La defensa de Harrak pidió a Del Olmo que suavizara esas condiciones y el lunes el magistrado accedió a que pudiera salir de Madrid, aunque confirmó el resto de medidas.

Harrak es un de los 29 procesados por Del Olmo, que le acusa de un presunto delito de colaboración con una organización terrorista. El recurso de la asociación resalta que mantenía «una estrecha relación» con varios de los suicidas de Leganés, según se desprende de sus llamadas telefónicas y documentación intervenida. En una bolsa de su propiedad, la Policía encontró una carta de despedida de Abdennabi Kounjaa, uno de los terroristas fallecidos en Leganés.

En el escrito contra la excarcelación, los letrados de la asociación hacen referencia al elevado riesgo de fuga, «en absoluto minorado por el control policial». También a la posible destrucción o adulteración de pruebas, puesto que, explican, muchos testigos que comparecerán en el juicio no tienen protegida su identidad.

La asociación explica que su objetivo al recurrir la libertad es «salvaguardar la comparecencia del procesado» al juicio que se celebrará por los atentados. «Queda al menos un año y medio hasta que se dicte sentencia firme, por lo que el riesgo de fuga se va a prolongar durante todo ese periodo», afirma el recurso.

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