LA NEGRA RESACA DEL FUEGO

17-08-06



EDITORIAL

LA NEGRA RESACA DEL FUEGO



Con las cenizas del fuego aún humeando, es hora de hacer balance de la descomunal tragedia que ha asolado Galicia, sumida en una crisis sin precedentes por la oleada de incendios. El debate parlamentario de hoy debería servir para aclarar si se han quemado las 77.000 hectáreas que reconoce la Xunta, las 86.232 que dice la UE o las 175.000 que asegura el PP. En todo caso, cualquier cifra es lo suficientemente alta como para que los gobiernos central y autonómico examinen con lupa su actuación y extraigan lecciones de lo sucedido.

El Gobierno de Pérez Touriño no se ha mostrado eficaz en la crisis. Pese a la gravedad de los hechos, tardó demasiado en llamar al Ejército y no pidió ayuda a la UE y a otras comunidades hasta que ya era demasiado tarde. La crisis ha destapado además algunas decisiones polémicas de la Consellería de Medio Rural, que dirige Alfredo Suárez Canal (BNG). Este departamento descabezó la cúpula del dispositivo antiincendios y exigió un certificado de gallego a los miembros de las brigadas, lo que dejó fuera a algunos de los agentes más experimentados.

La Xunta debe ahora afrontar la resaca del fuego, repoblando los bosques quemados, examinando los efectos de la tragedia y articulando una política contra el abandono del monte, que casi todos señalan como una de las causas de la tragedia.

Llama la atención la insistencia con la que diversos dirigentes del PSOE han insinuado la implicación en los fuegos de militantes o simpatizantes del PP gallego. La realidad es que dos semanas después ni la Guardia Civil ni la policía han reunido una sola prueba que demuestre esta hipótesis: de los 30 detenidos, sólo 12 están aún en prisión y no existen pruebas de que haya vinculación entre ellos. Sin embargo, algunos la continúan defendiendo en público. No es el caso de la ministra de Medio Ambiente, que hace hoy su balance en EL MUNDO y matiza de forma importante sus palabras sobre una supuesta trama. Narbona asegura que sólo habló de que los incendios eran intencionados, lo que no distinguiría lo de ahora de lo ocurrido en años anteriores.

La ministra asegura también que en los días más intensos de la tragedia la mayoría de los medios los puso el Gobierno central. He aquí otro dato que respalda la propuesta de Rajoy de crear un centro nacional de emergencias que garantice una coordinación eficiente en este tipo de crisis. La oleada de incendios ha vuelto a demostrar que estos casos requieren un mando único que se haga cargo de todas las actuaciones sobre el terreno. Si el Gobierno no se aviene a pactar con el PP esta idea, demostrará hasta qué punto es rehén de sus aliados nacionalistas.

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